El entrañable felino creado por Jim Davis regresa a la pantalla grande con Garfield: fuera de casa y es un buen momento para repasar detalles poco conocidos de sus 45 años de historia
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Con su pelaje anaranjado, su estampa regordeta y su humor descarado, Garfield se ha convertido, sin dudas, en uno de los gatos más famosos del mundo. Si bien esta semana regresa a los cines con otra de sus andanzas en el filme Garfield: fuera de casa, este entrañable felino originado en una tira cómica tiene una existencia de más de 45 años y oculta en su dilatada biografía algunas curiosidades para destacar.
El gato que odia los lunes, adora dormir y se desespera por comer lo que venga, pero en especial lasagnas, fue creado por Jim Davis, un dibujante estadounidense que había trabajado un tiempo en el universo de la publicidad. Este hombre creció y se crio en una granja en el estado de Indiana, junto a unos 25 gatos que eran propiedad de su madre. De modo que cuando llegó la hora de presentar una tira cómica, no le fue muy difícil elegir a un felino como su personaje principal.
De entre todos los ejemplares posibles de gatos que lo rodearon en su infancia, él artista escogió para la ficción a uno de la raza British Shorthair Red y le puso de nombre Garfield. Este fue un homenaje del dibujante a su abuelo, James Garfield Davis quien a su vez llevaba ese segundo nombre en honor de James Abraham Garfield, el vigésimo presidente de los Estados Unidos, asesinado en septiembre de 1881, cuando apenas había cumplido unos seis meses de su mandato.
Origen de los nombres y un personaje que se esfumó
Todos los fanáticos de este gato perezoso, entrometido e inteligente saben que su dueño se llama Jon (Jonhatan) Arbuckle, que es un historietista bonachón, ingenuo y poco afortunado a la hora de afrontar compromisos amorosos. También se conoce que él habla con frecuencia con Garfield sin saber que el gato le responde con el pensamiento, frecuentemente con acotaciones humorísticas o irónicos retruques a los que “solo” los lectores de la tira pueden acceder. Pero se sabe poco que el apellido de este joven personaje proviene de una marca de café, cuya publicidad televisiva de la década del ‘50 había fascinado al autor de la tira.
Otra situación relacionada con la prehistoria de la publicación de Garfield es que Jim Davis pensaba centrar la historia en el personaje de Jon. De hecho, ese era el título primigenio de la tira. Pero los representantes de las compañías de historietas a quienes él presentó su idea le negaron esta primacía del muchacho, asegurando, luego de ver las pruebas, que era la simpática mascota la que tenía las mejores líneas.
De este modo, ya con el nombre de Garfield, la historieta apareció por primera vez el 19 de junio de 1978. Se trataba de un gato muy diferente al que se conoce hoy. Mucho más voluminoso y similar a un felino verdadero, sin los gestos y posturas humanas que ostenta hoy el personaje que estrena su filme en la pantalla grande.
Otro personaje de la tira que puede relacionarse con el mundo de la publicidad que frecuentó Davis antes de ser historietista tiene que ver con Odie, el simpático e incauto perrito que suele ser víctima de las bromas de Garfield. Es que el nombre de este can proviene de un comercial de autos que el propio dibujante había creado unos años antes. Otra perla relacionada con los orígenes de la tira es que el perro tenía a su propio dueño, llamado Lyman, que compartía la vivienda con Jon y Garfield. Pero en el año 1983, este personaje humano se esfumó de pronto de la tira y Jon pasó a tener dos mascotas: un perro y un gato, a la sazón, el gran protagonista de la historieta.
No todo fue éxito para el autor de Garfield
Es difícil de mensurar la lista de sucesos y el nivel de fama que alcanzó el felino naranja alrededor del mundo desde su creación. Dos años después de su primera aparición, la recoplación de las tiras del British Shorthair Red se convirtió en el libro más vendido en la tradicional lista del New York Times. Poco tiempo después, Garfield aparecía en 1400 periódicos, en 22 países del mundo. Además, el personaje pasaba del papel a las series animadas, videojuegos, al cine y, merced a un agresivo merchandising, se convertía en una marca presente en remeras, tazas, afiches y cientos de productos comercializados en todo el mundo.
Si bien Jim Davis saboreaba las mieles del éxito con Gárfield, es válido aclarar que él también había probado el gusto amargo del fracaso. Es que, antes de crear al gato más famoso del mundo gráfico, este dibujante había incursionado en las tiras cómicas con otro personaje llamado Gnorm Gnat. Se trataba de un mosquito de nombre Gnorm que interactuaba con una serie de insectos con características antropomórficas. Aparecían así personajes como Freddy, una mosca deprimida, Cecil, una babosa con pocas luces, el Dr. Rosenwurm, un gusano muy inteligente y Draac Webb, una araña caníbal.
