Los 50 libros que marcarán el pulso de 2018
Por obra y gracia de Twitter (con alguna injerencia menor de un tal Dante Alighieri), el año empezó para todos con el mismo libro: La Divina Comedia. Fue gracias a la iniciativa #Dante2018, impulsada por el ensayista argentino Pablo Maurette, que propone leer un canto por día. Si se cumple con puntualidad, la fecha de finalización conjunta debería ser el 10 de abril, 100 días después de comenzar el año, como 100 cantos tiene el libro del autor florentino entre la introducción, el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso.
Por supuesto, si bien algunos libreros dicen que con el comienzo del año la demanda de La Divina Comedia aumentó, es difícil pensar en un clásico como el gran protagonista del mundo editorial. Podría ser un capítulo de Black Mirror, o un cuento de Borges: la sociedad descubre un día que la biblioteca del mundo ya es infinita y prohíbe la aparición de nuevos libros, confinando a la humanidad a leer para atrás.
Un día, pongamos. Mientras tanto, en el mundo real, los títulos siguen llegando y acá, como cada año, presentamos un panorama de los que serán algunos de los libros más relevantes de este 2018.
TENDENCIAS GLOBALES
Cada año trae consigo lo que el mercado anuncia como el género de moda. Esta vez, el turno es del domestic noir, lo que más vende hoy por hoy en los Estados Unidos y Gran Bretaña, donde se marca el pulso del consumo editorial. Una traducción posible podría ser policial doméstico, o doméstica negra. Aunque suena sofisticado, no es más que un policial o suspense con algunas aliteraciones significativas. El o la protagonista no suele ser un detective o un oficial de policía, ni el crimen o episodio está consumado de entrada. Son historias que comienzan por lo general en una realidad chata –o rutinaria, sin anteposición de juicio–, que se ve alterada por un crimen, una desaparición o alguna variante oscura dentro de la realidad. La o el protagonista, dijimos, no será un detective sino una mujer normal, una empresaria, un tipo de familia... Una persona cualquiera que se ve inmersa en una situación extraordinaria. Ejemplos: No confíes en nadie u Otra vida, ambos de S.J. Watson (el padre del género, o subgénero, o tendencia, o como sea). Otro título famoso es La chica del tren, de Paula Hawkins, que vendió cerca de cinco millones de ejemplares en seis meses y fue llevado al cine con Emily Blunt como protagonista.
Suficiente explicación. La gran apuesta del año en este segmento será Toda la verdad (Planeta), de la estadounidense Karen Cleveland.
¿Por qué son relevantes estos tanques? Porque el mercado editorial en nuestro país, en palabras de Ignacio Iraola (CEO de Planeta), está en tiempos de crisis. “2017 fue el año más duro de los últimos diez, sin lugar a dudas –dice–. Desempleo, inflación, elecciones, una suba de impuestos que le pegó mucho a las librerías medianas, que la pasaron muy mal. Baja en el consumo. Fue complicado. Además, el precio de los libros está en un tope. Aunque siguen siendo más bajos que otros productos, los libreros coinciden en que ya no se pueden subir, entonces no se puede afrontar la baja de las compras por ahí”, explica. Por eso se vuelven fundamentales los títulos con penetración de mercado y las tendencias, porque sostienen vivo un cuerpo frágil.
En la Argentina, además del domestic noir, se está viviendo una segunda tendencia, independiente del mercado global. Se trata de la autoficción. Así como El salto de papá, de Martín Sivak, fue considerado por muchos como el libro de 2017, este año vendrá Mi papá alemán (Planeta), de Mónica Muller, sobre la relación del padre y el abuelo de la autora con el nazismo. También en este género, aunque más novelado y más novedoso sin dudas, llegará la primera novela de Andrés Ducatenzeiler. A quienes les suene el nombre tienen que buscar en la parte futbolera de su memoria: se trata del expresidente de Independiente que, tras salir campeón del torneo local, se peleó a muerte con Julio Grondona (lo denunció en varios medios), y tuvo que desaparecer una buena temporada. Después de ese misterioso exilio, se puso a escribir la novela El vándalo, donde cuenta cómo pasó de ser un joven miembro de la barra a convertirse en un presidente todopoderoso, a la vez que hace una profunda descripción de un mundo oscuro y fascinante que conoció como pocos. Y que, como pocos, se anima a desnudar. Escrita con puro pulso literario, será probablemente uno de los libros más originales y potentes que lleguen a las librerías este año. Está previsto para después del Mundial.
