Navidad: ¿cuándo se desarma el arbolito?
Muchas personas discuten sobre la fecha exacta en que se guardan las decoraciones navideñas, ya que depende de las creencias de cada persona
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El árbol de Navidad es un adorno muy característico de las Fiestas, que en la mayoría de las casas se adorna con ornamentos y luces a la espera de los regalos que trae Papá Noel. En diferentes países tienen la costumbre de armarlo y desarmarlo en distintas fechas.
En el caso de la Argentina, la fecha en que se desempolvan las decoraciones navideñas para alegrar los hogares es el 8 de diciembre, el mismo día que se celebra la Inmaculada Concepción de la Virgen.
¿Cuándo se debe desarmar?
El momento en que se debe realizar el desarmado del árbol de Navidad es algo que se discute a lo largo del mundo. Sin embargo, ese día puede cambiar según las creencias de cada persona.
Según la tradición, la fecha correcta es exactamente un mes después, que sería el 8 de enero. En tanto, muchas personas, en especial en nuestro país, toman como referencia el día 6 de enero, la misma fecha en que se celebra la llegada de los Reyes Magos.
Es un día con mucha relevancia para los cristianos, lo que explicaría por qué se lo elige como el cierre de las Fiestas que marca el momento de guardar los adornos navideños. Según la leyenda, los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, visitaron a Jesús días después de haber nacido, el 6 de enero. Llegaron con obsequios de todo tipo para el recién nacido, guiados por la estrella de Belén que anunció la llegada del Hijo de Dios a la Tierra. En la actualidad, se mantiene esa tradición, donde los niños y niñas esperan con ansías regalos en honor al encuentro de Jesús con los Reyes.
Origen del Árbol de Navidad
El árbol de Navidad viene de los países nórdicos, en concreto de las celebraciones del solsticio de invierno. Siglos atrás, los pueblos celtas talaban robles y los llevaban a sus hogares para decorarlos con frutas y velas. De esa forma, buscan de alguna forma “reanimarlos” y asegurar que florecerían durante el verano siguiente. Por eso, el Árbol de Navidad es considerado como una adaptación del árbol de la vida y hasta del universo.
Esa tradición surge de la mitología nórdica, es conocido como Yggdrasil y -en gran medida- representa la cosmovisión de los pueblos en el norte de Europa. En la Antigüedad, también se lo conocía como Frey y era usado para celebrar el nacimiento del dios del Sol y la fertilidad.
Se cree que, durante el siglo VIII, San Bonifacio decidió cortar uno de estos árboles en la localidad alemana de Hesse para que se terminara con la adoración de los dioses que, desde el punto de vista del cristianismo, eran paganos, ya que era una época marcada por la evangelización de Alemania. En su lugar, colocó un abeto al considerarlo más apropiado para el culto cristiano.
Con esta acción, buscaba simbolizar el amor de Dios. Para ello, lo adornó con manzanas, que representaban el pecado original; y con velas, en alusión a la luz de Cristo. Con el tiempo, esas manzanas y las velas se transformaron en luces y bolitas, tal como luce un árbol de Navidad actual. Después se añadieron las guirnaldas y los adornos caseros.
Además, el árbol de Navidad también se trata de un punto de encuentro familiar o solidario, y con un momento de compartida en comunidad en la que se busca dar gracias por el año vivido, algo que es parte de los ejes de esta celebración y de la de Año Nuevo.
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