En el principio de internet, eran una herramienta de marketing que siempre iba directo al spam. Así como a inicios de siglo reinaban los blogs, y luego fue el tiempo de diversas redes sociales, los newsletters experimentan un revival. Reconvertidos en un modo más íntimo, sirven para llegar a potenciales lectores. Entre algunos para destacar están el que envía Economía Feminista, el Diario de la Procrastinación, de Diego Geddes, y Sabiduría Pop, de Tomás Balmaceda. Y hay más. Por eso, esta intro es una manera de hacer crecer el número de recomendados, porque es imposible elegir solo cuatro. Hecha la trampa, acá va un minidirectorio con novedades.
Criaturas dispersas
A mediados de octubre comenzó a salir Noticias de lo natural, de Natalia Gelós. "Leo cientos de noticias sobre animales, de sus maravillas, de sus peligros, de esa línea que se vuelve cada vez más delgada", dice la periodista y escritora. "La idea es compartir algo de lo que aún no se ha roto", avisa en su primer mail. Algunos ejemplos de cosas que llegan cada 15 días: la historia del pulpo que al soñar cambia de colores, el viaje de la orangutana Sandra al santuario de Kansas, la serie de muertes de cóndores en la Patagonia. Lo lindo, lo feo, la información o, como dice su autora, "noticias de todo eso que pasa sutil, a veces triste, a veces luminoso, pero siempre moviendo el fichero".
Leer en compañía
El Club de lectura Carbono es una propuesta bastante nueva que ya tiene cientos de seguidores. La llevan adelante Ediciones Godot, Gourmet Musical, Sigilo y Leteo, cuatro editoriales independientes. No venden sus libros ni cobran por participar.
Proponen una lectura por mes, que selecciona Sebastián Lidijover, arengador literario y autor, entre otros hits de Twitter, de "La foto loca de los viernes". Luego, cada semana, mandan un mail que acompañan con información y reflexiones sobre el libro. Si ya lo leíste, igual el newsletter suma buena data. Y si no vas a leerlo, no spoilea. O sea, sirve por todos lados.
Familia epistolar
El newsletter de Guadalupe Muro se llama así, con la info precisa y sin mucha más vuelta. Fue uno de los primeros en salir al ruedo y la autora es la hermana de Valentín, autor de Cómo funcionan las cosas, uno de los que actualmente está más en boga (y que recomendamos antes en esta sección). Ella, por supuesto, se vale por sí misma. En todo sentido. Viaja. Y comunica. Entonces escribe crónicas, principalmente de los lugares que recorre, pero también colecciona voces, historias y retratos de personas que fue conociendo a lo largo del camino. Cada sábado a la mañana cuenta sus peripecias por mail. Es como recibir cartas de una amiga que anda suelta por el mundo.
Al ritmo del hartazgo
A Camila Caamaño le interesan muchas cosas. El cine, las series, la comida, la cultura, el humor. Y la música. Está repleta de ideas. En su Twitter (@vaderedrum) va coleccionando descubrimientos de bandas nuevas, que en general se propone oír cada viernes. Además, hace un tiempo, cada dos semanas escribe su Triste y Tropical, donde parte desde el trap hacia el sitio al que el deseo la guíe. "Me cansé de que no se le dé al trap (y afines) el lugar que se merece", dice. "Pienso que hay mucho más que decir al respecto que las cifras de reproducciones de YouTube o su posicionamiento en Spotify. Porque las métricas dicen algo, sí, pero ellos, en su música, mucho más. Esta misión, entonces, se acerca más a una apuesta hedonista y menos a una columna de sillón de magazine", avisa.