“Me casé con un monstruo”: descubrió que su marido tenía 7 parejas y 13 hijos
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Mary Turner Thomson vivía un cuento de hadas. Se había casado con Will Jordan, el hombre al que amaba, y había tenido dos hijos con él. Su marido era cariñoso y la trataba bien, hasta que un día Mary descubrió la verdad. Había sido engañada durante años por un estafador que tenía familias paralelas que incluían cinco novias, dos esposas y 13 hijos.
“El hombre al que me había comprometido a ‘tener y retener’ resultó ser un monstruo que no solo estafaba a mujeres por dinero, sino que las torturaba y maltrataba psicológicamente toda su vida, paralizándolas mental, emocional y económicamente solo para divertirse”, relató Mary, de 55 años, días antes del lanzamiento de su libro El psicópata, que este lunes 1 de marzo saldrá a la venta.
En el texto explora cómo las mujeres cariñosas y empáticas son engañadas por psicópatas como Jordan y profundiza en los métodos que este tipo de personas usan para atrapar a sus víctimas, según informó el Daily Mail.
Engaños desde el primer día
La pesadilla comenzó como un sueño romántico en el año 2000, cuando ambos se conocieron a través de Internet. Los dos tenían 35 años. Ella tenía una hija de un año y estaba recuperándose de una relación fallida, pro lo que esperaba encontrar un amor con un hombre que fuera cariñoso y la tratara bien. El estadounidense Will Jordan parecía ideal.
“Usó el tipo de técnicas que usan los líderes de las sectas y los abusadores, llenándome de amor desde el principio, incluso antes de que lo conociera”, observó Mary. “Cuando comenzamos a hablar en línea, me envió correos electrónicos largos y fluidos sobre su pasado y sobre la persona que era, y le conté mis sueños y aspiraciones. Escribíamos tres, cuatro, cinco veces al día. Se volvió intoxicante. Me dejé llevar por el romance”.
Incluso, Jordan utilizó una técnica llamada gaslighting para desequilibrar a Mary. La dejó plantada en un viaje que iban a hacer juntos a Londres. Ella estaba totalmente furiosa y decidida a dejarlo, pero él hizo su movida. “Era Nochebuena y me regaló un osito de peluche con una cinta con un anillo de diamantes. Me desconcertó por completo“, narró Mary al recordar cómo le pidió matrimonio el hombre.
Jordan también le hablaba de sus intimidades y llegó a mentirle para ganarse su simpatía al decirle que era infértil. “Se sintió bien que un hombre me hablara tan abiertamente sobre sus sentimientos. Su infertilidad lo convirtió en una perspectiva mucho más adecuada, ya que yo ya tenía un hijo y quería una figura paterna en su vida. Todo fue fácil y totalmente falso”, sostuvo Mary.
En 2002 se casaron y tuvieron dos hijos, pero las mentiras continuaron. Jordan convenció a Mary de que trabajaba para la CIA y con eso excusaba sus ausencias para ver a su otra familia. La manipulación llegó al punto en que le decía a Mary que había personas que querían secuestrar a sus hijos. “Suena descabellado, pero me dio pruebas, incluidos los cheques de pago. Estaba en un estado constante de pánico y creía que él era la única persona que podía mantenernos a salvo“.
El momento de la verdad
Cuatro años después de lo que Mary asumió que era un matrimonio feliz, una llamada telefónica cambió su vida. Una mujer se presentó como la otra esposa de su marido y reveló que había tenido cinco hijos con él. Conmocionada por la doble vida de su esposo, Mary se horrorizó al descubrir que también había sido víctima de una estafa financiera. Jordan había falsificado su nombre en varias tarjetas de crédito, y acumulaba deudas por 56.000 libras esterlinas (78.000 dólares). Hasta la había persuadido para vender su casa y con ese dinero pagar un rescate para evitar que hombres peligrosos asociados con su trabajo en la CIA secuestraran a sus hijos.
