La mejor manera de afrontar la muerte de tu perro, según especialistas
Una experta en psicología canina explicó el método para dar vuelta la página ante el deceso de nuestra mascota; qué tener en cuenta a la hora de adoptar un nuevo can
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LA NACION
La pérdida de un ser querido o un animal es uno de los hechos más dolorosos que se deben afrontar en la vida. Sin posibilidad de esquivar a esta circunstancia, cada persona busca las maneras adecuadas para hacer el duelo.
Está más que claro que los animales, al ser domesticados, se convierten en un integrante más de la familia y por ende cada momento vivido queda guardado en nuestra retina. Específicamente los perros, considerados “el mejor amigo del hombre”, son un ejemplar único en el mundo por su carácter y personalidad.
Al entablar una relación casi simbiótica, la pérdida física de un perro causa estragos en las personas y es por eso que algunos especialistas en el tema brindan una serie de consejos para que el dolor sea un poco más ameno.
La psicóloga Carmen Martín, quien trabaja en la Asociación Hydra, la cual se dedica a la asistencia y terapia con animales, se expresó en el tema y dio un poco más de claridad en un asunto asociado a la salud mental de las personas.
“Hay que reconocer que los sentimientos de dolor surgen de manera normalizada ante la pérdida, ya que a veces nos callamos por no sentirnos juzgados. Si podemos expresarlos de forma natural y abierta, es muy probable que la fase de aceptación llegue antes de lo que esperamos”, lanzó la psicóloga en diálogo con el sitio web de La Vanguardia.
En esa misma línea, Carmen Martín expresó que una de las acciones más recomendadas es liberarse, de a poco y a conciencia, de los juguetes con el que jugaba nuestro animal. A su vez, remarcó la importancia de rodearse en un círculo de personas que atravesaron este doloroso momento y pueden brindar una contención afectiva especial.
Otra de las recomendaciones es esperar un tiempo prudencial -dependerá de cada persona- para volver a tener una mascota. Se aconseja que este nuevo integrante de la familia no tenga el mismo porte físico que el anterior, ni tampoco bautizarlo con el mismo nombre. “Esto daría lugar a comparaciones entre ambos, afectando a la creación del vínculo, incluso llegando a producir rechazo hacia el nuevo. Un perro nunca va a ser igual que el anterior”, sentenció la psicóloga.
Con un fuerte lazo afectivo, la especialista indicó que los perros captan los estados de ánimo de sus dueños y eso los convierten en seres empáticos. “Si nos encontramos tristes o preocupados, pueden identificarlo y su forma de ayudarnos es tumbarse a nuestro lado, sentarse delante de nosotros mirándonos. Estas son algunas de las razones por la que los humanos cada vez nos sentimos más cercanos a los perros, llegándolos a considerar un miembro muy importante dentro del círculo familiar”, manifestó Martín que dio un pantallazo general de este momento traumático que atraviesa un ser humano ante la pérdida de su mascota.
De esta forma, los seres humanos tienen diversos métodos a su alcance para paliar la ausencia de su perro y así comenzar un proceso que puede demandar un tiempo prolongado hasta que cicatrice la herida.
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