Si las casas pueden ser un puente entre las personas y la naturaleza, Rupert McKelvie se propone como su artífice. Especializado en el diseño y construcción de cabañas hechas de manera estrictamente sustentable, apuesta a que generen en sus visitantes una sensación de bienestar tan rotunda que los lleve a reevaluar prioridades fuertemente arraigadas.
En el deck, una cubierta de lona tensada por gruesas cuerdas hacen pensar en una inmensa carpa.
"A alguien que estuviera a punto de venir desde la ciudad a pasar unas semanas, le aconsejaría que le diera tiempo a ese proceso de transición", dice el diseñador sobre su proyecto de cabañas de alquiler Out of the Valley, a la vera del río Teign, en Devon. Y cita un antiguo proverbio chino, "El mejor momento para plantar un árbol fue hace veinte años; el siguiente es hoy". Entonces, allí siembra y espera con calma activa y plena de esperanza, como la primavera que alfombra el bosque de flores y llena el valle de vida.
"Quisiera que mis espacios ayudaran a renovar la conciencia de los placeres simples. Después de todo, la sencillez es la mayor sofisticación".
El revestimiento exterior es de madera tratada con la técnica japonesa Shou Sugi Ban (se la quema e inmediatamente se enfría con agua), lo que la hace resistente a la intemperie y le da ese tono oscuro que la asimila al paisaje.
El atardecer ofrece un espectáculo de belleza incomparable y fugaz: la cabaña parece elevarse a medida que la niebla se asienta.
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