Los indicios que indican que un gato tiene calor
El calor puede ser un gran enemigo para nuestros amigos felinos, especialmente durante los meses más cálidos del año; todo lo que tenés que saber
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Con el aumento de las temperaturas, no solo los humanos necesitamos tomar precauciones para evitar los efectos del calor. Nuestros compañeros felinos también pueden sufrir a causa de las altas temperaturas. Según Laura García Ortiz, Veterinaria especializada en medicina felina, el calor excesivo puede afectar gravemente su salud, provocando golpes de calor o hipertermia, que ocurre cuando la temperatura corporal de los gatos supera lo fisiológicamente adecuado.
Los gatos, al igual que nosotros, sienten el calor y pueden mostrar varios signos cuando empiezan a sufrir sus efectos. A continuación, te ofrecemos algunos consejos y recomendaciones para asegurarte que tu mascota esté cómoda y segura durante los días calurosos.
- Aumento del acicalamiento: los gatos se lamen más para refrescarse.
- Consumo de agua elevado: beben más para mejorar su hidratación.
- Decaimiento: pueden mostrarse más débiles y menos activos.
- Esconderse: buscan lugares frescos y oscuros para refugiarse.
- Posturas inusuales: se tumban en superficies frías como suelos de baldosas o la bañera.
Si además de estos síntomas tu gato presenta dificultades para respirar o una coloración azulada en mucosas y piel, es necesario actuar de inmediato. Los gatos pueden regular su temperatura corporal eficientemente en un rango que varía según la raza. Por lo tanto, los felinos de pelo corto toleran mejor el calor que los de pelo largo.
Consejos para mantener a tu gato fresco
Para evitar que el calor afecte a tu gato, acá hay algunas recomendaciones prácticas:
- Proporcionar un lugar fresco y ventilado: crea áreas frescas y sombreadas donde tu gato pueda refugiarse. Esto puede ser en una habitación con aire acondicionado o en un rincón de la casa que permanezca más fresco durante el día.
- Humedecer zonas estratégicas: si el gato muestra signos de calor, humedecé su cabeza, cuello, lomo e inglés para ayudar a bajar su temperatura.
- Limitar la exposición al exterior: evitá que salga durante las horas más calurosas y se ejercite demasiado durante las horas más calurosas del día. Juega con él en las mañanas temprano o en las noches, cuando las temperaturas son más frescas.
- Mantener agua fresca disponible: asegurate que siempre tenga agua fresca y limpia. Podés añadir cubitos de hielo o usar una fuente para gatos, que fomenta el consumo de agua.
- Controlar el peso: evitar el sobrepeso con una dieta adecuada y ejercicio, ya que los gatos con exceso de peso sufren más con el calor.
El calor puede ser tan incómodo para los gatos como lo es para los humanos. Con las precauciones adecuadas y un poco de atención extra, podés asegurarte de que tu gato esté fresco, cómodo y seguro durante los días calurosos. Recordá siempre prestar atención a los signos de estrés por calor y actuar rápidamente para evitar cualquier complicación.
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