En el mes de mayo último, el estilista -radicado en Punta del Este- habló con LA NACION sobre una condena por “insolvencia fraudulenta”, contó cómo era su vida en Uruguay y adelantó que viajaría a Buenos Aires para tratar sus problemas de salud
- 5 minutos de lectura'
Esta semana, tras aceptar su culpabilidad en un juicio abreviado, Roberto Giordano (75) fue condenado a tres años de prisión por “insolvencia fraudulenta”. El peluquero, que se encuentra radicado desde hace años en Uruguay, se declaró culpable ante el juez Jorge Alejandro Zabala, de crear empresas falsas y utilizar testaferros para ocultar bienes y evitar el embargo por la Justicia. “Yo no quiero hacer declaraciones”, fue la primera respuesta del estilista ante el llamado de LA NACION. Sin embargo, de inmediato, accedió a hablar sobre su presente y la decisión judicial:
“Estoy en Uruguay con mis afectos, mis hijos y mis nietas uruguayas. Estoy con un problema de salud que me voy a tratar en Buenos Aires. Por suerte puedo dar vuelta la página y estoy muy bien”, comienza a conversación.
-¿Qué problemas de salud tiene, Roberto?
-Me van a hacer un cateterismo el martes en el Instituto de Diagnóstico para ver cómo están las arterias. Posiblemente me hagan otro stent más (sic). Yo tengo tres bypass... Acá en Uruguay tengo una cardióloga que me controla pero todos estos estudios me los voy a hacer allá, en la Argentina.
-¿Repercutió en su salud la decisión de la Justicia o la esperaba?
-Yo me declaré culpable porque quise dar vuelta la página, no mirar más para atrás, mirar para adelante. No pensar en lo económico y cuidar mi salud.
-¿Cómo lo afecta económicamente la decisión judicial?
-La salud es lo más importante. Yo lo que necesito ahora es que me den bien los resultados de los estudios en la Argentina porque la médica que me atiende acá me manda para allá. Pero estoy muy bien con mi hijo que vive acá. Él trabaja muy bien y estoy con él en su casa. Y voy a pensar siempre que la página hay que darla vuelta. Yo ya lo hice. Lo económico va y viene. Aparte todas las propiedades las había comprado hace 30 años... ¡Hace 30 años! La Argentina va 30 años para atrás. Es normal. Yo tenía 500 empleados, hice un emporio y ahora di vuelta la página.
-¿Quedó resentido con la Argentina?
-No, la Argentina me dio todo. Yo amo la Argentina. Yo estoy acá en Uruguay por los afectos. La Argentina va a salir adelante, confío en Milei y que la Argentina va a crecer. La Argentina tiene que tener justicia social... todo. Yo amo a mi país y va a salir adelante. Si cambian las leyes laborales va a ser maravilloso. A mí me tocaron las leyes viejas, pero la Argentina nueva... A mí me tocó el kirchnerismo que el empresario tenía que morir, pero bueno con la Argentina nueva viene un empresario nuevo. Lo económico no sirve, no te llevás nada. Lo importe es la salud. ¡Vamos por una Argentina nueva!
-Dice que lo importante es la salud, que la plata “va y viene”, pero fue juzgado por manejo fraudulento de sus bienes...
-(interrumpe) No, no. No. Eso hay que hablarlo con mis abogados. Yo no voy hacer ninguna referencia al pasado, yo di vuelta la página. El que se sintió afectado es su problema. El tema legal lo manejan ellos, yo solo hablo del tema salud y que para mí lo más importante es que di vuelta la página y que soy argentino y amo la Argentina y quiero que a Milei le vaya bien.
-¿Quién lo acompaña en Uruguay?
-Acá está mi hijo Luciano, con mis nietas Pía y Lara. Mi mujer va y viene porque ella pinta, eso le encanta y tiene compañeras de pintura. Yo soy residente uruguayo hace 20 años.
-¿Es feliz allá?
-Estoy muy contento, muy feliz.
-Habiendo sido una figura tan reconocida en la Argentina, ¿le pesa vivir en otro país?
-No, no extraño para nada. Extraño a mis afectos, a mis hijos que están dos allá. Pero no extraño para nada, porque todo el glamour yo lo tengo adentro. Lo vivo permanentemente. Mis grandes desfiles, mis grandes movimientos, cuando camino [por Uruguay] el agradecimiento es total.
-¿Lo reconocen en la calle?
-Sí, un reconocimiento total. Además, me hicieron una placa de recordatorio por todo lo que yo hice por el Uruguay. Es un país maravilloso porque voy caminando y todo el mundo me dice “¿Cómo le va Giordano?”, “sus grandes desfiles”, “¿cuándo vuelve?”...
-¿Y piensa volver a la Argentina?
-No, no pienso volver. Mi vida va a ser acá. Si vuelvo, voy de visita a ver a Boca que es mi pasión cuando haya [partidos con] público porque tengo un palco en la Bombonera, abajo del palco de Maradona, con unos amigos de toda la vida. Entonces, para mi Boca querido sí, pero nada más.
LA NACION se comunicó con el abogado Diego Carbone, que defendió a Giordano en la causa. Explica el letrado: “Giordano renunció a la posibilidad de ser declarado inocente -aunque para mí tenía altas chances de conseguirlo porque le imputaban haber creado sociedades en los 90- declarándose culpable. Básicamente lo hizo para evitar que sus parientes sean declarados culpables. Estaban en la causa su mujer y otros familiares. Negoció una pena muy baja en suspenso, no va a ir preso e incluso está contemplada la posibilidad de que él siga viviendo en Uruguay”.
La maniobra atribuida al estilista consistía en crear empresas falsas y utilizar testaferros para ocultar sus bienes y evitar que fueran embargados por la Justicia. Giordano posee una sentencia previa a dos años por una causa similar (y que se encuentra unificada con esta causa) que se encuentra pendiente de confirmación por la Corte Suprema de Justicia.