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La foto tiene 37 años. Fue tomada el 12 de septiembre de 1987 en La Rioja, durante un paso de comedia, en un cuadro clásico de la revista porteña, cuando la vedette baja del escenario para interactuar con el público. Por lo general, coquetea con algún señor y le pregunta a su esposa “¿qué tal funciona?”, “¿con qué frecuencia hacen el amor?”… Increíblemente, funciona. A las 23:30, cuando Tristán terminó su monólogo, Amalia Yuyito González bajó del escenario caminó derecho hacia el señor de la segunda fila, el de pelo largo y las patillas hasta la comisura de los labios. Así se lo había “marcado” Cacho Cristofani, productor del espectáculo. Apenas dijo “permiso” y se sentó sobre las rodillas de su víctima.
-¿Le peso, gobernador?, preguntó pícara.
-Por mí puede quedarse todo el tiempo que quiera, remató Carlos Saúl Menem con timing de capocómico. Y todos rieron.
Ese instante fue capturado por un fotógrafo de la revista Gente que había viajado a La Rioja para cubrir las elecciones en las que, esa misma tarde, Menem logró su primera reelección con ventaja abrumadora: obtuvo el 62,47 por ciento de los votos.
Resultó mucho más que una foto casual: se convirtió en el primer acto en la campaña presidencial que llevaría a Carlos Saúl Menem a la Casa Rosada en 1989. Y, además, disparó un rumor que sigue dando vueltas aun hoy, 37 años después.
La tapa de aquella edición de Gente fue “La fiesta de Cafiero”, que mostraba al gobernador electo de la provincia de Buenos Aires celebrando sus 65 años bailando al ritmo del grupo Las Primas. Sí, las que cantaban :“saca la mano, Antonio”.
La revista incluía además una entrevista con el Loco Gatti que aseguraba: “No soy ni seré peronista, aunque la hinchada de Boca me insulte”. También una investigación sobre un frasco encontrado con restos humanos: “¿Son las manos de Perón?”, preguntaba el título. Además, Gabriela Sabatini desmentía: “No estoy de novia con Pérez Roldán”.
Pero la nota que trascendió el paso del tiempo, de la que aún hoy se sigue hablando, es de una entrevista perdida en el medio de la revista, que llevaba dos títulos. El primero, “Menem largó con todo”. Y en la siguiente doble página: “Si me corto el pelo y las patillas no me vota nadie”.
Carlos, el candidato
Carlos Saúl Menem Menem fue uno de los primeros políticos argentinos en comprender que podía disparar su conocimiento y popularidad a nivel nacional, de forma increíblemente rápida, a través del mundo del espectáculo y la frivolidad. Así se convirtió en personaje de revistas. Lo ayudaba su personalidad extrovertida y su aspecto disruptivo.
¿Cómo lo hizo? Con la colaboración de periodistas amigos y pauta provincial. Así montaba situaciones que luego reflejarían en distintos medios que, por lo general, nada tenían que ver con la política. Le gustaba, especialmente, la revista Gente, que entonces tenía gran influencia en la clase media.
Cualquier acto trivial, incluso el más frívolo, podía convertirlo en nota. Un claro ejemplo es el primer encuentro de la tenista María Cristina Sotelo con Carlos Menem. Así lo contó Sotelo a LA NACION: “El gobernador buscaba una profe de tenis. Primero contactó a Claudia Casabianca, mi amiga, pero ella no aceptó y me recomendó a mí. Finalmente, cuando llega el día de la primera clase, me pasa a buscar un periodista y me dice que quería hacer una nota con Menem aprendiendo tenis. Me acuerdo que me llevaron a la peluquería, me arreglaron, quedé divina. Era todo ficticio, una situación armada para la prensa. Menem no sabía jugar al tenis. Él estaba todo vestidito de tenista: de blanco, con su vinchita y su muñequera. Estaba tan prolijo que no era creíble. Le dije ‘Así nadie va a creer que estás jugando al tenis, porque estás todo planchadito, todo perfecto’. Entonces lo llené de polvo de ladrillo. Le ensucié todo el pantalón, las zapatillas. Lo pisé, le hice de todo. Y creo que ahí lo conquisté. Era 1984, faltaban 5 años para que ganase las elecciones presidenciales, y me dijo: ‘Aprovechame porque después yo voy a ser presidente y no voy a poder estar con vos’”..
