Desde el título, Virginia Cosin (1973, también autora de Partida de nacimiento) propone diversas capas de sentido. Pasaje al acto es un término psicoanalítico que remite a la propia protagonista-narradora. Internada después de un intento de suicidio, su presente se sucede amorfo en el psiquiátrico, mientras su pasado se ilumina en cuadernos que completa con escenas de la adolescencia (padre ausente, familia ensamblada, iniciación sexual) y de pareja (el deseo y la imposibilidad), a la par de que lee Madame Bovary.
Si para la protagonista la escritura es un espacio de lucidez casi insoportable, es en esos recuerdos donde construye una suerte de elegía al dolor como contracara inevitable del amor. O, mejor dicho, la idea de que no hay amor posible sin la falta. Ágil y a la vez intensa, sin una palabra de más y con imágenes bellísimas, esta novela apuesta a una literatura que conmueve, sin ser condescendiente.