Por qué los gatos se lamen constantemente
La limpieza no es el único objetivo que tienen los felinos, quienes a diario parecen obsesionados con frotar su lengua alrededor de sus pelos; distintas investigaciones explican cuál es el verdadero motivo de este hábito
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LA NACION
Los gatos, esos compañeros inigualables que deciden compartir su vida con nosotros, invierten una cantidad significativa de su tiempo en un ritual fascinante: el cuidado de su pelaje. Este proceso, que realizan meticulosamente con su lengua, va mucho más allá de un simple acto de limpieza y es fundamental para su bienestar general y supervivencia.
El motivo más evidente por el cual los gatos se lamen es para mantener su pelo limpio y libre de elementos indeseados, como suciedad y parásitos. Sin embargo, esta acción también evita la formación de nudos en el pelaje que podrían tirar de su piel y causarles dolor. Al distribuir la grasa natural a lo largo de su cuerpo, no solo mejoran su apariencia, sino que también añaden una capa impermeabilizante y aislante, esencial para la protección contra elementos externos, según investigaciones de National Geographic.
La lengua de un gato está excepcionalmente adaptada para este tipo de cuidado. Cubierta por cientos de pequeñas papilas duras con forma de cuchara, estas estructuras únicas le permiten retener la saliva y distribuirla eficazmente por todo su cuerpo. Además de limpiar superficialmente, la lengua alcanza hasta la piel, lo que les proporciona hidratación.
Tan fascinante es la anatomía felina que inspiró innovaciones en productos para humanos. Por ejemplo, el diseño de las papilas en la lengua felina fue estudiado para mejorar la eficacia de los cepillos para el pelo.
El lamerse también es crucial para su regulación térmica. Los gatos solo pueden transpirar a través de las almohadillas de sus patas, por lo que, en días calurosos, esta acción los ayuda a reducir su temperatura corporal. La evaporación de la saliva en su pelaje facilita ese descenso, y la convierte en algo fundamental dado que los felinos son especialmente sensibles al clima.
Más allá de los beneficios físicos, este hábito también tiene un efecto calmante y reconfortante para estos animales. A menudo usan este comportamiento como un mecanismo de autoconfort en momentos de estrés o después de una situación de alarma o incomodidad. Esto indica que la limpieza es también un componente crucial para su bienestar emocional.
Por último, lamerse también les permite estimular la circulación sanguínea en la piel, lo que contribuye a una mejor salud dérmica y un pelaje más fuerte y saludable.
Sin embargo, este comportamiento no está exento de contratiempos. Al lamerse, los gatos ingieren pelos que pueden acumularse en su tracto digestivo, y forman las conocidas “bolas de pelo”. Normalmente, estos nudos se expulsan de manera natural a través de las heces, pero no siempre ocurre así. A veces, necesitan eliminar estas acumulaciones mediante vómitos, y en situaciones más severas, pueden enfrentar obstrucciones intestinales o malestar gastrointestinal, lo que ya requiere intervención veterinaria.
Para no llegar a ese punto, es fundamental ayudar a nuestros gatos en su aseo. Un cepillado regular, especialmente en las razas de pelaje largo, reduce significativamente la cantidad que los felinos ingieren durante su acicalamiento. Esto, además, mantiene su pelo suave y sin enredos. Por su parte, el cepillado colabora para fortalecer el vínculo entre el animal y su dueño, lo que permite crear momentos de interacción positiva que benefician el bienestar emocional del animal.
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