Extravagantes obsequios, árboles de Navidad que parecen salidos de un cuento de hadas, cenas con los manjares más deliciosos; un recorrido brillante por donde se mire.
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Una elegante sofisticación se disfraza de luces. Santa Claus carga algo del brillo que resplandece de diamantes en su bolsa para recorrer las chimeneas de algunos de los sitios más exclusivos que, si siempre son para despertar admiración, en esta época se ponen más exclusivos que nunca.
El 2020 tuvo luces navideñas atenuadas, decoraciones poco audaces y festividades limitadas. El tránsito de esta Navidad parece ser más luminoso, con atracciones hoteleras que se abren sumergidos en muérdago y un filtro apto para Instagram que baña de destellos cenas extravagantes y obsequios.
Exotismo sobre rieles
Si se trata de exotismo, quienes buscan encontrar el espacio más exclusivo para tener la primera fila para las fiestas de fin de año, se refugian en alguno de los hoteles más glamorosos. La cadena Belmond, por ejemplo, del mismo grupo empresario de Louis Vuitton, propone adentrarse en el aire fresco del invierno en la estación Victoria de Londres: subir a los vagones del British Pullman, para recorrer al estilo Agatha Christie los mercados navideños de Winchester, Bath o Lincoln. También para escuchar un servicio mágico de villancicos en la cripta de la catedral de Canterbury. O simplemente disfrutar de un almuerzo tradicional de Navidad mientras se recorre la campiña inglesa.
En Charleston Place se experimenta una transformación mágica. Cada año, la familia Nappi instala un tren de vacaciones muy especial, inspirado en el legendario Venice Simplon-Orient-Express. El tren en pleno funcionamiento cubre más de 90 centímetros de vías, pasando una montaña de dos metros y medio y árboles delicadamente hechos a mano, estaciones de esquí y automóviles antiguos. Ha sido un elemento básico de las celebraciones de temporada de Charleston durante más de 20 años. Luego, se puede disfrutar de un banquete atemporal en Charleston Grill antes de retirarse a la suite de lujo.
La exclusividad es tal que todos los precios se emiten bajo estricta reserva, sin embargo, un boleto en tren no baja de las 3000 libras (unos 4000 dólares) por persona.
Brindis en el campo
Imaginar la escena de Le Manoir aux Quat’Saisons. Una casa señorial impresionante con campos y bosques teñidos de escarcha. El resplandor de un fuego rugiente y el centelleo de las luces de colores invitan a entrar. Un brindis con champán antes de cruzar el campo, guiado por la luz de las antorchas, se dirigirá al antiguo cónclave de la Iglesia de Santa María de Oxford, que data de 1066. En el interior se podrá disfrutar de un impresionante concierto de villancicos interpretado por algunos de los mejores grupos vocales y coros del mundo. Con alegría festiva, de regreso a Le Manoir aux Quat’Saisons espera una impresionante cena de cinco platos con dos estrellas Michelin. Cada uno rebosa de especialidades de temporada y giros innovadores de recetas clásicas.
Nueva York como un cuento de hadas
Para Nueva York Belmond reservó un cuento de hadas. En una ciudad donde se hacen los sueños realidad, pocos lugares son tan mágicos como el ‘21′. Juguetes caprichosos adornan el techo de la sala del bar y fascinantes murales en el piso de arriba. No es de extrañar que el restaurante haya sido un lugar frecuentado por las estrellas de la ciudad desde la Prohibición. Durante 80 años, familias y amigos se han reunido aquí para celebrar la temporada con la Banda del Ejército de Salvación. Es un gran sitio para acomodarse este diciembre y dejarse llevar por una cocina sensacional combinada con villancicos clásicos y melodías navideñas.
