La bloguera Marina Maiztegui cumple con la labor diaria de colgar en las redes cosas bellas.Y 55.000 seguidores se lo agradecen
Ella se para sobre una silla de su comedor y toma una foto cenital de una mesa con una pila de platos diferentes sobre un mantel estampado: turquesa, coral, un vaso volcado, flores silvestres, un libro, una rodaja de sandía. Nada excéntrico. Podría ser mi mesa, tu mesa y, sin embargo, esta vez no puedo dejar de mirar… Es que las fotos de @soloparami pertenecen a ese género composición-bella que detiene el reloj y te abstrae; esa clase de fotos que te despiertan algo muy inocente, irrefrenable, como las fotos de gatitos o esas otras de bebés rollizos sobre mantas peluditas.
Sólo para Mí es una marca de objetos para la decoración, un blog y una cuenta de Instagram con (casi) 55.000 seguidores, todo creado y administrado por Marina Maiztegui, licenciada en Publicidad y diseñadora de interiores. Además, Marina hace styling para fotos comerciales y da –junto con la cocinera Jessica Lekerman– workshops en los que enseñan a poner en práctica recetas fáciles y a armar mesas felices.
¿De dónde sale el nombre de la marca?
“Yo sentía el deseo de hacer algo con el diseño, pero me costaba encontrarle la forma… Hasta que un día decidí que iba a ponerme a hacer objetos irresistibles, de esos que despiertan pasión, ganas de tenerlos ya. Algo que sea sólo para mí”, ejemplifica mientras aprieta un almohadoncito feliz contra su pecho.
Tacos gastados
Dice que no sabe cuál es el secreto para tener tantos seguidores, pero algo debe de haber intuido, porque hace algunos años, cuando ni siquiera Instagram tenía tanto tráfico, inventó un par de juegos que retienen a sus fans en la página. Y creó una comunidad, sobre todo de mujeres, que se sienten amigas cercanas.
“Me acuerdo que un día se me ocurrió armar una foto con cosas mías, pero todas del mismo color, todas rojas, todas azules… La subí con una leyenda donde invitaba a mis seguidores a hacer lo mismo en su casa: #colorsoloparami. ¡Y explotó! Entonces mantuve la convocatoria cada semana. Al principio me impresionaba ver cómo se iban perfeccionando más y más, cómo buscaban el mejor momento para hacer la mejor toma… ¡Imaginate que desde 2014 subieron como 25.000 fotos! Fue tal la respuesta que me pareció que tenía que encontrar la forma de devolver tanta buena onda, así que armé una muestra en la Usina Cultural de Tigre para exponer las fotos de todos los usuarios. Te juro que fueron miles de personas ese día, fue increíble. La gente, que ya se hablaba por Instagram, ahora se conocía en persona: fue genial”.
Y para el diseño de objetos, ¿dónde te inspirás?
“Miro un montón de cosas, pero porque me gusta mirar. Cuentas de Instagram de acá y de afuera, Pinterest, libros de arte, etc.”
¿Y dónde los producís?
“Acá en Argentina, todo tercerizado. Tengo un taller de costura, un herrero, etc. Creo que todo el éxito de este trabajo radica en encontrar buenos proveedores. ¿Viste cuando Moria dice que ella gastó los tacos en el escenario? Bueno, yo los gasté en el Once pateando mercerías, por ejemplo. De verdad cuido a mis proveedores: soy capaz de darte el número de teléfono de mi marido, pero no el de mi herrero, jaja. Y encima los dos se llaman Fernando”. ?
Tres tips para poner la mesa, por Marina Maiztegui
- “Mirá lo que ya tenés con otros ojos. No hacen falta cosas nuevas, sino ojos nuevos”.
- “Usá todo lo que tengas todos los días: gastá los platos, disfrutalos. La porcelana heredada es para usar un martes cualquiera, ponele. Y si se rompe usándola, todo bien: para eso está”.
- “Tené en cuenta que en la mesa se habla pero, también, ella misma comunica. Cuando mi hijo Jero era chiquito un día me dijo: ‘Mamá, cuando llego a casa del colegio y la mesa está puesta, yo pienso en vos aunque vos no estés’. Ese día él captó que yo había pensado en él primero”.