Si bien esta tira fue publicada durante dos años y medio -entre marzo de 1973 y diciembre de 1975- en el periódico Pendlenton Times, de esa localidad del estado de Indiana, Davis nunca pudo hacer volar a su mosquito hacia otros periódicos, pese a sus reiterados intentos. Fue rechazado, por caso, por King Features Syndicate, la compañía líder en materia de historietas. El propio Davis contó una vez a la prensa, respecto a Gnorm Gnat, que un editor le había dicho: “Tu arte es bueno, tus bromas son geniales, pero los insectos... nadie puede identificarse con los insectos”.
La bronca del creador de Snoopy
Pero otra vez en el universo de Garfield, el inmenso suceso de este gato glotón y cínico despertaría la furia de un rival de mucho peso. Se trata de Charles Schulz, el creador de la tira Peanuts, con el adorable perro Snoopy. Es que el gato naranja había venido para poner en jaque la absoluta supremacía de casi 30 años del mundo de Charlie Brown y sus amigos (publicado por primera vez en 1950) en el terreno de las tiras cómicas.
Davis siempre mostró respeto y admiración por Schulz, pues lo veía como una figura paternal y admitía que para lanzar Garfield había tomado el modelo de Penauts (un animal que interactúa con humanos a través de su pensamiento en pequeños incidentes cotidianos). Sin embargo, el “papá” del célebre perro beagle despotricaba en privado contra el autor del felino naranja y contra su creación. De acuerdo con la biografía de Schulz realizada por David Michaelis, para el dibujante de Peanuts el “arrogante” gato celebraba la pereza y el cinismo.
Pero por más descalificaciones que el creador de Snoopy destilara al minino amante de las lasañas, la fama de este personaje continuaba creciendo a nivel planetario. Y con ello, también sus ganancias. Según un informe realizado por La Vanguardia, de México, en1985, Garfield gozaba de ingresos anuales de 6 millones y medio de dólares, acercándose a Peanuts, entonces con 8 millones. Además, el travieso gato desplazó algunos años al bueno de Snoopy en el tradicional desfile de Acción de Gracias de Macy’s, en Nueva York.
Sin embargo, una anécdota que tiene como protagonistas a Davis y Schulz da cuenta de que no siempre estuvieron mal las cosas entre el creador de Penauts y su colega más joven. Según lo que registra The Guardian, fue el propio ilustrador de Snoopy el que, en 1982, le sugirió a Davis que, para darle a Garfield un toque más antropomórfico, debería hacer que el animal se parase en dos patas, para lo cual, la mascota debería perder “sus pequeños pies de gato”. A partir de ese momento, de acuerdo al consejo de Schulz, el gato de Jon Arbuckle se convirtió en bípedo, una postura que no abandonó hasta el día de hoy.
La cuestión de género de Garfield
En general, el gato naranja creado por Davis no se ha metido en muchas polémicas a lo largo de los años. Sin embargo, en 2017 se vio envuelto en una prolongada disputa que se dio en las redes sociales. ¿El motivo? Los seguidores de la mascota de Jon se volcaron a opinar sobre su género, y mientras muchos aseguraban que se trataba de un felino macho, otros sostenían, con el mismo convencimiento, que era hembra. Y también estaban los del bando que aseguraba que el popular British Shorthair Red no tenía género.
La discusión fue tal que diversos editores se metieron al artículo sobre Garfield en Wikipedia a escribir cuál era su género, que, de un momento a otro fue cambiando de masculino a femenino y a “sin género”. El ajetreo que sufrió la página de Wikipedia fue tal que tuvo que intervenir uno de los administradores del sitio para cerrarlo por una semana, para evitar nuevas intervenciones.
El motivo de estas diversas interpretaciones sobre la manera en que Garfield se autopercibía en materia sexual tuvo que ver con una declaración que hizo el propio Davis acerca de su creación. “Garfield es muy universal. En realidad, por ser un gato, no es ni hombre ni mujer, ni ninguna raza o nacionalidad en particular, ni joven ni viejo”, dijo el dibujante, en declaraciones a la revista Mental Floss, y así dejó servida la polémica.
Finalmente, el asunto se resolvió cuando una serie de estudiosos de la tira nacida en el año 1978 encontraron unas cuatro o cinco referencias en las que se lo trata al gato con apelativos masculinos. Y por si quedaba alguna duda de ello, el propio medio Washington Post se comunicó con Davis para que zanjara la discusión. “Garfield es macho. Tiene una novia que se llama Arlene”, dijo el dibujante con total seguridad.
Jim Davis tenía 33 años cuando hizo debutar en papel a su criatura felina. Muchos agua pasó por debajo del puente después de esas primeras viñetas en las que Garfield le pedía a Jon, simplemente, que lo alimentara. 46 años después, aquel gato naranja, aun con su fama de perezoso a cuestas, continúa vigente y más activo que nunca.
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