La adaptación
del hogar, ¿por
dónde empezar?
Lo primero: reflexionar
Antes de ponernos a mover muebles, hacernos preguntas como: ¿qué uso le damos a este ambiente?, ¿permite a los chicos participar activamente de la vida familiar?, ¿les ayuda a generar independencia?, ¿les brinda seguridad?
Observar cada ambiente desde la niñez
Por ejemplo: para que en el baño sean capaces de lavarse las manos de una forma independiente y segura. ¿Necesitarán un escalón? El jabón ¿está a una distancia adecuada para que puedan extender su mano y agarrarlo?, ¿es de un tamaño y un peso para que no se les resbale?
La habitación infantil
Debería tener un espacio para descansar (con un colchón en el piso); otro para jugar (con una manta o una colchoneta si son chiquitos, una mesa y silla si son más grandes, y un estante para juguetes); y otro más para vestirse (tal vez con un espejo). Las habitaciones también evolucionan a medida que los chicos crecen.
Espacio de lectura
Puede ser un sillón, o un puf, y debe tener buena luz. Los momentos de lectura resultan súper enriquecedores para el desarrollo del lenguaje y del habla.
En la cocina
Es ideal que haya un espacio accesible donde los chicos tengan a disposición elementos para prepararse su desayuno o merienda (cosas como vaso, plato, cubiertos, servilleta, un tarro de cereales, botella de agua).