Los empleados de Isabel II tardaron más de dos días en cambiar la hora de 1000 relojes
En la noche que fue del sábado 24 al domingo 25 de octubre -el último fin de semana- muchos países de Europa debieron retrasar una hora sus relojes para adaptarse al huso horario de invierno. Un trámite más que sencillo para el europeo de a pie, pero terriblemente demandante para el caso de la reina Isabel II de Inglaterra.
Sucede que en las diferentes propiedades de la monarca británica hay, en total, unos 1000 relojes. Ellos requirieron que el personal de la Royal Collection Trust de la realeza británica trabajara fatigosamente unas 40 horas para adaptarlos, a mano y uno por uno, a los husos horarios invernales del Viejo Continente.
El tiempo invertido en el retraso de los relojes no es exagerado si se tiene en cuenta que estos adminículos, cada uno con sus particularidades, se encuentran distribuidos entre el Castillo de Windsor,el Palacio de Buckinghamy el Palacio de Holyrood, que es la residencia que Isabel IItiene en Edimburgo, Escocia.
Entre los tipos de relojes que hay en semejante colección se encuentran algunos que son musicales, otros astronómicos, otros de pared, de torre y de miniatura, entre otros. Cada uno está ubicado en diferentes lugares de las viviendas reales mencionadas.
En Buckingham, por caso, hay unos 600 relojes distribuidos en 775 habitaciones (entre 19 salas de estado, 52 dormitorios, 92 oficinas, 78 baños y 188 cuartos del personal). El Castillo de Windsor tiene, incluso, más habitaciones que el mencionado palacio. En total, son 1000, pero en ellas hay "solo" 450 relojes.
En la residencia escocesa, en tanto -que fue hogar de la familia real durante más de 500 años-, hay medio centenar de relojes, según los datos que consigna la revista española Hola.
Las tradiciones en la monarquía del Reino Unido son muy arraigadas, y por ello los relojes todavía continúan siendo analógicos y requieren de la mano humana para poder contar las horas con precisión.
Fjodor van den Broek es quien está a cargo de todos los relojes de Windsor y fue quien debió adaptarlos al nuevo huso, para lo cual invirtió unas 16 horas de su tiempo. "Soy solo yo, y tengo un colega en el Palacio de Buckingham que cambia todos los relojes allí", dijo el especialista relojero en una entrevista al medio británico BBC.
El trabajo normal de Van den Broek consiste en pasar un día completo cada mes dando cuerda a los relojes mecánicos para mantener los péndulos en movimiento. Asegura que para hacer este trabajo da un total de 16.000 pasos en su recorrido por Windsor.
El relojero de la reina aseguró que su predecesor en el cargo estuvo durante 20 años, y el anterior a este lo hizo durante tres décadas. "Así que creo que se trata de un trabajo de por vida", señaló.
Como dato curioso para ejemplificar la importancia que le dan en la familia real a la puntualidad, Van den Broek contó un pequeño secreto: "En el Castillo de WIndsor y en el palacio de Buckingham hay una zona, en las cocinas, donde los relojes están adelantados cinco minutos. Esto es para que la comida llegue a tiempo. Es un recordatorio de que esto es algo muy importante".
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