El diseñador Pablo Chiappori conquistó un terreno al sur de Punta Ballena y lo definió con las texturas infinitas de la madera
"El perfil de la casa es austero en su concepto y bastante rico en su interior", define Pablo Chiappori sobre la propiedad levantada en apenas 60 días (reales). El renombrado diseñador y dueño de Paul French Gallery (con fresca sucursal esteña) tomó una porción de este terreno virgen frente al mar (un hallazgo por estos días en Punta del Este) y lo convirtió en un perfecto refugio de vacaciones familiares. Proyectó, construyó, equipó y decoró una vivienda principal con un eje central que, como un patio interno, la divide del sector de huéspedes. La referencia ineludible, los Hamptons: "Es esa estética de tablas y maderas pintadas y vividas por el mar". El resultado, un sistema de espacios cubiertos y semicubiertos, cada uno con un clima propio para disfrutar en temporada invierno o verano. "El único problema es que no querés salir", resume divertido.
Un material, infinitas variantes
- "Como la casa está revestida de madera por fuera y por dentro, en cada lugar tiene un tratamiento distinto", explica Pablo Chiappori.
- El exterior es una unidad. Se usaron tablas de pino de Uruguay dispuestas en forma vertical. En este caso se lo tiñó con efecto driftwood (envejecida por la intemperie) para un aspecto crudo que recuerda a las casas de los Hamptons.
- En el interior se buscó que propiciara distintos climas según el espacio: tablas horizontales con pátina grisácea en el living; verticales en blanco viejo para los cuartos del primer piso y un refrescante machimbre blanqueado en los baños con damero.
Texto: Lucrecia Álvarez.
Matías Erráuriz y Sofía Oneto