Luz, belleza y felicidad
En un nuevo espacio en Almagro, Karina Peisajovich proyecta luces sobre la pared
La pintora Karina Peisajovich (Buenos Aires, 1966) cambió de medio aunque no de búsqueda con la ambientación que presenta en el flamante espacio Belleza y Felicidad.
Desde hace dos años dicta un curso teórico sobre el color, del que derivaron las primeras proyecciones de luz sobre paredes. En la galería de Fernanda Laguna y Cecilia Pavón presenta dos proyecciones con tachos para escenografía y otra con un proyector de diapositivas. En la primera, los focos crean un círculo de varios matices del verde al azul. En la segunda, son varios círculos de colores cálidos. En la tercera se proyectan, superpuetas, una transparencia con una pintura de la artista y otra con una foto de una proyección de círculos de colores. El concepto de ambientación es muy claro, sobre todo en las dos primeras: la luz envuelve el espacio circundante creando un clima de placidez hipnótica, de tal forma que contemplador y espacio resultan fagocitados por la omnipresencia de la luz coloreada.
"Pensar la luz como obra" es el principio rector de estos trabajos, que apuestan a la inmaterialidad total. En las ambientaciones lumínicas de Dan Flavin, por citar uno de los artistas que Peisajovich admira, todavía está presente el objeto en la forma de tubos de neón. El objetivo de Peisajovich es todavía más radical, ya que si bien los tachos están a la vista del espectador, no interesan a la hora de enfrentarse con la obra. Lo decisivo en ella es el producto visual, y la belleza que éste genera.
Karina Peisajovich, proyecciones de luz. Hasta el 6 de junio, en Belleza y Felicidad. Acuña de Figueroa 900. 4867-0073. Lunes a viernes, de 9.30 a 20.30. Gratis.