Manicuría junto a la puerta de embarque y spas para después del aterrizaje
Los principales aeropuertos del mundo amplían la gama de servicios estéticos y de relax para que los viajeros se recuperen tras el vuelo
NUEVA YORK (The New York Times).- Después de pasar la noche a bordo de un avión, difícilmente nos bajemos con la cara fresca y el pelo en condiciones. A 10.000 metros de altura, la piel tiende a parecerse a la de un lagarto. Pero los ejecutivos de negocios tienen ahora varias opciones si quieren bajarse del avión y entrar directamente en una sala de reuniones con un semblante impecable.
Una década después de que las cadenas de spas empezaran a poblar las terminales de los aeropuertos, el acicalamiento exprés está alcanzando nuevas alturas, como puestos de manicuría en el preembarque o lociones corporales de Chistian Dior durante el vuelo. Ahora que los aeropuertos ya manejan la venta de artículos de lujo, como carteras exclusivas y corbatas de seda, también ofrecen a los viajeros descanso, relax y ejercicio. "Prácticamente todos los aeropuertos importantes hoy cuentan con un spa", indica un informe de tendencias de 2014 realizado por Global Gataway Alliance, un grupo que promueve mejoras en las instalaciones de los aeropuertos de Nueva York.
Y si creen que es un fenómeno impulsado por el público femenino, se equivocan. "Los hombres toman más masajes faciales y corporales", dice Marison Binn, presidenta y fundadora de XpresSpa, una de las principales cadenas de spas de aeropuertos internacionales. De hecho, los clientes varones son mayoría en el nuevo servicio de peluquería de la empresa. "El 70 por ciento de quienes se cortan o arreglan el pelo son hombres -precisa Binn-. La mayoría son viajeros de negocios."
Los servicios no son baratos: al fin y al cabo, el público de un aeropuerto es público cautivo. Pero no exceden el rango típico de lo que suele costar hacerse un mimo. Un masaje de una hora en las camillas de XpresSpa o alguno de sus competidores, por ejemplo Be Relax, cuesta 120 dólares. Pero en su sede de Manhattan, la cadena de spas de rango medio Bliss cobra más y por menos tiempo: sólo 49 minutos de masaje. En las cadenas de los aeropuertos, un servicio básico de manicuría cuesta entre 30 y 35 dólares. Este precio sí es decididamente mayor que en la ciudad, donde en cualquiera de los muchos locales de manicuría el servicio cuesta entre 15 y 25 dólares.
XpresSpa, que arrancó hace 10 años con un local en el aeropuerto internacional JFK de Nueva York, cuenta ahora con más de 50 sedes en todo el mundo y abren uno nuevo casi todas las semanas. La cadena también está lanzando una variedad de amenities de bienestar, como masajes y manicuría junto a las puertas de embarque.
Que nadie se sorprenda si en un futuro ve llegar a la puerta de embarque un carrito eléctrico con un asiento incorporado y una bandeja: estos "POD", "mimos a pedido", por sus siglas en inglés, contienen suficiente herramientas esterilizadas como para realizar hasta 10 servicios de manicuría. En vez de agua, las manicuristas usan removedor de esmalte, cremas para la cutícula y desinfectantes. "Vamos a todas las puertas de embarque que están llenas", dice Binn.
En el interior de los spas, los servicios de peluquería incluyen lavado, corte y peinado. XpresSpa ofrece servicio de peinados en Minneapolis, Miami, Filadelfia, Orange County, San Francisco y Los Ángeles, y planea extenderlo a todos sus nuevos locales. "Lo único que no hacemos es tintura. Nada que dé olor", aclara Binn.
Otros servicios incluyen masajes en camilla para viajeros que prefieren no sacarse la ropa, un gesto de deferencia para con la sensibilidad o las convicciones religiosas de los clientes. Las camillas están expuestas, aunque se colocan paneles de privacidad para bloquear el barullo de los viajantes.
Hasta los locales propiamente dichos están cambiando de aspecto: la estética del bambú y los colores tierra va dejando paso al minimalismo de las paredes blancas.
XpresSpa también lanzará una línea de productos de viaje, con cremas faciales y pantuflas plegables. "Y estamos elaborando un esmalte de uñas de fácil aplicación y secado ultrarrápido", señala Binn.
La cadena Be Relax -que ofrece masajes, manicuría, pedicuría y depilación, con servicios de entre 10 minutos a una hora- celebra su décimo aniversario. La empresa, que tiene alrededor de 30 locales en seis países, este año ya ha abierto nuevos locales en Dubai y en Estados Unidos, y va por más.
Los spas completos no son la única opción de acicalamiento en los aeropuertos. Este año, Delta empezó a probar con servicios de manicuría y peluquería en algunos de sus clubes. Los salones Centurion de American Express que abrieron el año pasado ofrecen manicuría y otros tratamientos para el cuerpo, manos y rostro. Por su parte, las marcas de belleza más populares están instalando máquinas expendedoras. En el aeropuerto internacional Austin-Bergstrom, Texas, Benefit Cosmetics abrió el año pasado su primer Glam Up & Away, un quiosco aeroportuario con más de 30 de sus productos más vendidos.
Según Binn, cada vez son más los pasajeros que ya tienen previsto hacerse atender en los aeropuertos. "Hacen reservas de antemano -dice-. Nos han llegado a llamar seis meses antes, cuando hacen su cronograma de viajes."
Traducción de Jaime Arrambide
The New York Times