París: el video que muestra los cafés efervescentes, sin distancia ni barbijos
Desde el pasado dos de junio, los parisinos han recuperado uno de sus más queridos rituales: tomar café sentados en la vereda. Sin embargo, pareciera que ni los locales gastronómicos ni los habitantes de la capital francesa se han tomado demasiado en serio las medidas impuestas por el gobierno que permiten esta reapertura. Así lo muestran un de videos publicados en Twitter donde se aprecia el intenso movimiento de peatones y una supuesta peligrosa cercanía social que parece reinar hoy en las calles de París.
A todos se los ve aliviados como escapados de un largo encierro que, en el caso de Francia, fue de once semanas. Nadie usa barbijo en la Rue de Buci, salvo los camareros. Las mesas se ubican tan o más cerca de lo que estaban antes de la llegada del virus. Las imágenes nos increpan: ¿estarán haciendo lo correcto? ¿van a terminar todos contagiados y de vuelta en sus balcones? ¿dónde quedaron las recomendaciones sanitarias para evitar el colapso del sistema de salud?
La multitud puede explicarse por el hecho de que París todavía es zona de riesgo y que, por lo tanto, los cafés y restaurantes solo pueden ofrecer sus servicios en el exterior. Pero lo que se observa son mesas amontonadas y grupos de amigos a centímetros de distancia entre sí.
En el caso de que nadie ordene una marcha atrás debido al descontrol, las autoridades de la ciudad han permitido que los lugares extiendan sus mesas sobre las calles convertidas en peatonales para conseguir espacio adicional.
Las medidas de reapertura se relacionan con la vida social de los parisinos y con la subsistencia de los cafés franceses. La cadena France 24 ha informado que los locales vienen disminuyendo en masas desde hace décadas: mientras que en 1960 había 200.000, hoy existen solo 40.000. Las estadísticas de la industria indican que cierran un promedio de dos cafés por día, una cifra alarmante que seguramente se acelere después de la pandemia.
LA NACION
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