Lucky 13, el truco que llevó a David Copperfield a la fama pero que al final casi le arruina la carrera

David Copperfield es el mago que dejó al mundo entero con la boca abierta debido a sus increíbles trucos. Y hoy cumple 65 años.

Nacido en Metuchen, Nueva Jersey, Estados Unidos, el 16 de septiembre de 1956, como David Seth Kotkin, en los escenarios se presentaba como David Copperfield. Es el hombre que pudo volar y que hizo desaparecer a la Estatua de la Libertad. Su popularidad fue tan grande durante los años ochenta y noventa que hasta conquistó a la modelo número uno del mundo en su momento de mayor fama: Claudia Schiffer. El romance duró entre 1994 y 1999.

Si bien hoy sigue haciendo espectáculos en Las Vegas, su figura ya no es la de antes, la de sus años gloriosos, sino que su imagen fue opacada por varios escándalos no menores (una denuncia de abuso) y también por el uso de la tecnología en la magia.

Esto no quita que todavía muchos se pregunten cómo hacía sus grandes y famosas ilusiones. Y aunque muchas permanecerán en secreto hasta la tumba, algunos de sus trucos más famosos se han revelado, como la hazaña de volar, la aventura de atravesar la Muralla China y la osadía de hacer desaparecer personas del público, una audacia que casi arruina para siempre su carrera.

Lucky 13, el truco que casi lo arruina

Este fallido truco, conocido como “Lucky 13” –el mago elegía a trece personas del público para la presentación interactiva-, sucedió en 2013 en el hotel MGM de Las Vegas. Lo que iba a hacer un momento único fue una pesadilla, cuando una de las personas del público elegidas para desaparecer terminó internada en un hospital debido a un golpe que sufrió en el detrás de escena. Tuvo daño cerebral y debió someterse a dos cirugías en el cuello y una en el hombro. Pero el problema no terminó ahí, sino que Copperfield tuvo que enfrentar un juicio por el que el damnificado, Gavin Cox, un chef inglés, pedía 400 mil dólares.

Si bien el mago al final no tuvo que poner un dólar, la defensa en el juicio le valió tener que revelar cada uno de los pasos del exitoso truco que consistía en conducir a los espectadores seleccionados por un pasillo oscuro en altura para hacerlos aparecer del otro lado del escenario. Cuando se conoció la sentencia en 2018, Copperfield retiró el truco de su espectáculo debido a que había perdido la gracia.

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