Pese a no estar presente, Meghan Markle tuvo un conmovedor gesto en el funeral del príncipe Felipe
Una publicación reveló que la duquesa de Sussex quiso acompañar a la reina Isabel en el doloroso momento que atravesó en abril tras la muerte de su esposo
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LA NACION
El príncipe Felipe murió el pasado 9 de abril. Si bien Harry pudo asistir a su funeral, no lo hizo acompañado debido a que Meghan Markle estaba en la última etapa del embarazo de su segunda hija, Lilibet. Sin embargo, a pesar de no haber podido asistir, la duquesa de Sussex se aseguró de rendir un homenaje muy personal al esposo de la reina Isabel con una tarjeta en su corona funeraria.
De acuerdo con la edición británica de la revista ¡Hola!, aunque los arreglos de flores no hayan podido verse demasiado bien en la transmisión televisiva del funeral de Felipe, las fotos del interior de la capilla de San Jorge, en Windsor, muestran claramente la nota de Meghan, con su hermosa caligrafía, clavada en el centro de la corona.
Si bien el mensaje que contenía en su interior se mantuvo en privado, la revista pudo saber que la corona de los Sussex estaba compuesta de una variedad de flores de origen local.
Harry y Meghan encargaron a uno de sus floristas favoritos que diseñara e hiciera la corona: Willow Crossley, que también se encargó de los arreglos florales para la recepción de la boda de la pareja en 2018 y también los utilizados en el bautismo de su hijo Archie, en 2019.
El matrimonio pidió específicamente que la corona incluyera acanthus mollis, que es la flor nacional de Grecia para representar la herencia del príncipe Felipe y una variedad de eryngium para que los Royal Marines estuvieran presentes.
La corona también presentaba campánula para simbolizar la gratitud y el amor eterno, romero para significar el recuerdo, lavanda para la devoción y rosas en honor a que era junio el mes de nacimiento de Felipe. El colorido arreglo realmente se destacaba del resto, colmados de flores blancas que es el color que tradicionalmente se utiliza para los funerales.
El arreglo de la reina, que se colocó sobre el ataúd de su marido, incluía lirios, pequeñas rosas blancas, fresias y jazmines, todos blancos. Al igual que la corona de los Sussex, cada una de estas variedades también tenían un gran simbolismo con la premisa de homenajear a su esposo y a su matrimonio de 73 años.
Los lirios blancos se ven a menudo en bodas y funerales, ya que representan el renacimiento, mientras que la rosa blanca es un signo de respeto o recuerdo. El jazmín, mientras tanto, simboliza la pureza.
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