Era el fotógrafo de la fiesta y su cámara la descubrió, se enamoró al instante pero pasaron muchos años hasta que volvió a dar con ella.
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Fue en la fiesta de casamiento de su hermano. Concentrado tras el lente de su cámara, luego de un disparo casual, cuando miró la foto que había tomado sintió que su corazón se detenía. En la imagen estaba ella, sonriente, hermosa y divertida, bailando y disfrutando del evento. “Yo era el fotógrafo de la fiesta y evidentemente ella también había sentido algo: no se desprendía de mi lado, había risas y miradas cómplices entre nosotros y una energía muy linda que siempre voy a recordar”.
Oscar continuó con su trabajo hasta que, llegada la madrugada, cuando la mayoría de los invitados se había retirado, tomó un trago, juntó valor y la invitó al jardín del salón. Allí conversaron durante horas, hasta que un beso los unió en un momento mágico. Pero los estaban observando y los familiares no aprobaron ese gesto. Oscar estaba casado, tenía hijos y ella resultó ser nada más y nada menos que la hermana menor de la novia que se había convertido ese día en la esposa de su hermano.
Catorce años después... un reencuentro inesperado
Aunque el hecho quedó en la historia para todos, Oscar jamás pudo olvidar a esa joven sonriente con la que había pasado un momento tan grato. Pasaron los años, Oscar se separó de la madre de sus hijos y, aunque tenían un lazo familiar, no volvió a ver a Itatí. De vez en cuando pensaba en ella y no podía ocultar la sonrisa que se dibujaba en su rostro. Pero pronto volvía a la rutina, las responsabilidades de la paternidad y aquello se transformaba de nuevo en un lindo recuerdo.
Catorce años después de aquel maravilloso encuentro
Fue en el cumpleaños de 15 de la sobrina que tenían en común que el destino (y los lazos familiares) los hizo coincidir, otra vez, en el mismo lugar. Pero había dos problemas: Itatí ya no estaba sola, había formado pareja y se había convertido en madre de tres hermosos niños. Por su parte, Oscar, también estaba comprometido, aunque su compañera no había asistido a la fiesta ya que la relación recién comenzaba y ella todavía no estaba segura de conocer a la familia.
“No sabía que Itatí iba a estar en esa fiesta. Cuando la vi, me deslumbró como la primera vez. Pero no la reconocí de inmediato. Su hermana me dijo que era ella en un gesto cómplice. Estaba más hermosa que nunca. Nos saludamos, conversamos, nos pusimos al día sobre nuestras vidas y empezamos a bailar. Era como si el tiempo se hubiera suspendido. Bailamos toda la noche, realmente nos divertimos mucho. Pero de pronto nos dimos cuenta que, de nuevo, la gente nos miraba con cara de pocos amigos. Especialmente la nueva pareja de ella, que se enojó y le hizo un planteo en medio de la fiesta. Era entendible, la química entre nosotros era evidente”.
La ocasión hace a la unión
La discusión terminó en pelea. Oscar se disculpó y para calmar la tensión que se había generado, ofreció llevar a Itatí y su pareja de regreso a casa. Pero no quisieron pasar la noche juntos. Él se bajó en su casa y ella siguió viaje hasta la suya con sus hijos y Oscar. “Era mi oportunidad. Antes de que se bajara del auto, le confesé mi amor frente a sus hijos. Ella sonrió, como si de alguna manera supiera el cariño que sentía hacia ella”.
Comenzaron a verse cada vez con más frecuencia, finalmente, a medida que los días pasaban y los sentimientos crecían en intensidad, ella sintió que era tiempo de poner fin a su vínculo y darse la oportunidad con Oscar. “Hace 15 años que estamos juntos. Cuando mejore nuestra situación económica nos vamos a casar. Siento que somos el uno para el otro, nos parecemos muchísimo, tenemos los mismos gustos. Y me resulta divertido que cuando discutimos, a los cinco minutos nos olvidamos y con un abrazo resolvemos todo. Somos una familia ensamblada, con los hijos de ella y los míos, que ya están grandes y viven solos. Buscamos los propios pero no llegaron. Con ella soy feliz. Y siempre le cuenta a todo el mundo que se enamoró de mi en aquella fiesta de casamiento cuando una foto unió nuestros caminos para siempre”.
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