El mejor lugar de la casa para poner el rascador del gato y proteger los muebles
Para tener mayor salud y bienestar, los felinos deben afilar sus uñas; a continuación, los mejores consejos para que lo hagan sin dañar los objetos del hogar
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Tanto los perros como los gatos son animales que se adaptan de la mejor manera a la convivencia con los humanos, por lo que son los favoritos a la hora de sumar un nuevo miembro a la familia. De igual manera, hay varias cuestiones a tener en cuenta para que tengan la mejor experiencia en el hogar, como, por ejemplo, el mejor lugar para colocar un rascador, uno de los elementos que no puede faltar en la vida de los felinos.
Cabe destacar que la costumbre que tienen los gatos de afilarse las uñas sobre cualquier superficie responde a una cuestión de su naturaleza. Pese a que actualmente son animales que conviven con humanos, aún conservan sus características, como el instinto de caza y la necesidad de marcar territorio. Este comportamiento posee grandes beneficios para la salud, ya que cuando los felinos afilan sus uñas realizan actividad física, por lo que se relajan y sienten mayor bienestar.
Pese a ser una conducta necesaria de su naturaleza, muchos dueños de gatos lo ven como un fastidio, puesto que en algunas ocasiones, al no tener un rascador, usan los muebles de la casa para hacerlo, como es el caso de los sillones. Por esto mismo, se vuelve necesario que la mascota disponga de varios rascadores dentro del hogar. Según explicaron los especialistas, hay algunos lugares que son más idóneos que otros para colocar estos objetos, ya sea cerca de donde el animal duerme o en la esquina de algún mueble. A continuación, se destacan los más recomendados:
- Cerca de objetos que tengan algún valor: pueden ser cortinas, sillones, camas, muebles; es decir, aquellos objetos que no se desea que se estropeen, por lo que colocar un rascador cerca puede ayudar.
- Donde el gato pase más tiempo: no hace falta poner un rascador donde el gato no va; por ejemplo, si nunca se acerca a la habitación, no es necesario que haya uno ahí, pero sí donde él suele frecuentar.
- En las zonas en las que el gato ya rasque de manera habitual: si el animal ya comenzó a rascar ciertos lugares, es importante colocarlos allí para proteger el objeto en cuestión, puesto que, en el caso de no hacerlo, van a repetir esa acción.
- Cerca de la comida: cuando un gato quiere comunicar que tiene hambre, puede hacerlo rascando o haciendo ruido, por lo que resulta efectivo colocar un rascador cerca de esa zona para que, mientras lo hace, su dueño pueda ir preparando la comida sin que un objeto de la casa se dañe.
- Cerca de su zona de descanso: rascarse al despertar es un hábito muy común en los gatos, ya que eso les ayuda a estirar sus extremidades. Puede ser una buena opción adquirir un árbol para gatos, en donde puedan dormir y luego rascarse.
- Cerca del dueño: a muchos felinos les gusta estar cerca de sus dueños en algún momento del día, por lo que, para que no lo hagan sobre ellos, puede ser una buena idea ponerlos en la misma zona que la persona suele frecuentar.
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