Totalmente quebrada y con deudas abrumadoras, Mary decidió averiguar más sobre los engaños de Jordan. “Me había estado diciendo mentiras descaradas. No solo ya tenía al menos seis hijos cuando lo conocí en 2000, sino que tanto su esposa como la niñera de su esposa estaban embarazadas de él en ese momento. También descubrí que era un delincuente sexual condenado y que tenía cinco novias, dos esposas y 13 hijos”, reveló Mary.
Cuando el hombre se enteró de que Mary sabía la verdad, no sintió ningún remordimiento ni culpa. “Nunca se disculpó ni asumió la responsabilidad, pero continuó diciendo que todo se explicaría a tiempo”, relató la mujer. Incluso, le pidió que tuviera fe en él, pero esa vez no funcionó. “Su hechizo sobre mí se había roto”.
Condenas y liberación
En noviembre de 2006, Jordan aceptó sus delitos: bigamia, obtención de fondos mediante engaño. Además, admitió que no se había registrado como delincuente sexual y que poseía una pistola paralizante.
“Entonces supe que era un psicópata: parecía aburrido en el tribunal, como si le estuvieran multando por estacionamiento, y cuando fue sentenciado no hubo un atisbo de emoción. Sus ojos estaban muertos“, recordó Mary, quien inmediatamente escribió su primer libro sobre su experiencia, El bígamo.
Pero a los dos años y medio, Jordan fue liberado y deportado a Estados Unidos en 2009.
Tan solo siete meses después, otras víctimas se comunicaron con Mary. Una había quedado embarazada y se había quedado sin casa luego de conocer a Jordan, y otra mujer que tenía una hermana con síndrome de Down contó que el hombre había dejado a su familia arruinada financieramente. “Usó cínicamente una fotografía de la hermana con síndrome de Down para jugar con la simpatía de su próxima víctima, diciendo que estaba cuidando a la hija de su novia”, detalló Mary.
Jordan continuaba con su vida como aprovechador, hasta que en 2014 llegó la oportunidad de atraparlo, cuando la enfermera estadounidense Mischele Lewis, de 36 años, se puso en contacto con Mary. Las dos mujeres idearon un plan para que Mischele grabara en secreto a Jordan con una cámara oculta que se usaba como botón hasta que él confesara haberla estafado. La idea funcionó y la policía lo arrestó. El hombre volvió a ser encarcelado, pero nuevamente fue liberado en 2017.
Un libro para detectar psicópatas
Entonces, Mary se dio cuenta de que la mejor manera de detenerlo era escribir un libro basándose en sus propias experiencias y enseñando a las mujeres cómo detectar los signos reveladores de un depredador como Jordan. “Pensé que debía haber algo mal en mí para convertirme en un objetivo, pero descubrí que obtengo una puntuación alta en la escala de empatía, y Will Jordan se enfoca en las mujeres que son empáticas, probándolas desde el principio para ver si sienten pena por sus relatos sobre una infancia terrible”, describió Mary.
“Estas mujeres tienden a trabajar en profesiones asistenciales y son en su mayoría madres solteras, que carecen de sueño, por lo que no piensan con claridad y es menos probable que lo persigan porque están atadas a la casa. Se presenta como el tipo de hombre estable y cariñoso que necesitan y tiene hijos con ellos para crear un vínculo que es difícil de romper”, añade la escritora.
“Solía culparme por haber sido engañado por él, pero me di cuenta de que la razón por la que las mujeres como yo somos tan confiadas es que, como empáticos, nunca le haríamos algo tan horrible a nadie más, simplemente no entra en nuestro pensamiento”, completó.
El modus operandi es el mismo: “Bombardeos de amor, mentiras, engaños y fraude. Él repite sus patrones una y otra vez. Fue lo que me hizo: me bombardeó con amor al principio. Me miraba profundamente a los ojos y me hacía sentir amada como nunca antes me habían amado”.
“En el último recuento tenía 14 hijos que conozco. Will Jordan nunca se detendrá. Es un psicópata sin capacidad para el amor y sin conciencia. Es un depredador y meterlo en la cárcel no funciona; también podrías poner un gato en una jaula y decirle que no cace cuando lo dejes salir. La diferencia es que él sabe que lo que está haciendo está mal. Todo lo que puedo hacer ahora es advertir a otras mujeres sobre él y personas como él”, finalizó Mary.
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