Los miembros de la familia, segundo largometraje de Mateo Bendesky, es una película que se aproxima a diversos tipos de vínculos muy determinantes: entre hermanos, con la aparición de la muerte, con la propia sexualidad, con el territorio geográfico del placer, con los vicios del presente (el fitness, internet). Pero también es una película sobre el paso del tiempo. Y cómo influye en la construcción de una identidad (si es que eso existe) que nunca es fija, busca la movilidad y el flujo de la existencia.
Cuenta el director: "Empecé a desarrollar la película con dos intenciones: hacer una sobre hermanos, y explorar la adolescencia y el duelo como procesos importantes en la construcción de la identidad. Me interesaba hacer una película que no cayera en el lugar común del duelo como un proceso puramente depresivo". Y, a su modo, conquista ese objetivo. ¿Acaso, en determinadas etapas de la existencia, no es graciosa la muerte? En cualquier caso, Mateo Bendesky logra ubicarse como una de las nuevas voces del cine argentino de la actualidad.
Criado en un hogar cinéfilo, descubrió muy pronto que las historias en la pantalla podían crear lazos indestructibles: "Tuve la suerte de crecer en una casa donde se veía y se discutía mucho sobre cine, y siento que ese entusiasmo por el mundo de las películas se me empezó a filtrar desde muy chico. Hoy en día, a mis 30 años, sigo compartiendo discusiones y recomendaciones de películas con mi padre casi a diario; es uno de los temas donde más logramos encontrarnos y conectar el uno con el otro", afirma. Las películas de Hollywood de los 80 y los 90 fueron centrales en su infancia y su primer acercamiento al cine. Luego, en su adolescencia, empezó a frecuentar el Bafici y eso le abrió las puertas a un universo nuevo: "Fue mi primera escuela de cine", dice sin dudar. Para entonces su futuro estaba marcado: "Desde muy chico tuve ganas de hacer películas; estuvo presente casi desde que tengo memoria".
Luego de estudiar en la Universidad del Cine (FUC) se concentró en uno de los temas que lo obsesionan: la forma en la que se construyen y fortalecen los vínculos. Así llegó a su trilogía de hermanos formada por los cortometrajes Nosotros solos (2017) y El ser magnético (2015), que completa Los miembros de la familia: "Estoy muy contento con haber elegido este camino y el proyecto de vida que conlleva. Hoy en día no hay nada que disfrute más que hacer cine", explica. A pesar de lo complejo que resulta armar una idea de futuro, Mateo sigue apostando al cine como modo de vida: "En este momento estoy abocado al desarrollo de La fiebre, mi próxima película, que espero filmar a mediados del año que viene si la pandemia lo permite".
MINIBIO
Mateo Bendesky (Buenos Aires, 1989) estudió en la Universidad del Cine (FUC). Dirigió los largometrajes Acá adentro (2013) y Los miembros de la familia (2019). Participó de festivales internacionales: Cannes, Berlín, Toronto, Rotterdam, Belfort, Bafici, Thessaloniki, Macao y AFI Fest. Formó parte del TIFF Filmmaker Lab, programa para directores emergentes del Festival Internacional de Cine de Toronto, y recibió becas de la MacDowell Foundation en Estados Unidos y del Fondo Nacional de las Artes en Argentina, entre otras instituciones.
Los elegidos
Fims clásicos
- La gran ilusión (Jean Renoir, 1937)
- 8 1/2 (Federico Fellini, 1963)
- El exorcista (William Friedkin, 1973)
- Cuatro moscas sobre terciopelo gris (Dario Argento, 1971)
Fims contemporáneos
- First Cow (Kelly Reichardt, 2020)
- Bacurau (Kleber Mendonça Filho, 2019)
- The Wild Goose Lake (Diao Yinan, 2019)
- Rojo (Benjamín Naishtat, 2018)