Pequeños detalles que asombran en Atlanta
En el sur de los Estados Unidos se encuentra una ciudad que se ha transformado a través de las últimas décadas en uno de los hubs empresariales más importantes del mundo y que cuenta con el aeropuerto más transitado del planeta, con más de 100 millones de pasajeros que utilizan sus servicios todos los años.
La fundación de Atlanta se remonta al año 1836 para luego transformarse en un centro ferroviario de importancia y un gran centro de abastecimiento para los ejércitos "sureños" durante la Guerra de Secesión, lo que la convirtió en uno de los objetivos más importantes del famoso general William Tecumseh Sherman.
Esta situación quedó reflejada en la historia por una de las películas que marcaron una época en el cine mundial: Lo que el viento se llevó (1939),
Atlanta también fue el centro desde donde se promovieron importantísimos movimientos de derechos civiles. Esta ciudad vio nacer a una de las personalidades más importantes del siglo XX: Martin Luther King.
Aquí no solo es posible visitar la que fue su casa materna, en la avenida Auburn, y conocer los inicios de su vida, sino también se puede visitar el Centro Nacional para los Derechos Civiles y Humanos y así profundizar el conocimiento e interés por estos temas tan importantes.
Es la capital y ciudad más extensa y poblada del estado de Georgia, y es además considerada como una ciudad de negocios y centro de transporte.
Pero hay mucho más para ver. Si les gusta la "escena" de la música es bueno saber que de aquí han salido bandas como The Black Crowes o Collective Soul.
Se suma a la gran tradición de ciudades del mismo estado, Georgia, que tiene una gran herencia musical como Macon, de la cual emergieron Ottis Redding o los Allman Brothers y Athens, con REM. Es recomendable dar una vuelta por algún bar o pequeño teatro que nos haga tal vez disfrutar y descubrir a los músicos del futuro.
Y si son fanáticos del deporte estarán bien cubiertos con la oferta. Solo hay que dirigirse a sus enormes estadios para disfrutar de los Falcons, Hawks, Braves o United si prefieren el fútbol americano, básquet, béisbol o fútbol, respectivamente.
Pero si caminan por las calles no pueden dejar de prestarle atención a un divertido proyecto de arte a lo largo y ancho de la ciudad: Tiny Doors, o las pequeñas puertas.
Este proyecto, que según las palabras de sus creadores pretende llevar grandes sorpresas a pequeños espacios, ha logrado llenar de asombro y curiosidad a no solo locales si no también a visitantes de todo el mundo.
Estas intervenciones urbanas constan de pequeñas puertas de no más de quince centímetros de altura dispuestas en viejas paredes, columnas de puentes o fantásticos árboles que se "abren".
Algunas de ellas lo hacen de verdad, y por los más diferentes motivos: desde una que nos hace referencia a las adornadas puertas parisinas a otra enmarcada en una pequeña pared de ladrillos que lleva nombres de personas, animales, fechas de sucesos importantes y hasta mensajes en el sistema Braille.
Y aquí radica uno de los aspectos más interesantes de esta idea. No solo la de prestar atención a los nuevamente, "pequeños" detalles que son –como dije antes– los que nos permiten acceder muchas veces a grandes asombros, sino también la de fijar nuestros puntos de vista en otros lugares, no siempre ir con la vista "clavada" en las alturas. Y esto incluye también el hecho de no perder la oportunidad de visitar librerías con historia, importantes obras civiles y simpáticos mercados para deleitarnos con productos locales. n