“Mi descanso”: cómo es la impresionante casa con vista al mar en la que creció el príncipe Felipe
Ubicada en una isla frente a la costa noroeste de Grecia, fue la residencia del duque de Edimburgo durante sus primeros meses de vida
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LA NACION
Tras la muerte del príncipe Felipe, muchos recuerdos de la familia real británica regresaron para hacer distintos homenajes en su despedida. Entre ellos, resurgieron una serie de fotos y videos de la infancia del duque de Edimburgo y de algunos momentos compartidos con su esposa, Isabel II. Ahora, se mostraron imágenes de la impresionante casa con vista al mar en la que Felipe vivió cuando era un niño, durante sus primeros meses de vida.
El joven príncipe de Grecia y Dinamarca nació en 1921 en Corfú, una isla frente a la costa noroeste de Grecia. Allí, sus padres, el príncipe Andrés de Grecia y la princesa Alicia, vivían en una impresionante villa del siglo XIX llamada Mon Repos, que en francés significa “Mi descanso”.
El palacio es una propiedad ubicada en el bosque de Paleopolis, en Grecia, y tiene una vista impactante: desde varios puntos de la casa se puede contemplar el mar, lo que la convierte en una vivienda con una ubicación soñada. En las fotos de Mon Repos que publicó Hello Magazine! puede verse la imponente fachada, con pilares palaciegos, que es lo primero que notan los huéspedes cuando ingresan por el camino que los lleva hasta la casa. Mientras que las ventanas resguardan la privacidad devolviendo una imagen oscura al exterior, la exuberante vegetación colabora a generar un clima más intimo para los habitantes de la casa.
En esta antigua y lujosa residencia es donde Felipe vivió con su hermana mayor Sophie hasta los dieciocho meses. Antes, la casa había sido la residencia de verano de Frederick Adam (Lord Alto Comisionado británico de los Estados Unidos de las Islas Jónicas) y su esposa, Diamantina Palatino. La pareja disfrutó de días calor a la sombra de Mon Repos entre 1828 y 1831. Actualmente, la casa funciona como museo, y que cada año lo visitan miles de fanáticos de la realeza para reconstruir distintas historias.
Aunque no está claro que la decoración se haya mantenido como era cien años atrás, hoy la casa muestra techos altos, paredes blancas y pisos de madera, mientras que los enormes ventanales inundan el interior con luz natural.
En el pasillo central del palacio se puede ver un impactante candelabro de cristal y una baranda de hierro con diseños decorativos que resguardan la escalera. Además, la decoración que se exhibe incluye muebles de madera, fotografías enmarcadas y delicadas piezas de iluminación que realzan cada rincón de la casa.
“Una compilación para conmemorar la extraordinaria vida del duque de Edimburgo, único por su gran experiencia y la generación de la guerra de la que formó parte. Con palabras del poeta laureado Simon Armitage”, se puede leer en la primera placa del video de más de dos minutos de duración que compartió la realeza tras el fallecimiento de Felipe. Entre las imágenes, que muestran su participación en la Segunda Guerra Mundial, la adultez y la vejez del hombre que acompañó a la reina Isabel II por más de 73 años, también aparecen algunas fotos que recorren su infancia en la isla griega Corfú, en la época en la que Felipe vivía en Mon Repos.
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