Meghan y Harry: polémica por los costos de remodelación de su nueva casa

Cuando se casaron, Meghan y el príncipe Harry se instalaron en el Palacio Kensington, a poquísimos metros de Kate y William . Pero en abril anunciaron que cuando naciera su hijo, Archie, se mudarían a la propiedad del Castillo de Windsor. La elegida fue el Frogmore Cottage del siglo XIX, ubicada en el terreno de la reina. Antes de que llegaran, la casa fue renovada en un periodo de seis meses por un costo que llamó la atención en el Reino Unido.

Nuevo cableado eléctrico, reemplazo de techo defectuoso y vigas de piso, nuevos sistemas de calefacción y nuevas redes de gas y agua, fueron algunos de los arreglos más importantes en los que la familia real ya pensaba invertir antes de que la pareja decidiera su destino. Aunque con la inminente llegada de Meghan y Harry se agregaron Ítems a la lista que sumaron en total 2.4 millones libras, unos 3 millones de dólares.

Según informó el martes el Palacio de Buckingham, no todo fue cubierto con el dinero de los contribuyentes. La suma, parte de la "subvención soberana" anual, financió la transformación del Frogmore Cottage en una sola vivienda (antes eran cinco), mientras que la pareja real, el duque y la duquesa de Sussex, pagaron por los muebles y accesorios.

"La infraestructura obsoleta fue reemplazada para garantizar el futuro de la propiedad a largo plazo", explicó Michael Stevens, el encargado de la "Privy Purse" (ingreso privado soberano) y responsable de las cuentas reales. Es decir: cocina, baños y suelos fueron pagados por los impuestos, mientras que cortinas, muebles y adiciones como el estudio de yoga corrieron por cuenta de los fondos privados de la pareja.

REUTERS

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