Entre lo “real” y lo “mágico” solo media un pequeño detalle: el sitio desde donde uno mire la vida.
Hugo Covaro
La isla de Tierra del Fuego, el confín del mundo, tradicionalmente ha sido un espacio físico e imaginado donde la realidad se presenta como un escenario de fuerzas espirituales. El pensamiento asociado al lugar se transfiere al mundo externo, y las imágenes y el contorno de la isla se proyectan por los sentidos de la mente a lo largo de la historia.
El escenario fueguino actual es heterogéneo en cuanto a su origen, pero comparte el mismo espíritu de sacrificio y perseverancia propio de los primeros pobladores. Y es precisamente en este sentido que este imaginario histórico asociado a Tierra del Fuego como un lugar-límite, la última frontera de la civilización anclada en el extremo austral de la tierra habitable, se vincula íntimamente con el aislamiento; y es precisamente en este contexto donde la hostilidad y la aventura conforman sus representaciones más comunes, y aun en tiempos de globalización, la metáfora del fin del mundo persiste y proyecta su cuota de misterio.
Temas
Más leídas de Lifestyle
¿Es así? Qué personalidad tienen las personas que se bañan por la mañana
“Nunca dejó de ser un nazi”. La historia desconocida detrás de la detención de Erich Priebke: un pintor belga y una confesión inesperada
Superalimento. La semilla que regula el azúcar en sangre, reduce el estrés y ayuda a dormir mejor