Hace calor y comer puede ser un plomo, simbólica y literalmente. Parece que todo cae pesado. Pero no. Hay opciones deliciosas, livianas, saludables y –acá la clave– fáciles de hacer. Es mentira que comer sano es más caro, feo o complicado. Solo hay que saber a quién pedirle consejo. En una vuelta a la web, cuatro opciones para seguir, y buen provecho.
Match de restaurantes y comensales
Fue casi una casualidad. Cuando comenzó la cuarentena en marzo del año pasado, la periodista Cecilia Boullosa, que se especializa en comida y viajes, empezó a ver la crisis, en su trabajo y alrededor. Los restaurantes cerraban, otros cambiaban a modo de take away para reinventarse, y la gente extrañaba comer afuera. Entonces armó un listado en su cuenta de Instagram (@chicaelectricaa). El servicio resultó esencial; le llegaba información por todos lados, en todas las redes, y actualizar la guía informal se volvía imposible, pero a la vez necesario. Así que unió recursos con la cuenta Ciencia y Gastronomía (@cienciaygastronomia) para hacer un Google Maps con toda la data geolocalizada. Y así nació el Mapa de delivery, el lugar en el que se conectan cocineros/as con sus potenciales comensales.
Comida casera de infancia
Me puse a cocinar para todos...un arrocito con pollo... pic.twitter.com/zx2mSOVliq
— MILA (@FMilanessi) January 20, 2021
Entretiene, tienta y no desanima: es un cocinero que no te dice que tengas cosas exóticas de esas que ni sabés dónde comprar para hacer “platos fáciles”. Facu Milanessi es un chabón que cocina como una abuela del siglo XX. Ravioles, buñuelos de acelga, empanadas, pastel de pollo y hasta pan de PBT o pancho. Se autodenomina “morfi maker” y en la bio de su cuenta, MILA, aclara: “Lo q veas es casero, sin filtros, lo q me gusta lo retuiteo”. Su filosofía es “si lo hago yo, vos podés hacerlo”. Y es verdad. Además es gracioso.
Ponele verdura
Es Narda Lepes para hablar de cocina. Buena jugada. Es Microsoft Azure como plataforma y la desarrolladora Shifta para poner todo en práctica. Área de arco. Lo que hace este trío se llama Comé+Plantas, una aplicación móvil gratuita para aprender a incorporar vegetales a las comidas de todos los días. Tiene más de mil tips, o sea, formas fáciles y deliciosas para sumar fibra a la dieta. Además, hay información sobre 90 vegetales, de 30 familias botánicas diferentes, para quien quiera geekear qué come. El plan es noble: impulsar su consumo. El modo es brillante: compartir combinaciones y recetas que se hagan de manera simple. El bonus, genial: al usarla, terminás aprendiendo cosas muy útiles, como la estacionalidad de cada verdura, para aprovechar las mejores y más baratas. Golazo.
Nutrición y diversión
La licenciada Rocío Hernández es muy seria. Psicóloga social y posgraduada en nutrición vegana/vegetariana, actualmente es estudiante de Medicina en la Universidad Nacional de Rosario, donde además cursa una Maestría en Salud Pública. Militante plant based, activista antiespecista, argumenta con datos certeros cómo llevar la mejor dieta que cuide cada cuerpo y el planeta. Además es divertida, su cuenta (y ella) es Nutriloca. Ahí arma stories mostrando “la facturas del domingo” –que le comparten sus seguidores–, que son platos rebosantes de frutas deliciosas, y además habla sobre veganismo, más allá del consumo de plantas, y propone cuestionar la forma en que se producen y consumen los alimentos. Y pasa recetas fáciles y ricas, pero también derriba mitos que no son saludables y da consejos sobre cómo comer bien.