La ciudad de Otsuchi, ubicada en la Prefectura de Iwate, fue una de las más destruidas por el tsunami que golpeó la costa noreste de Japón, el 11 de marzo de 2011. Sucesivas olas que alcanzaron los 18 metros de altura destruyeron cerca del 60% de esta pequeña ciudad pesquera. El intendente de Otsuchi y muchos de sus ayudantes murieron, por lo que quedaron paralizadas las funciones administrativas del lugar. En total perecieron unos 2.000 habitantes, casi el 10% de la población.
Realicé cinco viajes a la ciudad. Allí fotografié a los sobrevivientes en los restos de sus casas y sitios de trabajo y, al mismo tiempo, recuperé cientos de imágenes familiares que fueron destruidas por el tsunami. También trabajé en colaboración con la ONG XXX, que se encarga de recuperar imágenes y devolverlas a sus dueños originales.
En algunos casos, se encuentran completamente desdibujadas, con la particularidad de que sus colores fueron modificados. Algunos se han mezclado y otros han aparecido debido a la corrosión del agua salada del mar. Por medio de un trabajo de arqueología del color, fui recuperando los que eran reales y los utilicé para colorear las imágenes de los sobrevivientes que yo había tomado. Mi idea es crear una conexión y un diálogo entre las fotografías del pasado y las imágenes del presente mediante el uso del color.
El tsunami de 2011 ha causado un considerable daño humano y material. Aún hoy, el 30% de la población de Otsuchi vive en casas temporales prestadas por el Gobierno. Los habitantes también se enfrentan a una pérdida intangible relacionada con su memoria y su identidad.
Alejandro Chaskielberg nació en 1977, en Buenos Aires, donde vive. Egresado del Instituto Nacional de Cine, después de ganar el prestigioso premio Curriculum Cero de la galería Ruth Benzacar, obtuvo el All Roads Photography Program de la revista National Geographic, lo que le permitió exhibir sus trabajos en varias ciudades de Estados Unidos. En 2011, recibió el L’Iris d’Or Photographer of the Year y, en 2016, Otsuchi, memorias del fututo fue el Juror’s Pick del Magnum Photography Awards, seleccionado por el inglés Martin Parr.