Una escritora fundó Estilo Naná, el primer blog argentino de crítica de golosinas.
Por Walter Lezcano / Foto de Sol Santarsiero
El primer recuerdo de Natalia Ghergorovich en relación con las golosinas es estar en un carrito y tener cuidado de no tirar su chupetín bolita y al final perderlo para siempre en la arena de la plaza. Ella, por entonces, recibía muchísimas golosinas: “Me las regalaban porque mostraba fascinación por ellas. No era de comer mucho, simplemente las conservaba y coleccionaba como objetos que clasificaba y exhibía. En una época me permitía comer solo las repetidas; lo hacía con culpa, lento y de a poquito. Todo cambió cuando ingresé a la escuela primaria, la casa comenzó a llenarse de amigos y empezamos con los experimentos de unir caramelos de distintos tipos para crear sabores nuevos o modelar figuras con los que se habían puesto más blandos; estas creaciones exquisitas las acompañábamos con licuados de pétalos de unas flores que habíamos descubierto que eran dulces”. Ya adulta, Natalia fundó y es responsable de Estilo Naná, el único blog argentino de crítica de golosinas.
Pero el derrotero hasta aquí no fue lineal. En algún momento de su vida, Natalia sintió que las golosinas eran algo importante: “Fue cuando guardé la primera caja de cartón de golosinas vacía y me di cuenta de que la había guardado no solo porque traía cosas ricas y a mis ojos era hermosa, sino porque tenía un significado ligado a las emociones. Esa caja inició mi colección de papeles de golosinas”. Tendría unos 11 o 12 años y fue todo un descubrimiento.
Estilo Naná como proyecto altruista es un blog adorable y melancólico porque nos relaciona con momentos inolvidables de nuestra vida, en los que la dulzura inclina la balanza hacia el bien. En algún sentido, Naná lucha contra el olvido y el paso del tiempo usando las golosinas como puente directo al corazón. “Tenía varios blogs privados y un día quise hacer un blog público de crítica de golosinas aprovechando mis conocimientos sobre el tema”, explica. “Esa temática funcionaba como una excusa para hablar de otras cosas, ahí empezó todo”. En 2013, comenzaron a aparecer personas que querían colaborar con su blog y descubrió que era más interesante que el proyecto se diversificara con otras voces: “Entonces se me ocurrió entrevistar a personas admiradas y elaboré dos listas: una de posibles y otra de imposibles. Comencé a contactar uno por uno a todos los de mi lista y la mayoría se copó, y fue bueno porque además llegué a personas inimaginables para mí como Stuart Murdoch (Belle and Sebastian) y Pete Doherty (The Libertines)”.
Con un mercado extraordinario de golosinas en nuestro país (“No solo las que encontramos en el kiosco, sino también las silenciadas golosinas artesanales y regionales que en materia de chocolate igualan o superan al más fino chocolate belga”), Natalia se propone con su blog llegar muy lejos: “A mí me gustaría ir al living de Susana, y ojalá esté leyendo esta nota”.
MINIBÍO
Natalia Ghergorovich nació en 1985 bajo el signo de escorpio en el barrio porteño de Villa Pueyrredón, donde aún vive. Empezó la carrera de Letras en 2006, y todavía no se recibió. Trabaja hace ocho años en una agencia de Publicidad No Tradicional para TV. Critica golosinas en Estilo Naná, el primer y único blog de crítica de golosinas de Argentina, y paralelamente intenta combatir las redes sociales en codigoderecuperacion.tumblr.com
Golosinas nacionales
• Caramelo Billiken
• Gotitas de amor
• Marroc
• Bonobón
Golosinas extranjeras
• Petit Écolier – Lu (Francia)
• Kinder Bueno (Italia)
• Pingüino Marinela (México)
• Toppo (Japón)
Opciones para acompañar una golosina
• Con birra
• En primeras y últimas citas
• En paseos
• Con vino
LA NACION