Los mitos y verdades de la alimentación de los gatos

A diferencia de lo que se cree, en las enfermedades del tracto urinario que los afecta, la alimentación no es su causa primaria.

Contar con buena información es indispensable a la hora de alimentar a nuestros pequeños felinos. El alimento que le brindemos debe contener proteínas de calidad, además de prebióticos, que favorezcan la digestión y la absorción de nutrientes. Y no deben faltar vitaminas que contribuyan a reforzar su sistema inmune.

Para una alimentación segura de nuestras mascotas, Whiskas propone productos nutritivos y balanceados desarrollados por veterinarios expertos del Centro Waltham, de Inglaterra, que se especializa en la investigación orientada al bienestar de perros y gatos. Sus alimentos contienen proteínas de proveedores certificados que ayudan a formar masa muscular, favorecen el control de minerales para un tracto urinario saludable, además de incluir prebióticos que actúan a nivel gastrointestinal.

Según Claudia Espina y Lina Sanz Aguirre, médicas veterinarias, una buena técnica para alimentarlos es el mix feeding que consiste en mezclar alimento seco y húmedo, para una dieta completa, con un mejor balance hídrico y variedad de texturas. La cantidad varía según su peso, por ejemplo, un gato de 3 a 4 kilos necesitará entre 45 y 55 gramos de alimento, mientras que uno de 5 a 6 kilos requerirá entre 65 y 75 gramos. Asimismo es importante promover la ingesta de agua para aumentar el volumen urinario.

Cómo prevenir las enfermedades urinarias

Estas patologías que son frecuentes en pequeños felinos están relacionadas con múltiples factores y no existen estudios científicos que demuestren que los alimentos comerciales son la casusa primaria de este síndrome. Este puede deberse a dos motivos: por un lado, el origen desértico ancestral del gato: este sobrevivía con escaso líquido, lo que generaba una orina concentrada que favorecía la formación de cristales. Otra causa está relacionada con el estrés que le genera el nuevo estilo de vida en espacios cerrados, por eso se recomienda adaptar los ambientes de la casa con elementos que lo ayuden a manejar el estrés cotidiano.

Otro punto importante es estimular el consumo de agua, para esto no hay que colocar el recipiente en una sola ubicación sino que es necesario disponerlos en distintos sitios estratégicos para que el pequeño felino haga un consumo mayor de líquido. También se recomienda utilizar contendores de vidrio, cerámica o acero inoxidable y ubicarlos lejos de la comida y del arenero para evitar contaminaciones que afecten su salud.

La alimentación es otro punto clave para mantener la hidratación, para esto es bueno combinar alimento seco y húmedo, por ejemplo, se puede sumar Whiskas Sobres a la comida diaria, que aporta 1/3 del agua que el gato necesita lo que ayuda a proteger su tracto urinario.

Por último, otro dato no menor en cuanto a su dieta es que, lejos del mito, el sodio es bueno para los gatos, por esto no se debe restringir dado que resulta fundamental para muchas de sus funciones orgánicas, además de promover la ingesta de agua.

Al igual que sucede con los humanos, es indispensable hacerle a nuestro gato, por lo menos, un chequeo anual para controlar su salud. Y siempre que tengamos dudas, consultar a un veterinario. La información con la que contemos y las elecciones que hagamos para su dieta resultarán determinantes para su bienestar.

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