A los 6 años, una niña comienza a vincularse con el dibujo de manera natural, intuitiva y salvaje. De pronto, escucha acerca de un concurso de dibujo en Japón y no suena a otro país, sino a otro planeta. Recuerda la artista visual Milena Polosecki: "No gané, ni siquiera estoy segura de si mandamos mi dibujo, pero me acuerdo de que toda la experiencia me parecía lo máximo". Así se forman las vocaciones: primero fantasía, luego realidad. Más tarde: estudio, constancia y suerte.
Entonces, el primer amor de Milena fue el dibujo, y con el tiempo se sumó la cerámica. Cuando terminó la secundaria, en 2011, no tenía muy claro cómo seguir. Quería estudiar algo, pero no sabía qué, así que se anotó en talleres de huerta, jardinería, telar y cerámica. Esa fue su primera vez y le encantó: "Más adelante me empezó a interesar la combinación entre cerámicas y dibujos, y los empecé a ver como parte de una misma cosa", recuerda. Hoy, los combina para construir piezas únicas, con una belleza muy particular, que están atravesadas por obsesiones: la construcción de lo sagrado, el misterio, lo invisible, los esquemas familiares como formuladores de identidad, entre otras.
Generalmente trabaja sobre un universo ficcional que tiene de protagonistas a seres diminutos antropomorfos que veneran a ciertos animales (patos, corderos y ballenas, por ejemplo) como si fueran dioses. Explica la artista: "Hago animales. Además de que me apasionan, me parece que la imposibilidad de entender del todo a un animal lo vuelve potencialmente misterioso".
Con un estilo que oscila entre lo folk y lo naif, Milena Polosecki (que estudió Dirección de Cine y es hija del recordado periodista Fabián Polosecki) busca nuevas ideas en todos lados. Puede ser el arte antiguo, medieval, el Renacimiento o el simbolismo. Siento mucha atracción por las obras que parecen venir de otras realidades, que parecen de otro planeta. Pero aclara: "También me la paso viendo en Instagram cosas de artistas más contemporáneos y toda esa información en algún lado me queda". Su proceso es más amplio: "Muchas veces me vienen ideas de imágenes que me gustaría dibujar y, cuando empiezo a hacerlas, van mutando. En cerámica, más todavía. A veces pruebo formas y esas formas terminan convirtiéndose en cosas".
Su camino está señalado por el arte y va a seguir esa huella: "Tengo pensado hacer una obra en cerámica que parte de una idea: en un futuro en el que los animales que habitan la Tierra ya se extinguieron, la única manera de recordarlos que encuentran los seres diminutos es a través de unas pantallas gigantes.
Es a través de esto que puedo darles forma a mis fantasías; en el sentido más literal, puedo hacer que existan".
MINIBIO
Nació en Buenos Aires en 1994. Se recibió de Directora de Cine. Participó en distintos talleres de dibujo; entre ellos, los de Nahuel Vecino y David Pitucardi. Tomó clases de cerámica en el taller Anic, en la Quinta Trabucco y con Julieta Cosentino. En 2017, creó el grupo de dibujo Masitas Finas, con el que expuso en el Centro Cultural Recoleta en Estación Espacial Hawaii. Actualmente, tiene su propio taller de cerámica y da cursos anuales e intensivos. Forma parte de Artistas x Artistas 2020.
Pintoras
Ambera Wellmann
Firenze Lai
Kyung Me (dibujante)
Hilma af Klint
Ceramistas
Claire Loder
Eun-Ha Paek
Coni Marchini
Ako Castuera
Películas
Welcome to the Dollhouse, de Todd Solondz
Mi vecino Totoro, de Hayao Miyazaki
The Squid and the Whale, de Noah Baumbach
Bacurau, de Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles