Les traemos excelentes datos para disfrutar en y desde el norte de nuestro país.
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SALTA
Francisco Gómez Paz
“Ganar el Compasso D’Oro por ‘Eutopia’ el año pasado fue como haber ganado un Oscar con una película filmada con un celular en Cachi”, nos dice el diseñador industrial Francisco Gómez Paz, quien desde hace 1999 alterna sus días entre Milán y su Salta natal. Desde que ganó el premio más codiciado del diseño industrial por primera vez en 2011 por la lámpara ‘Hope’, proyectada en conjunto con Paolo Rizzatto para la firma Luceplan, Gómez Paz entró en un círculo de consagrados.
Esta segunda vuelta tiene algo distinto. “Es la satisfacción más grande de mi carrera. Si el sueño de mi vida lo conseguí con ‘Hope’, a este nuevo premio se le suma toda una dimensión argentina: se puede hacer algo de extrema calidad acá, y sin el apoyo de la industria. ‘Eutopia’ se concibió y se produjo en absoluta soledad, de principio a fin, en Salta, con las dificultades que conlleva hacer algo desde las márgenes, si bien hace años trabajo con empresas de diseño globales. Creo que gran parte del desafío es hacer algo como fuente de desarrollo económico y social, porque de diseños meramente culturales está lleno”.
Hecha en madera kiri, sin clavos ni tornillos, ‘Eutopia’ pesa solo 1800 gramos y soporta más de 100 kilos. Es lo que suele impactar en las crónicas. Y lo que tan bien queda reflejado en las fotos tomadas en las salinas, esas que, si se mira un poco más, también revelan la soledad del proceso creativo y el lanzamiento de la criatura más allá de las fronteras. Porque, que quede claro, ‘Eutopia’ es un signo de su tiempo. “En mis charlas con alumnos de diseño, siempre les decía que, con las nuevas tecnologías digitales y las redes sociales, se puede hacer un producto extraordinario y darlo a conocer al mundo. En ese sentido, para mí esto es la comprobación de esa tesis y parte del galardón: se premió la lectura de la época. También hay un mensaje para las firmas que corren el riesgo de fosilizarse al supeditar la invención a lo comercial: si bajás la calidad creativa, los independientes te van a salir a competir”.
Kkala hotel boutique
Uno de los mantras de la hotelería es el famoso “location, location, location”, algo que no le falta al hotel boutique Kkala. Pero a no pensar que lo decimos porque está sobre la Plaza 9 de Julio. Es más, uno de sus principales atractivos es tener como base una casa de familia en pleno barrio residencial de Tres Cerritos. Acá no se está ni en el caos, ni aislados. De hecho, el hotel queda a cinco minutos de los principales atractivos turísticos. Las Higueras 104.
"El concepto que se trabajó desde el interiorismo fue crear espacios amplios, cómodos y alegres", nos cuenta su dueña, Alejandra Terrado.
Malena & Ana
Nuestra visita a Salta nos deparó otra feliz sorpresa: el encuentro con "Las López", las imparables hermanas Malena y Ana López Sanabria, con un largo y fructífero recorrido en la ambientación de casas, comercios, eventos, oficinas y hoteles.
Después de haber tenido durante siete años un espacio cerca de la Plaza 9 de Julio, en 2018 tomaron una antigua vivienda de barrio y la convirtieron en una caja diáfana, no enteramente continua (pero casi) para que no se perdiera la sensación de recorrer distintos ambientes de una casa verdadera. No dejen de visitarlas: además de tentarse con algo bello (imposible resistir), se van a llevar una gran carga de simpatía y hospitalidad salteña, otra riqueza autóctona. Aniceto Latorre 1297, esq. Bolívar, Barrio 20 de Febrero.
“El local está montado como una casa (con cocina, patio y todo), de modo de ofrecer algo para cada espacio”.
Las Durrieu
De tanto observar, el ojo se les fue entrenando a Germana y María Victoria Durrieu. Crecieron en una chacra en Río Negro donde veían cómo su padre hacía muebles artesanales con madera y cuero y su madre trabajaba en cerámica. Así forjaron la esencia emprendedora y el gusto por lo artesanal que despliegan en Las Durrieu, tienda de decoración que fundaron hace unos cinco años. En un espacio de estilo rústico y elegante se nota el oficio para combinar lo que se usa hoy con objetos antiguos que ellas buscan especialmente y que, una vez restaurados, se vuelven piezas únicas.
