Centímetro a centímetro, este monoambiente de 57 m2 se fue ampliando hasta convertirse en la original casa de una familia de tres.
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Lucila es decoradora, y a través de Lucila H se dedica a la ambientación de eventos. Su pareja, Agustín, les pone música e iluminación con Rubio Bustillo DJs. Además de la vida y la casa, comparten un estudio en San Isidro, donde reciben a sus clientes. Cuando salieron a buscar su primer departamento ya tenían a Felipe, de casi dos años, y priorizaron la ubicación por sobre la superficie. Ahora están exultantes: “Pasamos de no saber si íbamos a poder vivir acá a salir en la revista Living. ¡Imaginate!”.
"Lo compramos igual y, si nos queda chico, lo alquilaremos", se plantearon al definirse sobre este monoambiente que tenía la cocina cerrada y un falso techo que no dejaba ver su doble altura.
Las líneas visuales potencian la profundidad del lugar y permiten que la luz lo atraviese. "Nos enfocamos en la espacialidad más que en las dimensiones", explica el arquitecto Marcos Houssay, responsable de la reforma.
Tener imaginación siempre es una ventaja: cuando a Lucila y Agustín les mostraron el departamento, era una oficina con un escritorio como único mueble en todo el espacio.
La cocina, hoy sectorizada mediante una mesa heredada estilo campo y sillas varilladas (Sol Palou), fue integrada y remodelada, y tiene revestimiento de azulejos esmaltados. Además, el muro negro con espejo de hierro circular (Casa Luminosa) organiza espacios funcionales, y oculta la vista de la heladera y las hornallas desde el living.
El mini-playroom se armó con repisas y juguetes didácticos (todo de Perinagua). Un baúl antiguo pintado de blanco suma guardado y apoyo. La pantalla de mimbre (Puerto de Frutos) se pintó para engamar con el conjunto.
El blanco amplía visualmente, pero enfría los ambientes. Yute, mimbre y ratán son el trío low cost imbatible para contrarrestar.
Cuando se trata de ambientes chicos, no hay mucho secreto: la austeridad, el orden y los colores claros son la receta.
Lucila restauró ella misma un ropero y una cuna de la familia para el cuarto de Felipe. La vistió con chichonera y acolchado y en el piso puso un playmat con almohadones (todo de Estudio Prágmata).
¿Si es incómodo tener el baño abajo? Y sí, al principio fue una fiaca, pero ahora ya nos acostumbramos. Somos tres; no íbamos a gastar preciados metros en tener dos baños
Ubicado en el último piso de un edificio, la entrada al departamento es a través de un pasillo que pasa junto al baño y desemboca en la cocina. Esa área originalmente tenía un falso techo que bajaba la altura y escondía las vigas del techo (ver detalle en la foto del depto antes de la remodelación).
Claves para hacer un entrepiso, por el arq. Marcos Houssay
- En espacios reducidos conviene usar vigas metálicas, que tienen menor volumen que las de madera.
- Materiales como el metal y la madera son fuertes, ocupan poco espacio y tienen múltiples posibilidades de terminación.
- Posicionar la escalera para que genere una circulación perimetral. Idealmente no debería cruzar el ambiente ni interrumpir la función del espacio.
- Las alturas mínimas deben consultarse en el Código de Edificación de cada municipio. Como referencia, en la mayoría de los casos una cocina requiere una altura libre mínima de 2,40m; un baño, de 2,10m.
- La estructura y cálculo de cargas deben consultarse con un profesional.
Plano del depto
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