Más sexo, más derroche y menos fe
Tres amigas llegan a sus primeras vacaciones en pandemia y lo primero que preguntan al conserje del hotel es dónde hay bares y lugares para conocer gente, una inquietud “marciana” a estas alturas de los acontecimientos. Las restricciones sanitarias que macaron el 2020 terminaron con las citas espontáneas, es decir, se acabaron las discotecas y los bares, el living de los amigos y la oficina, escenarios habituales donde encontrar alguna clase de amor casual. Ahora la seducción sucede casi en forma excluyente a través de las aplicaciones. “Salir a ligar o seducir es tratar de despertar interés romántico o sexual en otra persona, y se basa en dos motivaciones básicas como humanos: la sexualidad y los vínculos afectivos; dudo que, por muchos cambios que haya en el entorno, estas motivaciones cambien; otra cosa es que tengamos que modificar las estrategias”, advertía al diario La Vanguardia la psicóloga Sílvia Pastells, miembro también de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS).
La buena noticia es que nada de eso sería definitivo. Según las profecías de epidemiólogo y académico de la Universidad de Yale, Nicholas Christakis, podrían volver las noches de copas en la barra de un bar y el encuentro erótico tal y como lo conocíamos. Un ensayo que compara lo acontecido después de la gripe española y de la Primera Guerra Mundial, hace cien años, le permitió concluir que el miedo y la precaución que alteraron nuestras costumbres más básicas dejarán paso a una próxima e inminente temporada de exceso y desenfreno. Finalizado el 2021, y ya casi toda vacunada, la humanidad en masa se alejará de la fe religiosa para entregarse a las “fiestas sexuales y al derroche económico”, sostiene el autor de Apollo’s Arrow: The Profound And Enduring Impact Of Coronavirus On The Way We Live (El arco de Apolo: el profundo y duradero impacto del coronavirus en nuestra forma de vida). En otras palabras: chau sexting y cenas por zoom, adiós al onanismo por chat, a las pantuflas y la soledad. De ser ciertos los postulados hasta el próximo 2024 viviremos una suerte de boom, en todos los ámbitos sociales. “Todas las tendencias que estamos viendo en la pandemia van a invertirse. La gente va a buscar de manera incansable interacciones sociales”, afirmaba en un artículo publicado en The Guardian, haciendo hincapié en que tanta abstinencia traerá en consecuencia “libertinaje sexual, derroche económico y una regresión de la fe religiosa”.
Contra ciertos pronósticos nefastos, los seres humanos volveremos a viajar por el planeta, a encerrarnos en bares nocturnos y a perdernos en aglomeraciones urbanas demostrando una vez más que somos gregarios, y no solitarios. “Durante las epidemias la gente se vuelve más religiosa, más moderada, ahorran más dinero y se vuelven reacias al riesgo. Ahora estamos viendo todo eso, como lo hemos visto durante cientos de años en situaciones similares. Porque la pandemia es nueva para nosotros, pero no para nuestra especie”, agrega el epidemiólogo, que considera que tras esa locura temporal volverán a acomodarse las cosas. Sin embargo, los terapeutas consideran que, si bien habrá revancha, en cuanto a las relaciones sentimentales, así como el preservativo vino para quedarse, ya no iremos tan fácilmente a la cama con extraños. Eso tardará en “normalizarse”, (si es que alguna vez fue normal). “Después de superar la pandemia quizás tengamos una mayor predisposición a disfrutar de las relaciones sexuales, aunque el temor al contagio sea un hándicap para poder establecer relaciones que les otorguen este beneficio. Ya no va a ser suficiente con dar un consentimiento explícito para mantener relaciones, todo apunta a que tendremos que demostrar de alguna manera que no padecemos ningún síntoma de la covid-19”, afirmaba Silvia Sanz, psicóloga clínica y sexóloga en un artículo de El País. “Luego de una fase eufórica, sin restricciones ni limitaciones, aunque conservemos hábitos pandémicos como una mayor relevancia de Internet y de las redes en el proceso de conquista”.
Como tantos otros solos en estas asépticas vacaciones, a las turistas recién llegadas no les quedó alternativa que “tardear” en la mesa de un chiringuito cerca de la playa, el único donde había buena señal para intentar algún crush estival.
Temas
Otras noticias de Sexo a diario
Más leídas de Lifestyle
Alimentación. Las 11 reglas para vivir más años, según la familia más longeva del mundo
Según el Feng Shui. Cuál es el lugar ideal de la casa para poner el árbol de jade, la planta que atrae la prosperidad económica
¿Es así? Qué personalidad tienen las personas que se bañan por la mañana
Para considerar. El alimento que un cardiólogo recomendó no incluir jamás en el desayuno