Seis ambientes pensados al detalle para lograr una identidad única; mirá los resultados y contanos cuál te gusta más
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En la primera foto,la lámpara de techo se armó con una gran pantalla de mimbre, mientras que la mesa estilo Sheraton en pluma de caoba se combinó con sillas de plástico inyectado.
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En este comedor, la mesa laqueada blanca se vistió con un centro de mesa de yute. Aquí hay un juego de seis sillas tapizadas en cuero y dos sillas dobles con brazos en las cabeceras.
La mesa y las sillas del tercer comedor responden a un espíritu netamente minimalista. En este equipo juegan pocos colores jugadores, sólo el blanco, negro y toques emparentados con el verde. Sobre la pared del fondo, una obra de Julia Masvernat pone la tilde en verde.
Este ambiente integrado tiene un aire varonil y canchero con una jugada combinación de colores. Se destacan los antiguos muebles criollos y los textiles autóctonos.
En la foto de arriba, una mesa de lapacho de 3" con patas de fundición rodeada por sillas de Walmer e iluminada con etéreos artefactos suspendidos.
En la última opción, las sillas se vistieron con distintas pátinas, cada una con variadas técnicas y colores. La pared se vistió con distintos platos que aportan la calidez de las casas antiguas.