Gatitos bebés sin madre: ¿cómo hay que alimentarlos y cada cuántas horas?
Si recibís un gatito de apenas unos días porque su madre no está para cuidarlo, aquí te contamos los cuidados especiales que debe recibir
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LA NACION
En ocasiones, algunos son imprudentes al regalar a los gatitos bebés que tuvo recientemente su gata, sin saber que necesitan estar con su madre hasta el destete que ocurre aproximadamente hacia la tercera semana desde el nacimiento. Si recibís un gatito bebé antes de este período deberás cuidarlo especialmente como si fueras su madre. En otros casos, puede suceder que la gata rechace al bebé y debas encargarte vos de su alimentación.
Un gatito sin madre sólo puede alimentarse de leche maternizada que se puede comprar en veterinarias. Además, tenés que conseguir una mamadera apropiada. Recordá que los gatitos de semanas comen cada cuatro horas. Evitá colocarlo como lo harías como un bebé humano, sino que sentalo sobre tu regazo y que el gatito eleve la cabeza para tomar la mamadera.
Durante la primera semana, los bebés no pueden controlar su temperatura corporal, por lo que necesitan un ambiente entre 30 y 32 grados. No alcanza con taparlos con una frazada, se necesita agregar una almohada térmica o una bolsa de agua caliente. Para la segunda semana la temperatura se puede descender a 24 grados y en la cuarta semana ya pueden regular su temperatura corporal.
Hasta la tercera semana se le deberá hacer una estimulación anogenital un rato después de la alimentación. Se trata de reemplazar el acto de lamer de la madre de los recién para promover la defecación y orina. Para hacerlo se frota la zona con un algodón húmedo y realizar un masaje de arriba hacia abajo en el abdomen.
Pasada la tercera semana, los gatitos ya no requieren de este estímulo. Para reemplazar la limpieza con lamidos de la madre, una vez por semana se debe limpiar el cuerpo con un paño tibio y húmedo.
La independencia comienza a partir de la tercera semana cuando ya no hay que alimentarlos con biberón sino que se pueden incorporar diversos tipos de alimentación de manera no tan frecuente como la leche.
En este período, durante la primera semana los gatitos deben tomar cada día unos trece ml. de leche cada 100 gramos de peso; en la segunda semana se aumenta a 17 ml., luego toman 20 ml por día cada 100 g. de peso en la tercera semana. En esta etapa, duermen la mayor parte del tiempo. Recién abren los ojos a las dos semanas del alumbramiento.
A los dos meses, un gatito bebé ya come comida húmeda y alimento seco, por eso la leche se transforma en un complemento de la alimentación y se bebe con un recipiente. Se estima que un felino bebé come alrededor de cuatro veces al día en pequeñas raciones.
Respecto de la comida que se le ofrece, se sugiere que la alimentación seca debe estar “formulada con niveles muy altos de proteínas esenciales para un crecimiento adecuado, así como niveles más altos de calcio, magnesio, fósforo, zinc y hierro para ayudarle a desarrollar huesos y dientes fuertes y sanos”.
El reciente aparato digestivo de un felino bebé está preparado para recibir puñados pequeños de comida. De acuerdo con el sitio de Purina, “una buena comida seca para gatitos debe contener: nutrientes principales; proteína animal de alta calidad y ácidos grasos (omega 3 y 6); oligoelementos (incluyendo calcio, selenio, magnesio); aminoácidos (incluyendo taurina, arginina) y vitaminas”.
El gatito ya debe disponer de un recipiente con agua para que tome a demanda debido a que la leche sólo puede ser un alimento complementario. Conviene establecer una rutina que implique no sólo el horario sino también en el ambiente que elijamos para que se alimente, si es posible, lejos de caja de arena.
Si bien a partir de los siete meses, ya lucen como adultos, siguen siendo bebés. Por eso, debés seguir dándole comida para gatitos bebés hasta los doce meses. Una vez cumplida esta etapa, podés cambiarlo a comida adulta y darle con mayor frecuencia alimentación húmeda.
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