Cestas de obsequios festivos
Calles cubiertas de nieve iluminadas de forma soñadora, patinaje sobre lagos helados, paseos en troika por el campo. San Petersburgo es una postal para el brillo invernal. Pocos lugares capturan el romance de la temporada como el Grand Hotel Europe. Aparte de las sensacionales festivas, no es posible perderse las exclusivas cestas de obsequios festivos del hotel. Están llenas de delicias gastronómicas seleccionadas por el chef ejecutivo Ian Minnis. Orangette bañadas en chocolate amargo, galletas navideñas de almendras y caramelo exclusivas, y chocolate de la fábrica de la casa. Es la manera perfecta de consentir a alguien especial.
Un árbol de Navidad para paladares exigentes
¿Hay algo más opulento que The Ritz de Paris? El mismo de la última noche de Lady Di. Está integrado por dos palacios del siglo XVIII. Un arcón de textiles doradas, suntuosas y savoir-faire. Casi que no precisa accesorios navideños. Contradiciendo a quien fuera su residente más célebre, Coco Chanel, aquí el menos no es más.
Para esta temporada, en honor al fundador del hotel, César Ritz, que nació en las montañas de Haut-Valais en Suiza, el hotel presenta una Navidad suiza. La decoración incluirá un árbol de Navidad blanco en la escalera principal, adornado en oro y azul y rodeado por un tren eléctrico, 600 flores de papel edelweiss, trineos en Salon Proust, un bosque iluminado con ciervos en Terrasse Vendôme y un osito de peluche encaramado en el hotel harán.
El coup de gras, un auténtico reloj de cuco suizo, rinde homenaje a la artesanía con cucos numerados individualmente y pintados en azul Ritz hechos a mano.
François Perret, patisser del hotel, ha hecho un tronco de abeto que hará las delicias de todos los gourmets. Su punta es en sí misma una encantadora conífera festiva. Luego, de piso a piso, crece hasta convertirse en un árbol de Navidad. Uno para compartir, que tiene el sabor de la Navidad de chocolate-praliné. Hay un mousse aireado elaborado a partir de un grand cru de Panamá 72%, para lo que el propio François Perret fue a recoger los granos de cacao en el lugar, un praliné de almendras tostadas, caramelizado, deliciosamente crujiente y las capas de galleta sin harina. Una delicada estrella de chocolate brilla en lo alto, una invitación a la magia de una Navidad lujosa, en la ingravidez, al pie del árbol del mejor pastelero del mundo.
El menú que espera para Navidad y para San Silvestre (como se le llama en Francia al Año Nuevo) parte de los 700 euros (cerca de 800 dólares).
Champagne, jazz y delicatessen fuera de serie
El Bar Vendôme se reúne bajo su soberbio techo de cristal que transforma el patio en un acogedor jardín de invierno. En el menú: champagne y cuarteto jazz y para dejar volar mejor las conversaciones en el cielo de París. La cena de las fiestas incluye un cúmulo de delicatessen: erizo, caviar Osciètre, langosta, ciervo… parte de 700 euros (casi 800 dólares) por persona.
Pasteles con souvenir de piedras preciosas que alcanzan los 4 mil dólares
Espiando a la Torre Eiffel está el ex palacio Bonaparte, hoy en manos de la cadena Shangri-La. Allí se espera la magia de Maxence Barbot, chef de repostería, que preparará el Tronco de Navidad (que reemplaza al Pan Dulce), esta vez será The Honey Spoon, una chuchara de miel de casi medio metro. Dentro de cada pastel, los invitados descubrirán un amuleto de la suerte que les permitirá recibir un regalo de un taller de piedras preciosas o relojería, o vales por valor de 600 euros (casi 700 dólares) o 300 euros para gastar en Carl F. Bucherer. El deseo de todos estará detrás del collar de diamantes y oro blanco Heaven que diseñó la casa para la ocasión y que cuesta 3875 euros (algo más de 4.300 dólares).
