Monoambientes: mínimo espacio, máximo confort
Con ideas ingeniosas y prácticas se puede convertir un departamento de pocos metros en un hogar confortable: muebles, estructuras flexibles y entrepisos resultan clave para ganar funcionalidad. La superficie puede ser escasa, pero de todos modos encerrar un abanico enorme de posibilidades.
Los monoambientes son las unidades que hoy más se construyen (hay un gran mercado que los compra como inversión) y también las que más rápido se alquilan. Además, resultan perfectos como primera vivienda de soltero.
Según el informe de Reporte Inmobiliario, entre 2012 y 2016 el 44,7% de los departamentos construidos en la Capital Federal fueron de un ambiente, mientras que entre 2002 y 2011 representaban menos del 30% de las unidades nuevas. "La clave está en cómo los estudios de arquitectura deben diseñar, junto con los desarrolladores, soluciones que garanticen más calidad de vida por metro cuadrado, maximizando el uso del espacio", asegura Néstor Curland, de Zentrum Developers.
"Lo central es contar con un diseño interior inteligente: la flexibilidad del mobiliario es la premisa principal para adaptarse a cada una de las necesidades de sus habitantes. Por ejemplo, una pared con una cama que aparece sólo cuando se la requiere y, cuando no, amplía el ambiente y lo integra al resto; o espacios de guardado que se fusionan con la estructura pasando totalmente inadvertidos", describe Horacio Mazza, también de Zentrum. Así, incluso, la unidad puede ser oficina de día y hogar de noche, tal como los millennials demandan.
En este sentido, definir lo que no deseamos que esté a la vista es el eje para ganar comodidad. Además del truco de la cama oculta en el muro, la cocina es otra zona que conviene camuflar. "El espacio de lavado y los fuegos se pueden disimular, así como el lavadero, a través de un sistema de placar llamado Finetta. Hasta puede cumplir la función de vestidor porque, cuando queda abierto, sus puertas desaparecen por completo", explica Fernanda Smith, gerenta de Marketing y Producto de Häfele.
Cuando más puede ser más
En los departamentos antiguos, el lugar de guardado suele ser escaso y por eso lo más recomendable es apelar a la construcción en seco para generarlo. "Mediante tabiques se pueden realizar muebles, placares, estantes y hasta espacios de archivo de manera muy sencilla. La clave está en poder aprovechar el espacio y adicionarle la función de guardado. Los bajo escaleras, las bauleras suspendidas sobre puertas y los estantes arriba de los escritorios son ejemplos que tienen esa doble función", observa Silvano Cantón, gerente de Marketing de Barbieri.
Mónica Kucher, líder de Arquimadera, propone cambiar la mirada y ver "los condicionantes del espacio -entrepisos, escaleras y más- como aliados a la hora de querer determinar usos". No hay que forzar el lugar, dice, sino lograr que fluya: "Por eso apelamos a la ergonometría y la pureza geométrica, creando módulos como objetos funcionales".
"A los muebles flexibles se puede adicionar un sistema de panelería que se encastra sobre rieles; entonces, cada espacio se moviliza y cambia de acuerdo con lo que su dueño necesite en cada momento del día. La flexibilidad es lo más valorado. Hay que tener en cuenta que muchas veces estos departamentos se compran para vivienda de solteros, pero también evolucionan para ser el primer hogar de convivencia de una pareja en la que, en algunos casos, los dos hacen home office", observa el arquitecto Víctor Zabala, director del estudio que lleva su apellido.
Para este profesional, si se busca una unidad de pocos metros, hay que evaluar que cuente con balcón amplio, pues "se puede cerrar y ganar un ambiente más que se integra en el interior. Otra opción, que hoy ya se plantea desde el desarrollo, es que tenga parrilla para disfrutar de exteriores, y doble altura, con un gran muro vidriado que magnifique su luminosidad. Si vivís en 30 m2, pero tenés vista a un gran jardín, eso mejora tu día a día".
"En los monoambientes con doble altura aparece un par de variables arquitectónicas que los vuelve atractivos: la posible subdivisión y la luminosidad. Poder agregar entrepisos es uno de los requisitos más valorados", señala Manuel Mel, gerente Comercial de Mel Propiedades.
Para armar los entrepisos, el steel framing es una solución muy usada: son livianos y no requieren columnas adicionales, ya que se pueden fijar a las paredes existentes. "Así se optimiza el espacio de uso por debajo. Además, los tabiques tienen menor espesor que los de la construcción húmeda y brindan mayor comodidad", observa Cantón.
También hay que pensar en su uso, porque ayudará a definir qué tipo de escalera instalar. Una vez más, las estructuras de acero pueden servir como modo de acceso y hasta usar el bajo escalera para tener un toilette extra. "En cambio, si solo se lo empleará de modo ocasional, la escalera con escalones opacos y alternados puede ser la variable para dividir ambientes. Otra opción son las rebatibles tradicionales que se usan para subir a los áticos", describe el experto de Barbieri.
Un gran dato para tener en cuenta en los monoambientes es la aislación. Cuando se crean estructuras con el sistema de steel frame para las divisiones, "lo ideal es buscar el máximo desempeño térmico y acústico del lugar agregando materiales como lana de vidrio y poliestireno expandido dentro de las paredes", propone Adrián Cabre Bassas, CEO de Galvylam.
"Es importante que el piso del entrepiso tenga aislación acústica, para no molestar a quien puede estar trabajando en la planta baja. Por eso, las placas Gifafloor ofrecen reducción de ruido por impacto", suma Marilita Giuliano, arquitecta, especialista en acústica y jefa técnica comercial de Knauf.
Para que las soluciones aparezcan sólo es cuestión, entonces, de abrir el abanico.
El color como aliado
"Si se dispone de pocos metros y se le quiere dar amplitud al hogar, se recomiendan los tonos claros, en la gama de los blancos y grises. Un ambiente pintado con colores luminosos reflejará más la luz y siempre parecerá más grande que uno oscuro. Los tonos frescos y pasteles son ideales", recomienda la arquitecta Virginia Domínguez, analista de marketing de Alba.
Según la especialista, otro tip muy útil es "pintar de un mismo color techo y paredes, provocando una sensación de continuidad de los ambientes, y dejando espacio al uso de tonos fuertes y llamativos para la decoración, por ejemplo, a partir de objetos que actúan como puntos focales".
Pero que el espacio sea escaso no es sinónimo de estar obligado a pintar indiscutiblemente de tonos claros. El color puede ser un socio crucial si está aplicado estratégicamente. "Los metros no son un impedimento a la hora de elegir paredes que se destaquen. Lo importante es combinar los tonos intensos con otros suaves en el mobiliario, lo que otorga calidez y tranquilidad. También es una herramienta para crear límites inteligentes entre las distintas zonas que conviven dentro de la unidad. Delinear el rincón de descanso del de cocción a partir del uso de la pintura es una posibilidad", explica Domínguez.
Cuántos metros
La mayor oferta hoy es de monoambientes que oscilan entre los 35 y los 40 m2. "Los que superan esta medida suelen presentar valores muy similares a los de un dos ambientes, que son los que finalmente terminan siendo elegidos. Las unidades de uno que tienen más de 50 m2 son utilizadas como apto profesional u oficinas, que incluso pueden llegar a los 100 m2 y permiten hacer divisiones para salas de reuniones", aclara Manuel Mel, gerente Comercial de Mel Propiedades.
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