Quedó maravillada por las playas, la arquitectura y la calidez de la región, pero un embalse oculto en la naturaleza se transformó en su rincón favorito de España.
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Un día, llegando al “Caminito del Rey”, una travesía muy conocida en la región de Málaga, España, Josefina Álvarez descubrió un lugar increíble, que irremediablemente conquistó su corazón. Entre la magnífica flora, ante ella emergieron aguas turquesas de un color que tocó sus fibras más profundas hasta emocionarla. La argentina, no podía creer el paisaje que se había desplegado ante sus ojos.
“Una maravilla”, se dijo. Había arribado al embalse del Conde de Guadalhorce, popularmente conocido como “El Chorro”.
La llegada a Málaga
Josefina jamás olvidará su llegada a España. Dejar Argentina, junto a su marido e hijos, había sido difícil y en su corazón se balanceaban sensaciones contradictorias, aunque estaba ansiosa por hallar en su nuevo destino un lugar que pudiera llamar hogar.
Era invierno y, aun así, Málaga los recibió con su mejor semblante en un marco de días de soles espléndidos, una rambla soñada y la amabilidad de las personas, que les significó el mejor abrazo de bienvenida. “Fue una llegada mágica”, rememora.
Su nuevo hogar los aguardaba en Mijas, un municipio de la provincia de Málaga situado en la Costa del Sol, una comunidad que se había transformado en un punto de interés turístico de importancia internacional por sus bellas playas, su arquitectura de construcciones blancas recortadas en el azul del cielo, y su característico estilo andaluz, tan pintoresco: “Lo primero que me sorprendió fue la calidez de la gente, un buen humor que es contagioso. Me maravilló el orden, la limpieza y la prolijidad de las playas”.
Pero, a pesar del atractivo de las playas y la ciudad, a Josefina ningún lugar le despertó tantos sentimientos intensos, como aquel embalse que parecía escondido.
El embalse del Conde de Guadalhorce, “El Chorro”: un lugar donde se respira libertad
Desde el descubrimiento, en algún domingo de cada mes, Josefina Álvarez emprende una pequeña travesía hacia su rincón favorito en Málaga. Siente que lo necesita para abrazar una libertad que a veces parece perdida. La vida diaria con sus pormenores, las rutinas tantas veces agobiantes y una pandemia que no quiere ceder, opacan una energía que allí, en El Chorro, recupera su poder.
En “El Chorro”, la argentina respira hondo, se deja envolver por el exquisito aroma a romero y tomillo que desprende la vegetación, y avanza por los senderos, sin rumbo fijo, hasta perderse en la naturaleza.
“Todo en su conjunto tiene un poder de atracción único”, cuenta con una gran sonrisa. “Aguas turquesas, paisajes de ensueño; lo que más amo son los caminitos, ideales para recargar esa energía perdida. Es un lugar especial, que me genera un sentimiento único de libertad”.
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Cómo llegar: Desde la ciudad de Málaga hay que tomar la ruta A-357 en dirección Campillos, y desviarse en la segunda salida de Ardales, en dirección embalses por la ruta MA-5403. Pasado el kilómetro cinco hay que enlazar con el Camino de Servicio de las Presas del Guadalhorce. Allí hay que buscar el cartel del Camping Parque Ardales. A pocos metros, del lado izquierdo, hay otro cartel con una piragua amarilla-naranja, que marca el comienzo del embalse del Conde de Guadalhorce.
Actividades: Se puede disfrutar del Caminito del Rey, el Puente Caminito del Rey, las ruinas de Bobastro, las cuevas de Ardales, realizar actividades acuáticas, senderismo, parapente, escalada, avistamiento de aves, así como visitar las termas de Carratraca, el museo de Ardales y degustar la gastronomía típica de la región.
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Si conocen Málaga y tienen su rincón favorito en la región, nos encantaría que lo compartan en los comentarios.
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En breves postales, “Mi Rincón Favorito” es una sección que invita a todos los argentinos (de acá y del mundo) a compartir su lugar preferido en el suelo que hoy habitan y tan bien conocen, ya sea un paisaje, un museo, un restaurante, o un rincón perdido. Tal vez, entre todos, podamos descubrir un poco más de la Argentina y el resto del planeta. Si tenés un rincón favorito para compartir podés escribir a mirinconfavoritoLN@gmail.com.
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