Esta rockera empezó a tatuarse desde chiquita, cuando a los 14 se hizo de un solo saque dos tatuajes. La cantante suele ir en contra de la corriente y tal vez por eso aseguró que cuanto más chiquito sea un tatuaje, mejor, algo que le vale el fastidio del tatuador de turno. Hoy Militta Bora se está borrando del brazo el nombre de una expareja, pero no se arrepiente de habérselo hecho. Y ahora está a punto de lanzar el video de una canción que compuso a partir de uno de sus tatuajes, que le dedicó al logo de una conocida marca de ropa interior.
¿Cuántos tatuajes tenés?
No sé bien cómo contarlos, si es por cada vez que te tatuás o por figura. Tengo 17. Siempre que hablo con alguien que no tiene tatuajes, le aviso que una vez que se empieza con esto, no se terminá más.
¿Cuál fue el primero?
Me lo hice a los 14. Todavía vivía en Neuquén y tenía unos amigos tatuadores que andaban en moto. Siempre me junté con gente así... Me lo hicieron sin ningún permiso, pero le había avisado a mi mamá, que estaba de viaje, y le insistí tanto que me dijo que sí. Ellos ya se conocían, así que estaba todo bien. Y me hice dos tatuajes juntos. El primero fue una muñeca vikinga en la pierna, una caricatura inspirada en mí, con unos corazones y estrellitas: es superinfantil. Y también me hice un corazoncito rojo chiquito cerca de la clavícula derecha.
¿Qué te dijeron en tu casa cuando apareciste con dos tatuajes?
Vivía con mi mamá y ella viajaba mucho. Tuve una infancia y una adolescencia bastante duras, así que ese no fue un problema. Nadie me decía nada.
¿Cuál es tu tatuaje favorito?
Los dos primeros eran más o menos grandes. Y después me hice otro en la cadera y me lo tapé hace unos años. Me tuvieron que dibujar algo mucho más grande encima. Con el tiempo me di cuenta de que cuanto más chiquito es el tatuaje, mejor. Me gustan más. Los tatuadores no están de acuerdo, te dicen que se termina borroneando. En el brazo izquierdo tengo varios chiquitos juntos, como el ojo de la providencia, el logo de Victoria’s Secret, una lengüita stone... Me gustan chiquitos o las palabritas. Tengo una M, la medalla milagrosa, varias palabritas. De hecho, ahora me estoy borrando uno, de una palabrita... Ya voy por la cuarta sesión láser de borrado.
¿Cómo es ese proceso?
Son ocho sesiones y hay que dejar pasar un mes entre sesiones porque son como heridas y tienen que cicatrizarse.
¿Qué te estás borrando?
Me estoy borrando el nombre de un novio que tuve hace unos años. No me arrepiento de eso.
Defendés el tatuaje de una pareja, ¿hay algo que no te harías?
Ya me hice todo lo que no me tatuaría nunca. Mariposas, color... Eso no me gusta, el color se va desgastando. Imaginate que si tengo el logo de Victoria’s Secret, me puedo tatuar cualquier cosa. No tengo mucho rollo. Podría tatuarme lo que sea, aunque algunos me los hubiera hecho de otra manera o en otro lugar del cuerpo. Hay cosas que no me haría, pero admiro, como el puntillismo o las rosas grandes.
¿Alguna vez tuviste problemas en un trabajo por un tatuaje?
Nunca me hicieron drama por un tatuaje. Igual siento que no me hubiera tatuado el hombro. Este novio que tuve me convenció porque él se había tatuado mi nombre primero. En ese momento no me importaba, pero después me empezó a incomodar porque llamaba mucho la atención. A esta altura igual ya no creo que trabaje en un banco, salvo que sea la dueña. Durante la secundaria sí fue un tema. Hoy es más común, pero fui bastante precoz, de las primeras millennials tatuadas.
¿Ya tenés decidido el próximo?
Todos los años me hago algo. Tengo una daga con una inscripción en latín, una cosa espiritual de protección, pero le quiero agregar una espada medio curva abajo. Soy muy cabulera y espiritual. Siempre estoy atando cabos de todo. Todos mis tatuajes simbolizan algo y marcan algún proceso de mi vida, sea un comienzo o un final. Hay algo del destino o trascendental. Está bueno que sean chiquitos porque siempre los podés arreglar o tapar. Todos me representan, hasta el logo de Victoria’s Secret; no me lo hice porque me guste la ropa nomás. También escribí una canción que se llama así, de la que está por salir el video.