Baile de Nochevieja con Dom Pérignon
Un clásico de la ciudad es el mágico Plaza Athénée. Además que hasta el 30 de enero el Cour Jardin se viste de hielo y alberga una pista de patinaje de casi 100 m2 destinada a niños de 3 a 12 a partir de 70 euros por persona, acompañada de una bebida. Pero si hay que elegir entre la decena de ideas que pensaron allí para una fiesta de lujo elegante, nada mejor que el baile de Nochevieja A la espera de la medianoche. El Bar se transforma en una discoteca nocturna. La mesa con Dom Pérignon P2 2000, cerca de 4000 dólares.
Lobby y bar al servicio del placer
Para aquellos que crean que ese camino es exorbitante, espera el Saint James con vino caliente ofrecido a los clientes en el lobby del hotel el 24, productos festivos servidos en el bar: caviar, langosta, foie gras casero, salmón ahumado y ostras para Navidad y año nuevo (sin bebidas por algo más de 300 dólares), un despliegue de dulces y salados para desayunar el 25 y un calcetín de Navidad en cada habitación. Al pie del árbol de Navidad, los niños presentes en el hotel encontrarán un obsequio para ellos (una carta de Papá Noel se deslizara por debajo de la puerta durante la noche).
Un mago para millonarios
Nueva York es un destino deseado para sorprenderse con decoraciones navideñas y vidrieras, comprar regalos y aprovechar los conciertos internacionales. Además, son famosas las tradiciones del árbol de Navidad del Rockefeller Center, la pista de hielo Wollman en Central Park, Union Square Holiday Market y el en trineo por la ciudad. Pero si vamos a lujo extremo, la elegancia de Christmas at The Plaza, es un lujo centenario donde se alojan los que sueñan con ver Navidad en la gran manzana como en las películas. Las habitaciones más económicas parten de 895 dólares.
Una noche de encantamiento espera en uno de los hoteles que expresa la personalidad de la ciudad como pocos. En el Lotteny Palace Steve Cohen, el “mago de los millonarios”, calificado como el espectáculo número uno en Nueva York, hará una presentación exclusiva cuyo precio sólo se devela en la reserva.
Con más de un siglo en su haber, el St. Regis es de los más opulentos, un lugar de moda para los ricos y famosos ubicado (a cinco minutos de Central Park y pocos pasos del New York City Ballet, donde las funciones de las fiestas son un clásico y los tickets se agotan meses antes. La convocatoria es reunirse a escuchar villancicos en el vestíbulo durante todo diciembre entonados por las estrellas de Broadway como Khalifa White, Joe Medieros Mia Gentile y Melvin Tunstall, todo acompañado de champán y ostras por la cifra mínima de 800 dólares.
Amenities y vistas al Central Park
Imposible obviar el Mandarin Oriental en la esquina de Columbus Circus, que ocupa desde el piso 35 al 54 del Time Warner Center, con vistas a horizonte que guste merece una historia aparte: cada habitación de lujo bajo la experiencia Holiday Winter Wonderland Suite Escape propone transformar la habitación en la más festiva del año con un árbol de 3 metros decorado, vistas al Central Park, 4 medias para los regalos y otros tantos cascanueces para vigilarlas, amenities gastronómicas de la festividad y decenas de detalles como si una experta de revistas de decoración se hubiera encargado. La estadía parte de los 9500 dólares.
Playa, mayordomo 24 horas y fiestas exclusivas
En el hemisferio sur, la temporada festiva celebra no solo la Navidad y el Año Nuevo, sino la llegada del verano y el ambiente en La Susana, el exclusivo club de playa y restaurante de Vik Retreat, José Ignacio, Uruguay es un lugar espectacular para recibir el Año Nuevo. Con vistas a las dunas de la playa La Mansa enmarcando su vista, una cena, bebidas y una fiesta bien uruguaya cuesta desde 500 dólares por persona.
El mejor resort en las Maldivas con 20 casas elegantes y atemporales, cada una de las cuales es un espacioso santuario con piscina privada y servicio de mayordomo dedicado las 24 horas. Los huéspedes pueden pasar la Nochebuena en The Living Room de Naladhu Private Islandy experimentar el menú fijo de siete platos inspirado en las fiestas, que incluye pavo tierno asado con todos los adornos (400 dólares por persona). Las tarifas de estadía comienzan desde 3.000 dólares por noche para dos personas.
