Los secretos de Kelly

Hacer una cartera Kelly conlleva varios requerimientos y uno ineludible: entre unas 15 y 20 horas de trabajo en manos de un solo artesano apasionado por su oficio. Hermès, la firma francesa de carteras famosas con nombre propio, trajo de visita a Buenos Aires a uno de sus expertos para mostrar en vivo esta labor marcada por una gran precisión en los detalles. ¿La consigna? Celebrar el arte de hacer, el espíritu artesanal.

Durante una mañana en La Panadería de Pablo, y toda la semana siguiente en el local de la firma, en Av. Alvear al 1900, Florent Denant, de 29 años, ensambló las piezas de la cartera Kelly, parte por parte, con un gran despliegue de herramientas. "Todos estos elementos son propios, la prolongación de nuestras manos. Hasta nosotros los afilamos" -detalla Denant que descubrió su vocación de chico, cuando reparaba su mochila y sus zapatos de cuero-. La parte más compleja de la Kelly es la manija. Lleva unas dos horas y media hacerla. A un cuero virgen se le pega otro cuero y se lo moldea.

Es capaz de sostener 100 kilos sin vencerse", asegura. El material que se utiliza es de muy buena calidad, suele ser colorido, graneado o liso. Y también se utilizan cueros exóticos: de avestruz, de lagarto y de cocodrilo.

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