FICCIONES DE ACÁ Y ALLÁ
Al margen de las predicciones de venta, la gran variedad de editoriales independientes y la proliferación de voces de nuestro país hace que ficciones no falten. Edhasa publicará la tercera y última entrega de la trilogía de Laura Alcoba compuesta por La casa de los conejos, El azul de las abejas y, ahora, La danza de la araña, que llegará en marzo. En ellos relata su infancia como hija de militantes de izquierda y su exilio en París, donde vive actualmente. Editado por Penguin Random House llegará Pájaros en la boca y otros cuentos, de Samanta Schweblin, y Ensenada, una memoria, una novela de Leopoldo Brizuela sobre una amenaza de bombardeo que hubo sobre la zona industrial de Ensenada, cercana a la ciudad de La Plata, cuando triunfó el golpe de Estado que expulsó a Perón del gobierno en 1955. Planeta publicará un nuevo libro de Pedro Mairal y Todo por la patria, una novela de Martín Caparrós. También habrá un policial de Guillermo Martínez siguiendo la línea de Crímenes imperceptibles, un nuevo libro de cuentos de Alejandro Dolina (no publica relatos desde Bar del infierno, en 2005), y dos títulos de autores fundamentalmente vendedores: Gabriel Rolón y Federico Andahazi. El primero publicará Oír su voz, su primera novela desde Los padecientes (la novela argentina más vendida de los últimos 15 años), que también tendrá al licenciado Rouviot de protagonista. Y hacia fin de año, Andahazi presentará Psicódromo. Desde Tusquets, mientras tanto, publicarán Hágase usted mismo, de Enzo Maqueira, y nuevas novelas de Lucía Puenzo y Federico Jeanmaire. Por otro lado, sin fechas ni nombre confirmados, Random seguirá sacando a la luz el largo fondo editorial de Roberto Bolaño; para saber de qué se tratará esta vez, hay que esperar a ver qué sale del baúl.
Los sellos independientes ya tienen en carpeta decenas de títulos. Letras del Sur publicará Tierra ganada al río, del poeta Fernando Bogado, que será a criterio de este cronista uno de los debuts narrativos más prometedores del año. Es la historia de un cincuentón que decide dejar todo y convertirse en escritor, al tiempo que se pregunta cómo dominar el flujo irregular de la vida para hacer con eso una obra.
Factotum por su parte publicará Lila, de Gonzalo Unamuno, que decidió contar sin ningún tipo de reparo ni temor (de modo revulsivo o repulsivo, habrá que ver), la historia de un femicida que se jacta de serlo.
Las novedades mundiales también estarán presentes. Mientras enero ya arrojó a las librerías República luminosa (Anagrama), la novela de Andrés Barba que ganó el último premio Herralde, la editorial catalana traerá también Calais, de Emmanuel Carrère. Eterna Cadencia seguirá con su catálogo minucioso y presentará tres títulos imperdibles: Late Stories (cuentos de Stephen Dixon), Escritos escogidos del también estadounidense Joe Brainard, y una novela del boliviano Maximiliano Barrientos. Random traerá La frantumaglia y otras tres novelas sueltas de Elena Ferrante, programadas para el segundo semestre. Tusquets contentará a los fanáticos de Haruki Murakami con la novela Matar al comendador, prevista para septiembre.
GUSTO EN LA DIVERSIDAD
En el campo de los libros políticos, polémicos o generadores de discusión, Siglo XXI Editores publicará un nuevo libro de Horacio Verbitsky, en conversación con Diego Sztulwark, donde hace un recorrido sobre su vida personal y profesional, y la vida política de la Argentina. En contrapartida –por llamar de algún lado las orillas–, Jaime Durán Barba prepara para Random un libro sobre la mujer y la política, en el que recorrerá figuras icónicas de la historia latinoamericana. A su vez, Daniel Santoro sacará a la luz una investigación aún inconclusa sobre “la energía robada por los K”. Según adelanta Planeta, será un libro con revelaciones fuertes. Y sobre la comida y cómo eso repercute en los chicos, Soledad Barruti (la autora de Malcomidos) publicará una nueva investigación.
