Esta es la razón por la que a los gatos no les gustan las puertas cerradas
A muchos dueños les resulta peculiar la insistencia de sus mascotas en dejar espacios abiertos; cuáles son las causas de esta conducta y cómo afecta la relación entre los animales y su entorno
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LA NACION
El comportamiento de los gatos puede ser un enigma para muchos dueños. Desde sus peculiares hábitos de limpieza hasta sus intrigantes formas de jugar, estos felinos siempre nos sorprenden. Varias de estas conductas extrañas están vinculadas a su naturaleza curiosa, parte de un instinto que los impulsa a investigar su entorno y a buscar nuevas experiencias.
Sin embargo, uno de los comportamientos más comunes y a menudo más desconcertantes es la insistencia de los felinos en abrir puertas cerradas. Es aquí donde la curiosidad de los gatos se exacerba. Si bien puede parecer nada más que un hábito gracioso, este comportamiento tiene en realidad raíces más profundas en la psicología felina y sus relaciones con su entorno y sus amos.
Por qué los gatos buscan abrir las puertas cerradas
Según un artículo de la reconocida revista LiveScience, las puertas cerradas despiertan la curiosidad de los gatos y aumentan el atractivo de lo que está oculto. Estas barreras son vistas por los felinos como un desafío a su control territorial, porque para ellos, el acceso sin restricciones es vital para su seguridad y bienestar. Así, una puerta cerrada no solo representa un obstáculo, sino también una posible invasión de su espacio, lo que los motiva a intentar abrirla para mantener su dominio.
El impulso de querer abrir las aberturas también puede estar conectado con la relación entre el gato y su dueño. Como explica otro sitio especializado, los felinos son animales sociales que disfrutan mucho la compañía de sus dueños y que a menudo los buscan para estar cerca de ellos y obtener su atención. Si este dato se suma al hecho de que, en muchos casos, los gatos asocian las puertas cerradas con la presencia de sus dueños, se entiende por qué ellos están tan motivados a querer abrirlas. Este comportamiento puede intensificarse si la mascota aprendió que rascar o maullar cerca de una puerta cerrada resulta en una recompensa, como una caricia o comida.
De todos modos, el efecto de las puertas cerradas no siempre es el mismo y debe, por lo tanto, considerarse que puede variar según el contexto en el que se encuentren los gatos. Por ejemplo, un felino que se encuentra en un ambiente nuevo o que experimenta cambios en su rutina puede mostrar una mayor intensidad en su comportamiento hacia las puertas cerradas. En estos casos, la puerta cerrada puede representar una barrera adicional a su sentido de seguridad y familiaridad, lo cual se vincula también con un aumento de ansiedad.
En otros contextos, como durante el juego, las puertas cerradas pueden servir como una fuente de estímulo lúdico adicional. Así, la puerta cerrada se convierte en un objetivo más de su entretenimiento que le proporciona un desafío a su instinto cazador.
Consejos para manejar mejor el comportamiento de los gatos con puertas cerradas
En ocasiones, debido a los altos niveles de estimulación que una puerta cerrada le provoca al gato, puede resultar difícil manejar este comportamiento. Por ese motivo, es útil considerar algunas estrategias que pueden ayudar a reducir la ansiedad e insistencia de los felinos. Estas son algunas de las recomendaciones que aconsejan los expertos en el tema.
- Proveer alternativas de enriquecimiento: hay que asegurarse que el gato tenga suficientes juguetes y actividades que estimulen su curiosidad y su necesidad de exploración. Las estructuras de escalada, los juguetes interactivos y los rascadores pueden ayudar a canalizar su energía de manera positiva y reducir su enfoque en las puertas cerradas.
- Crear zonas seguras: proporcionar al animal espacios acogedores y accesibles donde se sienta seguro y cómodo puede ayudar a reducir su ansiedad y su necesidad de explorar detrás de las puertas cerradas.
- Mantener una rutina consistente: debido a que los felinos se benefician de una rutina predecible, se recomienda mantener un esquema de conducta consistente en cuanto a la alimentación, el juego y la interacción. De ese modo, se reduce el estrés y la curiosidad excesiva que puede llevar a una concentración excesiva en las puertas cerradas.
- Uso de repulsivos suaves: en algunos casos, utilizar repulsivos suaves o barreras físicas adicionales puede ayudar a disuadir a los gatos de intentar abrir puertas cerradas. Estos métodos deben usarse con cuidado para no causar estrés adicional a la mascota.
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