Cómo no va a ser el Norte argentino tierra de diseño, con estos paisajes. Acá, el link a una casa maravillosa que visitamos en Cafayate.
JUJUY
El Manantial del Silencio
Pionero en la hotelería boutique norteña, El Manantial del Silencio lo revela todo con su nombre. Aunque hayamos llegado hasta allí sin otro motivo más que aprovechar la propuesta más completa de Purmamarca, enseguida las revoluciones (y las voces) bajan.
Las habitaciones de elegante austeridad no tienen televisor ni frigobar, sí camas grandes y comodísimas, techos de cuatro metros de alto con caña vacía sobre fuertes vigas de madera y la compañía de antigüedades de familias tradicionales de la zona, como muchos de los ángeles arcabuceros en elaborados marcos dorados, clásicos de la escuela cuzqueña de pintura, que terminan de transportarnos. Pero no todo es frugalidad. Su restaurante, al mando del chef Sergio Latorre, es un punto de peregrinaje para los amantes de la cocina andina en particular y de la muy buena cocina en general.
Amplitud, muros gruesos, techos altos, aberturas protegidas por galerías y la frescura de los pisos hechos a la antigua usanza en la localidad de San Carlos.
Illari Puna
La antropóloga jujeña Magdalena Sánchez de Bustamante investiga desde hace años las comunidades campesino-indígenas pertenecientes a la cultura andina que habitan las tierras altas de la cordillera de los Andes en la zona del Altiplano o Puna. “Me comprometí a trabajar con los tejedores y tejedoras para lograr posicionar sus tejidos en los mercados internacionales que aprecian este tipo de tejidos: que son conscientes de su riqueza cultural, y que buscan productos elaborados con materia prima natural, que no daña el ambiente”. De esa convicción profunda nace el emprendimiento Illari Puna, que vale la pena conocer y disfrutar.
Guadalupe Miles
Exploradora desde siempre, tanto en el terreno cultural y humano como en el de la fotografía, nos encontramos con la artista Guadalupe Miles en su refugio de Bárcena/Volcán. Entre tantos proyectos, nos sumergimos, por empezar, en el que lleva años realizando con comunidades aborígenes del Chaco. Y luego nos deslumbramos con la serie “de la Selva”, que viene desarrollando internándose regularmente en la espesura más cerrada.
"La selva tiene el verde y el agua, una abundancia sin límite, una exuberancia que te da una percepción distinta sobre la naturaleza, en la que no hay separación con los humanos".
"Hice parte de la serie ‘de la Selva’ en el Parque Nacional Baritú, la selva más virgen del país, donde viven los jaguares. Significó mucho, simbólicamente, estar en su territorio".
UNCU Espacio
A media cuadra de la plaza de Tilcara, las diseñadoras Lucía Cobian y Candelaria Aaset abrieron Uncu, una tienda que reúne una selección bellísima de los textiles de la cooperativa Hijas de la Luna, joyería y cestería artesanal de estética contemporánea y los vestidos que ellas mismas crean. Todo lo que tienen y hacen es de un gusto exquisito. ¡Parada obligada! Belgrano 655.
"Con el tiempo, nuestra intención es retomar las antiguas tipologías americanas y renovarlas en diseños simples, atemporales, ecológicos y dentro de una paleta de colores acotada."
Candelaria Aaset, diseñadora y socia fundadora de Uncu Espacio
Hotel Huacalera
Inmerso en la Quebrada de Humahuaca y a escasos kilómetros de Tilcara, el hotel Huacalera se transformó en un inesperado ámbito de diseño.
Si da gusto divisar su silueta neocolonial en medio de los cerros, poco prepara para el impacto de los interiores pensados por Carlos Gronda y Arturo de Tezanos Pinto . Pero, no hay que olvidarlo, estamos muy cerca de la Quebrada de Humahuaca, donde el color está impreso en la tierra y en las manifestaciones de los hombres.
"La premisa era desestructurar, quitar rigidez, actualizar, y recurrimos a los colores del Norte para jugar en estos espacios tan amplios"
Arqs. Carlos Gronda y Arturo de Tezanos Pinto
“En el pasillo, en vez de colocar una alfombra larguísima, pintamos los varejones del techo para sorprender en un acceso que plantea todo un paseo”.
La visión de los nuevos dueños era osada (un entorno como éste no grita precisamente “hotel de diseño”). Por eso, la elección de los arquitectos fue la indicada para lograr un equilibrio interesante entre vanguardia y tradición.
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