Del autor de "boludo, cobrás 100 pesos por mes", en marzo llegará Mi plan. Libro arriesgado para sacar pocos meses antes del Mundial, dirán los cabuleros. En él, Jorge Sampaoli expone su visión del fútbol y lo que será su plan para salir campeón en Rusia. El tiempo dirá si su destino será las mesas de saldos o se convertirá en un clásico de la literatura nacional.
La viña del ensayo traerá novedades más sofisticadas. El premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa vuelve a su faceta más intelectual con La llamada de la tribu. En él, y a partir de la idea de libertad entendida como valor supremo y universal, “el escritor analiza la historia de las ideas liberales, al tiempo que sostiene su absoluta vigencia en nuestros días y defiende el liberalismo como la doctrina que más ha contribuido a mejorar la coexistencia social, haciendo avanzar la libertad de los seres humanos”, explican desde Penguin Random House.
Siglo XXI prepara un nuevo ensayo de Beatriz Sarlo sobre literatura, mientras que Eterna Cadencia reeditará un clásico del ensayismo moderno: Roland Barthes por Roland Barthes, traducido ahora por Alan Pauls. También por Eterna se publicará Paisajes en movimiento. Literatura y cambio cultural entre dos siglos, del venezolano Gustavo Guerrero, editor histórico de Gallimard, editorial más histórica aún. Guerrero plantea un mapa de escritores y poetas latinoamericanos sobre tres ejes: temporalidad, nación, mercado editorial. Así como Los nuestros, de Luis Harss, inventó el famoso boom de la literatura latinoamericana a mediados de siglo XX, este bien puede ser su sucesor, pero con el ojo puesto en universo tridimensional de lo que hace a un libro. Y para completar, Ediciones Godot reeditará Literatura de izquierda, de Damián Tabarovsky, que a catorce años de su primera publicación sigue tan vigente –y punzante, molesto y chicanero– como siempre. “El escritor sin público no se encuadra en ningún bando y desde un no lugar habla: ése es el sitio de la literatura de izquierda”, se lee.
En el mundo de la no ficción (o crónica, como prefieren llamarle muchos, atendiendo también a la tendencia de su auge), la colección Mirada Crónica (dirigida por Leila Guerriero), tendrá varios títulos. Entre ellos, uno sobre la avenida General Paz, de Javier Sinay, y otro sobre los hijos de los genocidas, de Juan Manuel Manarino. Este último, anuncia Iraola, será un libro fuerte.
AUTORES PROLÍFICOS
Podría haber sido incluido en la sección ensayos, pero quedaban afuera sus poemas. Podría haber ido a poesía, pero quedaba afuera una novela. Podría haber estado en todos, pero quedaban sin espacio sus artículos. Es que 2018 será el gran marco de bienvenida para cinco obras de uno de los escritores más originales de nuestro país y, sin dudas, el editor más emblemático. Conocedor de absolutamente todos los premios Nobel de Literatura que se han dado, mecanógrafo paciente y delicado, hombre brillante con la memoria de Funes, Luis Chitarroni publicará: Una inmodesta desproporción (Mansalva), antología personal de poesía inédita; Una historia argentina de la literatura latinoamericana (publicado por el Malba); Tres veces Cien (Random), una investigación sobre la simetría a 50 años de Cien años de soledad; El misterio de los tres pabellones (Tusquets), una “novela policial con un investigador distraído y puesta en escena demente”, según explica el mismo Luis, y una recopilación de artículos publicados en diarios y revistas: Pasado Mañana (Universidad Diego Portales).
Amigo personal de Chitarroni, César Aira también publicará más de un libro, pero acaso por el misterio que despierta el autor (por eso de haber decidido no dar más entrevistas en el país), el libro de Ricardo Strafacce será peculiar y esperado. Se trata de Bibliografía completa de César Aira, una especie de diccionario sobre su obra que, según la editorial (Mansalva), inaugurará el “coleccionismo sobre Aira”.
También por esa línea, Ediciones Godot publicará Maestros de la escritura, de Liliana Villanueva, un libro con entrevistas a escritores y escritoras como Abelardo Castillo, Hebe Uhart o Alberto Laiseca, entre otros, a propósito de sus experiencias con la enseñanza de la escritura en talleres literarios.