Le Touessrok, en islas Mauricio completa la temporada con dos legendarias fiestas. La blanca el 29 de diciembre, frente al espléndido océano Índico con ostras frescas, erizos de mar, langosta, etc. La segunda fiesta es la de fin de año cuando, durante toda la noche los artistas locales no dejarán de tocar en vivo, mientras chefs completarán con una experiencia culinaria de pasos interminables. Todo por 2600 dólares por persona con un mínimo de 5 días de estadía.
Bebidas premium, bocados gourmet y música disco
Shangri-La Toronto convoca a retroceder en el tiempo y volver a la era de la música disco para el Año Nuevo. En asociación con Hennessy, los huéspedes pueden disfrutar de bebidas premium, bocados gourmet y los éxitos más importantes de una banda en vivo y un DJ partiendo de los 500 dólares por persona.
En Boston espera una elegante cena de Navidad en One + One. El chef Daniel Burger ha diseñado un delicioso menú navideño de tres platos para que los huéspedes disfruten en su tiempo libre durante todo el día a un valor para millonarios modestos de 150 dólares por persona. Pero, por 590 dólares se puede contratar un servicio de menú completo por cabeza que incluye todos los decorados navideños necesarios y que estará listo para ser retirado del hotel desde el 18 de diciembre.
The Shard, en Londres, presentará un árbol de Navidad inspirado en la arquitectura hecho con materiales sostenibles y reutilizables, ideado por el arquitecto contemporáneo local Charles Holland. La cena en TĪNG, desde donde se domina una vista de toda la ciudad, con favoritos tradicionales como el pavo de Norfolk o el bistec de costilla wagyu combinado con vinos finos y postres que incluyen pudín de Navidad con brandy. cremeaux de mandarina o inglesa con helado de pistacho. Disponible desde 300 dólares por persona con maridaje opcional de vinos.
Fiesta de disfraces en un palacio
Versalles sigue siendo un sitio para entrar en otro tiempo. Así lo prepara Airelles Château de Versailles, Le Grand Contrôle con su clásica fiesta de disfraces Le Bal. Los asistentes son invitados del “rey”, quien ofrecerá una rica colección de burbujas y cócteles, en particular el exclusivo, el Royal Flake, un champán vertido sobre un granizado fragante de temporada. ¿El precio? El rey lo indica a la salida.
Allí cerquita, en otro de los grandes palacios de Francia espera Auberge du Jeu de Paume en Chantilly. La cena de Nochebuena será más accesible (desde los 150 dólares), la de fin de año más exclusiva (desde los 350). Truga negra, Foie gras, caviar Brill, cigalas, bagre son algunas de las delicias que preparó el hotel.
El Fife Arms es una posada victoriana situada dentro del magnífico Parque Nacional Cairngorms, en el corazón del histórico pueblo de Braemar. Un proyecto apasionante concebido por sus propietarios Iwan y Manuela Wirth que reúne la herencia, la artesanía y la cultura escocesas con arte contemporáneo y un fuerte sentido de comunidad. Más allá de la experiencia hotelera han lanzado una línea de regalos que se propusieron en colaboración con grandes nombres. Por ejemplo, la marca italiana de artículos de cuero, NEO 87100, ha diseñado una gama exclusiva de bolsos y accesorios en el tartán y tweed, incluido un bolso de tartán (166 dólares), neceser de tweed (245 dólares) y una bolsa de tweed para el fin de semana (1309 dólares). Junto a Tom Aylwin para crearin una Contour Box de roble, totalmente a medida, con el contorno del paisaje de Cairngorms tallado en la tapa. Cada caja está forrada con el tartán Fife Arms y se puede personalizar con un mensaje único en el interior para el regalo de su vida (desde 1400 dólares).
Santa no se agota. Siempre quedan más brillos dentro de su bolsa.
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