Obesidad: un peligroso lenguaje del cuerpo
Hace algunos días nos hemos enterado de la muerte de Maxi Oliva, un ex participante de Cuestión de Peso , el primer ganador del programa que en el año 2007 superó con éxito una de sus batallas contra la obesidad, bajando de 215 kg a poco más de 100 kg. En los años siguientes tuvo varias recaídas, en una de ellas incluso llegó a denunciar al programa de televisión por abandono de persona pero enseguida desistió de la demanda declarándose único responsable de su estado de salud. En otra oportunidad vimos en todos los medios de comunicación que tras una fuerte recaída en la que estuvo dos años postrado en una cama, fue rescatado por los médicos del programa y llegó a estar mejor. Lamentablemente este fin de semana se produjo su muerte a tan solo 34 años de edad, sufriendo una fuerte depresión que lo llevó a pesar casi 500 kg. Se encontraba en su casa con asistencia para respirar y con un estado de salud muy deteriorado.
La obesidad es uno de los males de esta era a nivel mundial, junto a otras patologías de la alimentación, depresión, ataques de pánico y adicciones. Todos síntomas que se caracterizan por comportamientos anormales que responden, de alguna manera, a las características de esta era de consumo, en la que se busca incorporar objetos que den una gratificación inmediata y que llenen un vacío emocional que no se tolera.
La obesidad puede ser el resultado de alteraciones metabólicas pero también de un trastorno de alimentación. Podemos entenderla como una manifestación en el cuerpo de una dolencia psíquica, como un peligroso mensaje en el cuerpo. Se trata de una patología compleja en la que se observa la confluencia de distintas variables como lo biológico, lo psicológico, lo social, lo ambiental y lo cultural.
En la historia
A lo largo de la historia han ido cambiando los parámetros considerados saludables en cuanto al tamaño de cuerpo ideal que se establece. Hubo momentos en que una talla grande era sinónimo de poder económico y social, y también luego de las guerras ser gordo era visto como la posibilidad de defenderse contra la hambruna o de ciertas enfermedades.
Desde fines del siglo pasado y continuando con este, la obesidad ya no es sinónimo de salud, y el ideal establecido, sobretodo pensando en la estética femenina, pasó a una extrema delgadez que provocó el incremento de otras patologías como la bulimia y la anorexia en la persecución de un cuerpo en extremo delgado.
Es posible entender la obesidad como un síntoma que representa distintas ideas, fantasías, temores, o conflictos psíquicos, que se intentan resolver mediante la alteración de la conducta o del cuerpo. Así podemos ver que algunas personas enferman por no tolerar un sentimiento de vacío psíquico que buscan llenar con la comida.
Otra fantasía que podemos entender detrás de la obesidad es la de un sentimiento inconsciente de insignificancia, como si se sintieran muy "chiquititos" y necesitaran agrandar el cuerpo para "completarse". También puede estar en la base la idea inconsciente de "prepararse para crecer" a modo de almacenar energía y así materializar el crecimiento.
Observamos que el cuerpo obeso es similar entre el hombre y la mujer, mientras que los cuerpos delgados femeninos y masculinos son bien diferentes. Algo similar encontramos en la extrema delgadez que también borra las diferencias de los caracteres secundarios de los sexos. Así podemos pensar que existe un conflicto psíquico en la identidad sexual y en la sexualidad en sí misma en los trastornos que llevan a estos tipos de cuerpo. El cuerpo obeso (también el hiperdelgado) se ve más infantil, se borran además de las diferencias sexuales, los caracteres del desarrollo. En estos casos probablemente existan conflictos que se relacionen con el convertirse adecuadamente en hombres y mujeres.
El factor psicológico
Desde situaciones traumáticas observamos que algunas personas modifican su modo de comer incidiendo negativamente en su peso corporal llegando a la obesidad. También sucede esto frente a situaciones estresantes, angustiantes o como resultado de una depresión. Así, mediante la incorporación de la comida se gratifican, o lo intentan, para compensar un malestar psíquico.
Cuando hablamos de obesidad se trata de una cuestión oral, esto quiere decir que se desprende de conflictos asociados a la primera etapa de la vida, llamada etapa oral, en la que el bebé descubre el mundo a través de su boca, comenzando con la lactancia y continuando con cada objeto con el que se familiariza llevándoselo a la boca. La alimentación en el ser humano es mucho más que incorporación de comida para poder vivir. Se trata de un vínculo con la madre o sus sustitutos, que en ocasiones por frustraciones o sobre-gratificaciones, es decir, cuando algo no anda bien, están dadas las condiciones para el desarrollo de distintas patologías psíquicas, entre ellas la obesidad.
Incluso las alteraciones metabólicas en esta enfermedad pueden recibir una lectura psicológica. La grasa acumulada por años no sirve como reserva energética, si ese ha sido el fin (como idea inconsciente) no ha sido alcanzado, ya que genera cambios metabólicos como la diabetes o pre-diabetes a partir de los cuales no se sintetiza adecuadamente ni el alimento que se incorpora ni las reservas grasas, entonces los obesos se sienten cansados, desganados, sin fuerzas, y así cada vez son más sedentarios generando un circuito de mala alimentación, inactividad y sobrepeso muy negativo.
Aspectos ambientales y culturales influyen en este trastorno. Desde modelos patológicos familiares de mala alimentación, hasta exigencias culturales inalcanzables de un cuerpo que no se puede tener, junto al tipo de consumo que promueve esta era.
No toda persona obesa presenta algún trastorno psicológico, pero es importante descubrir la representación simbólica que tiene el sobrepeso para quien lo padece, para poder pensar, desde una intervención multidisciplinaria, cuál será el mejor tratamiento para seguir. Se trata de una enfermedad y quienes la padecen necesitan ayuda como frente a cualquier otra adicción.
La autora es licenciada en psicología
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