Por su parte, Gourmet Musical también tendrá títulos de colección. Es material sobre música, como un ensayo de Walter Lezcano sobre Andrés Calamaro, enfocado en los discos Honestidad brutal, Alta suciedad y El salmón, que él llama la trilogía de fin de siglo. También, dos libros que acompañan el nuevo auge del jazz (si es que alguna vez no estuvo en auge): Por qué escuchamos Miles Davis, de Christian Kupchik; y otro, de Claudio Parisi, sobre los grandes del jazz que visitaron la Argentina durante los años 50 y 60, desde Gillespie y Armstrong, hasta Ellington y Bill Evans. También, una revisión de la escena indie reciente en el país escrito por Nicolás Igarzábal, “que retoma cronológicamente donde termina su libro anterior sobre Cemento y cuenta el auge y crecimiento de la escena del rock indie que se desarrolló en todo el país a partir de las restricciones post Cromañón y de nuevos modelos de producción independiente, que actualmente se están visibilizando a un público mayor en el país y el extranjero a través de bandas como El Mató a un Policía Motorizado o Los Espíritus, entre varias otras”, según explican sus editores.
POESÍA: LA OTRA ORILLA
¿Venderle el alma al diablo? Sí, pero cara.
Y si se puede, venderle
también otras cosas Y venderle a Dios
lo que el diablo no compre.
Vicente Luy
En 1991, la editorial Último Reino publicó Caricatura de un enfermo de amor, el primer libro de un tal Vicente Luy, que tenía por entonces solo 30 años y era un completo desconocido. La condición lo acompañó durante mucho tiempo, más allá de que era famoso en la resistencia poética cordobesa, su tierra natal. Nieto del poeta Juan Larrea, se cuenta que a veces irrumpía en lecturas de poesía, hacía un descargo furibundo –leía un poema–, y desaparecía. En el final de su vida pasó un tiempo internado en el Hospital Borda, de donde se fugó. Fue una especie de Miguel Abuelo de los noventa que tras su muerte en 2012 –con algo de humorística y de poética, saltando de un balcón en Salta–, se convirtió en mito. O lo está haciendo. Por eso es relevante cada vez que un libro suyo vuelve a aparecer, como lo hará este año Caricatura de un enfermo de amor, de la mano de la editorial Años Luz. Entre sus páginas, estará el siguiente poema:
Inconscientemente vamos por un
camino, y conscientemente
nos ponemos a buscar otro camino, en vez de
hacer consciente el camino por el que vamos.
Por supuesto, no será lo único relevante en poesía, género en el que probablemente sea imposible detectar en tiempo real la relevancia. Emecé seguirá publicando la obra de Fabián Casas, que después de un año de recuperaciones (Planeta reeditó el año pasado casi toda su obra), vuelve a presentar poemas inéditos, esta vez en prosa. Fiel a su estilo, su colonia de seguidores probablemente festeje el título: La velocidad del marido. 100 Poemas en Prozac.
Mansalva publicará OnceSur, de Cecilia Pavón, “una de las estrellas más brillantes de nuestro firmamento poético”, según la editorial. Caleta Olivia presentará una larga lista de títulos, entre los que se encuentra la Poesía reunida de Carlos Battilana, de quien Santiago Llach dice: “De joven no fue barroco ni punk, pero leídos desde hoy sus primeros poemas vieron mejor lo que se venía: los temas clásicos, el paso del tiempo. Por eso su obra, escrita en murmullos al costado del camino, es muy consistente”.
Y en el mar de las traducciones (aunque sean “como bañarse con el piloto puesto”), Zindo & Gafuri publicará un título que para los fanáticos de Paterson, la reciente gran película de Jim Jarmusch, será muy significativo: Cómo ser perfecto, de Ron Padgett, el autor de los poemas que se leen en el film.
Si la diferencia entre literatura y periodismo es, como dijo Oscar Wilde, que el periodismo es ilegible y la literatura no es leída, quizás solo en este apartado deban depositarse las esperanzas (habida cuenta de que esperanzas no es lo mismo que expectativas). Libros que supuestamente nadie compra y que quizás, quién sabe, terminen salvando la especie.