Qué hacer si un perro solo quiere comer si se le da en la boca
Muchas veces debemos ausentarnos de nuestros hogares y, que no coman solos, es un problema; por qué puede pasar esto
- 3 minutos de lectura'
En el mundo de las mascotas, la alimentación juega un papel muy importante en la salud y el bienestar de nuestros fieles compañeros caninos. Sin embargo, algunos dueños se enfrentan a un desafío peculiar que, a veces, genera problemas en la convivencia: tener un perro que solo quiere comer si se le da en la boca.
Esta conducta, aunque puede parecer encantadora al principio, puede convertirse en una preocupación a largo plazo para la salud del perro y la comodidad del propietario. Existen diversas razones por las cuales un perro puede desarrollar la preferencia por ser alimentado directamente en la boca.
En muchos casos, esto puede estar relacionado con experiencias pasadas, como haber sido alimentado de esta manera cuando era un cachorro o recibir golosinas únicamente de manos de sus dueños. También puede ser resultado de una necesidad de atención o una forma de establecer un vínculo más estrecho con el dueño.
Además, convivir con una mascota que no quiere comer sola puede ser complejo, mucho más, si debemos ausentarnos de nuestro hogar por muchas horas. Es por ellos que exploraremos las posibles razones detrás de esta preferencia y te contaremos algunos consejos prácticos sobre cómo abordarla para poder tener una mejor relación con tu mascota.
- Evaluar la salud del perro: antes de abordar el problema, es crucial descartar cualquier inconveniente que pueda estar relacionado con la salud y esté afectando el apetito del perro. Consultar con un veterinario puede ayudar a descartar posibles problemas dentales, gastrointestinales u otros problemas médicos.
- Introducir cambios gradualmente: cambiar las rutinas de alimentación de manera abrupta puede generar estrés y desentendimiento en el perro. En lugar de esto, introducí cambios de forma gradual. Comenzá mezclando la comida habitual con golosinas y ponelas en el plato del perro para que él entienda que la comida se le servirá allí y solo de allí podrá comer.
- Fomentar la independencia: proporcionale un espacio tranquilo y cómodo para que el perro coma solo. Esto fomentará la independencia y ayudará a disminuir la dependencia de ser alimentado a mano por su dueño.
- Utilizar juguetes dispensadores de comida: los juguetes dispensadores de comida son una excelente manera de estimular el interés del perro por la comida. Rellenar estos juguetes con la comida regular puede hacer que el perro trabaje un poco más por su comida, promoviendo una relación más saludable con la alimentación.
- Entrenamiento positivo: utilizá el refuerzo positivo para recompensar al perro cuando come de su plato. Reforzá el comportamiento que te gustaría que tu perro tuviera habitualmente con elogios y caricias, creando una asociación positiva con la comida en el plato.
- Evitar recompensas constantes: evitá darle golosinas directamente de la mano cada vez que el perro come. Esto puede hacer que continúe la preferencia por la alimentación a mano. En su lugar, decile elogios verbales y dale caricias como recompensas.
Abordar la preferencia de un perro por la alimentación a mano requiere paciencia y consistencia. Al comprender las posibles razones detrás de este comportamiento y aplicar estrategias graduales, los propietarios pueden promover hábitos alimentarios más saludables y fortalecer el vínculo con sus mascotas. Si persisten las preocupaciones y tu perro no puede ingerir alimentos de otra forma, la consulta con un profesional del comportamiento animal o veterinario puede proporcionar orientación adicional para garantizar el bienestar integral del perro.
LA NACION
Temas
Otras noticias de Animales
Más leídas
El dilema del Pumita. El campeón mundial argentino que se enfrenta a la pérdida de un título si busca una millonaria revancha
Símbolo del campo. La curiosa estrategia del hornero para construir su nido en no más de 15 días
"Los del colchón". Expectativa por la posible llegada de hasta US$40.000 millones con el blanqueo
Pasaje y desahogo. Un Boca surrealista, con un gol que no debió ser, 22 penales y un entrenador cargado de presión
