No sabía ni hacer un huevo frito pero pidió ayuda por Instagram y hoy sus stories son un boom
"Nunca imaginé que iba a llegar a tener tantos seguidores y mucho menos la buena onda que me tiran todos. A veces, me llegan mensajes que me llenan el alma, desde decirme que hacen todas mis recetas a contarme que se sienten identificados conmigo porque muestro mis momentos buenos y malos. Es muy loco que gente que no me conoce ni me vio nunca pueda entender mi manera de ser, mi humor y hasta tenerme cariño".
Sofía Crotti (30) cuenta que cuando vivía con sus padres y con su hermana solamente se preparaba el desayuno y algunas veces el almuerzo. Su mamá y su hermana, dice, eran las que preparaban la cena mientras, a veces, ella miraba cómo lo hacían desde la comodidad de saber que no se trataba de una tarea que tenía que desarrollar.
La enfermedad como camino
En 2009 le diagnosticaron linfoma de Hodgkin. En 2013, después de muchas sesiones de quimioterapia, radioterapia y un trasplante, logró entrar en remisión pero, dice, la enfermedad la cambió para siempre.
"Después de enfermarme empecé a darle importancia a otras cosas, a entender lo corta que puede ser la vida y cuánto puede cambiar de un momento a otro. Eso trae muchos miedos, pero a la vez una mirada sobre la vida única. Antes, tal vez, tenía otras ambiciones, hoy me conformo con que mi familia y amigos estén bien y vivir en paz. La transformación duró años y sigue ocurriendo. Mi manera de relacionarme con otros también cambió por completo, siempre expreso mis sentimientos y vivo con la tranquilidad de saber que nunca me quedo con las ganas de dar un abrazo o decir algo", expresa.
Uno de los cambios que experimentó Sofía fue a los 25 años cuando se mudó con su novio (hoy, su marido) y se vio en la necesidad y en la desesperación, como ella dice, de empezar a incursionar de manera activa en la cocina. "Yo almorzaba todos los días en casa sola, así que fui probando cosas nuevas. Me gusta cocinar con muchas verduras y suelo tener algunos platos comodín que repito todas las semanas. A mi marido le toca lavar y hacer las compras, las tareas se reparten 50-50. No me olvido más un día que quise hacer un huevo en el microondas y explotó, creo que todavía seguimos limpiando lo que quedó", se ríe.
@Quepachof
Sin embargo, después de aquella anécdota graciosa Sofía no bajó los brazos ni mucho menos. La cocina no la iba a vencer. Eso, al menos, no estaba en sus planes. De hecho, a partir de ese momento comenzó a probar y a practicar en la creación de nuevos platos a medida que iba recordando como en la adolescencia, en silencio, cocinaba algunas cosas dulces para la merienda familiar.
Mientras tanto, cuenta, armaba muchas historias divertidas en su Instagram personal que tenían mucha repercusión, pero sintió que era momento de separar un poco su vida personal con otro perfil para mostrar su lado más "personaje". De esa manera surgió @Quepachof, con el objetivo de que la gente le pasara sus recetas que "no fallan" y ella las probaba y contaba su opinión.
"Me gustan muchos las tartas, variadas, llenas de verduras"
Sin embargo, de a poquito fue compartiendo recetas propias, las que la ayudaban a resolver la comida de todos los días y le fue apasionando la idea de acercarle a la gente una solución y que supieran que no estaban solos en la tarea de cocinar. "Que a todos nos cuesta, todos nos frustramos, todos estamos cansados y que está bien si sólo querés sacarte de encima la cena y no hacer un banquete digno de revista", cuenta.
En @quepachof Sofía comparte recetas fáciles, ricas y prácticas que, dice, a la gente le dan ganas de volverlas a hacer. "Que tengas todos los ingredientes en tu alacena, nada raro, nada complicado. Y que después la cocina no parezca que tiraron una granada. Me gustan muchos las tartas, variadas, llenas de verduras. Nunca fallan. También están buenas las recetas de cosas dulces o saladas para merendar. Me gusta mucho recibir amigos y preparar cosas ricas y si voy a la casa de alguien también me gusta cocinar algo y llevarlo. Creo que es una gran muestra de cariño. Saliste a comprar ingredientes, cocinaste y limpiaste, todo eso por otro".
El ida y vuelta con sus seguidores
Sofía, que es periodista, dice que muy pocas veces cocina algo específico para su IG y que la mayoría de veces muestra lo que está preparando para almorzar o cenar junto a su marido. "Lo que sí me lleva mucho tiempo es sacar la foto, editarla un poco, escribir la receta y a veces se hace pesado. La gente piensa que es fácil, pero hacer contenido en redes lleva mucho trabajo. Los mensajes los respondo todos e incluso me quedo hablando con varios, es mi parte preferida".
Y todo ese trabajo diario la llevó a tener nada más y nada menos que casi 15.000 seguidores, una cifra que no pasaba por su cabeza cuando arrancó este emprendimiento. "Me gusta el ida y vuelta con mis seguidores, me mandan muchos mensajes contándome de sus vidas y yo me engancho hablando con ellos. Me gusta escuchar sus necesidades y ver que son las mismas que las mías. A veces, cuento que no estoy bien de ánimo y veo que no estoy sola, que todos la pasamos mal por momentos y que está bien decirlo y contarlo. Intento ser muy responsable con lo que muestro en mis redes porque sé la ansiedad que puede causar seguir ciertas cuentas donde ves que todo es perfecto, que tienen la casa toda ordenadita, la cocina inmaculada, los hijos comen brócoli y repollitos de bruselas y se hacen una rutina de belleza con 20 cremas importadas. Esa no es la realidad de la mayoría", afirma.
"Ahh miráaa, esto en casa no lo hacías"
Sofía está convencida que lo mejor que tiene su perfil de Instagram es, precisamente, la relación que tiene con sus fans. "Ya me conocen y saben cómo soy y con qué intención digo las cosas. Me mandan muchas fotos de las recetas que hacen. Me dicen tal torta se volvió un clásico de mi familia y la hacemos para todos los cumples. Para mí, poder entrar a sus vidas de esa manera es algo impensado. Estoy muy agradecida por la buena onda que me tiran, es raro eso en las redes. Mi contenido es 100% para que le sirva a otro".
Sofía cuenta que sus padres y su hermana cada vez que van a su casa le dicen: "Ahh miráaa, esto en casa no lo hacías", aunque están muy contentos y la apoyan en este proyecto. Por su parte, su marido está "chocho" y come todo lo que cocina.
¿Qué objetivos tenes para @Quepachof? "Me gustaría que mi mensaje llegue a mucha gente, que se puede generar contenido sano y relajado en redes. Y en algún momento encontrar una salida laboral en esto. Dar talleres o tener una tienda online con elementos que no pueden faltar en una cocina práctica", se ilusiona.
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