Los mejores atletas del planeta saltaron desde el famoso puente de Stari Most hasta las frías aguas del río Neretva
Durante tres años seguidos, el viejo puente de Mostar ha sido la penúltima parada de la temporada. Un momento crucial en el que la presión puede doblegar al atleta.
En 2019, Gary Hunt y Rhiannan Iffland amarraron aquí sus títulos, mientras que Constantin Popovici logró un salto perfecto por el que cada uno de los cinco jueces le otorgaron un 10. En 2018, Steven LoBue quedó fuera del podio, lo que permitió a Hunt volver a entrar en la lucha por el título. Luego, en 2017, Iffland estuvo a punto de perder su corona después de que una mala entrada en los entrenamientos la dejase lesionada e incapaz de competir.
Este lugar, declarado por la Unesco Patrimonio Histórico de la Humanidad, será el primer emplazamiento del calendario que no sea completamente nuevo para los atletas quienes, una vez más, saltarán a las frías aguas del río Neretva.
Ya desde el siglo XVII los jóvenes saltaban desde el puente de Stari Most, como prueba de madurez. Hoy, el noble arte de los clavados cuenta con el mismo respeto.
El icónico puente se erigió en el siglo XVI sobre las aguas color esmeralda del río Neretva y conecta los dos lados de la vieja ciudad de Mostar. A ambos lados hay torres fortificadas. Toda la obra se integra en el paisaje y ofrece una vista espectacular.
Lo construyó Mimar Hayruddin, discípulo de Mimar Sinan, el gran arquitecto otomano. La leyenda dice que nunca vio el puente terminado ya que se marchó antes de que se retiraran los andamios porque no tenía el valor de quedarse a ver si el puente se aguantaba. El sultán Suleiman “el Magnífico” lo había amenazado con decapitarlo si la estructura se caía.
Esta edificación forma parte de la bandera y el escudo de la ciudad y desde su construcción la vida en Mostar ha girado alrededor del puente. Tan icónica como esta obra maestra de la arquitectura, es la imagen del clavadista volando hasta zambullirse en las frías aguas del río Neretva.
Fotos: Red Bull Content Pool
Edición Fotográfica: Enrique Villegas