Por qué las relaciones de pareja son como una silla, según la psicología

Las relaciones de pareja son posibles cuando se sostienen sobre cuatro pilares, de ahí que según la psicología, una relación de pareja sea como una silla. Esta analogía intenta decir que sin uno de esos pilares o “patas”, la silla se tambalea o se cae. Te decimos más sobre por qué las relaciones de pareja son como una silla.

Por qué las relaciones de pareja son como una silla, según la psicología

De acuerdo con el blog de la psicóloga Montse Cazcarra, si imaginás que tu relación de pareja es como una silla, entonces cuenta con cuatro patas esenciales que le otorgan estabilidad y equilibrio. Si alguna falla, la relación puede tambalearse o incluso caer. Estas “patas” son:

• Confianza: La confianza es la base de cualquier relación sólida. Nos permite sentirnos tranquilos y seguros con nuestra pareja. Si falta, pueden surgir conflictos, celos y manipulación. Es crucial distinguir si la falta de confianza se debe a hechos concretos o simples suposiciones. Recuperarla requiere trabajo y honestidad mutua.
• Cuidado mutuo: Sentirse apoyado y seguro en la relación es indispensable. Si nuestra pareja muestra conductas dañinas y no está dispuesta a cambiar, el bienestar mutuo se ve afectado. Cuidarse implica reconocer y evitar lo que lastima al otro, fomentando un entorno de respeto y protección.
• Deseo: Es la chispa que mantiene viva la atracción y el esfuerzo por agradar a nuestra pareja. Aunque puede fluctuar, es importante reconocer su papel en la conexión emocional y física. Si disminuye, existe mayor riesgo de buscar atracción fuera de la relación.
• Valores compartidos: Son la brújula que guía nuestras decisiones y acciones. Compartir valores fundamentales como respeto, comunicación, libertad y responsabilidad fortalece el vínculo. Identificar puntos en común y trabajar en las diferencias puede marcar la diferencia en la estabilidad de la relación.

¿Qué pasa si falla una pata?

Si una pata se debilita, la silla puede mantenerse, aunque será menos estable. Sin embargo, si dos patas fallan, el equilibrio se pierde casi por completo, y el riesgo de “caer” aumenta significativamente. En estos casos, es importante reflexionar sobre lo que funciona y lo que no. La terapia de pareja puede ser una herramienta útil para identificar problemas y trabajar en soluciones.

Finalmente, de acuerdo con esta terapeuta, si la relación se encuentra en un punto crítico, valorar si continuar o terminar puede ser lo más saludable. Una relación con falta de amor, toxicidad o dependencia emocional podría no ser sostenible. Y, al final, como una silla, una relación requiere equilibrio, cuidado y esfuerzo para mantenerse firme y funcional.

Por Elizabeth Santana

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