Las fotos de aquella primera clase, que sugerían cierto coqueteo entre el gobernador y su bella profesora, efectivamente fueron publicadas en la revista Gente. Ese día, Menem y Sotelo comenzaron una relación que duró algunos años, pero esa es otra historia.
Al mismo tiempo, la imitación que hizo Mario Sapag, desde 1984, con la erre arrastrada de manera exagerada, multiplicó la fama de Menem por todo el país. El cómico hilaba, una tras otra, palabras que comenzaban con la letra erre: “Rrrabanito, con rrremolacha”... El programa Las mil y una de Sapag superaba los 40 puntos de rating. Jamás hubiese podido pagar semejante campaña.
Quizá la consagración de Menem entre la farándula vernácula llegó en enero de 1988, cuando el riojano alcanzó la tapa (sí, otra vez de Gente) con Susana Giménez y Arnaldo André. El título era “El rrrrrreverano de los personajes”. El gobernador aparecía en la playa, con su torso desnudo, compartiendo un racimo de uvas con la diva de la televisión.
“Me usaron”
Yuyito sabía sobre qué falda se sentaba el 12 de septiembre de 1987. “A Menem lo había conocido poco antes, en un cumpleaños de Bernardo Neustadt”, contaría luego. Sin embargo, desconocía que había un fotógrafo junto al gobernador.
En Noche al dente, entrevistada por Fernando Dente, dio su versión de la historia: “Me utilizaron. Totalmente. Al fotógrafo lo llevó el productor o Menem, que eran amigos. Menem me usó para promoción. Yo era famosísima. Había pasado la época de Guillermo Coppola... En ese momento estaba separada con Guillermo. No estaba en pareja y se estilaba mucho que en los eventos se mezclasen los artistas con los políticos”, contó.
Amalia Yuyito González entonces era una de las vedettes más conocidas del país. Había participado en algunos de los programas más vistos de la época: La peluquería de Don Mateo (donde la bautizaron “Yuyito”, porque interpretaba a una jardinera), Hiperhumor y Las gatitas y ratones de Porcel.
Desde La Rioja, Carlos Saúl Menem pretendía romper las estructuras del justicialismo y proyectar su figura a nivel nacional. El 13 de septiembre de 1987, apenas unas horas después de que Yuyito se sentase sobre sus rodillas, la ciudad de La Rioja y otros puntos claves del país, como Capital Federal, amanecieron empapeladas con el su retrato y la leyenda: “Ahora unidos, ahora Menem. Menem presidente”.
El romance que Yuyito no quiere confirmar
Amalia Yuyito González y Carlos Saúl Menem están unidos por un vínculo “casi filial”: son los padrinos de bautismo de Bárbara Granados, hija de Alejandro y Dulce Granados, el matrimonio que desde hace décadas manda en Ezeiza.
Sobre una relación sentimental con el expresidente Carlos Saúl Menem, Yuyito fue categórica: “No tuve nada”, le dijo a Fernando Dente. Sin embargo, también contó que “después, cuando me separo, empezó el ‘te mando flores’, ‘te mando esto’, ‘te mando mensajes’… como con un montón de chicas del ambiente. También compartí algún que otro asado en el Mangrullo, en la estancia La Celia… Nada más. Murió ahí”.
Ella dice que el tema la persigue desde entonces. Que es un tema recurrente que vuelve en cada entrevista. Sin embargo, a lo largo del tiempo mostró cierta ambigüedad cuando habló sobre el tema.
En 1990 Yuyito fue tapa de la revista Playboy, de una edición dedicada a Carlos Gardel. Posó como tanguera, con funyi y lengue. Detrás suyo asomaba un corazón con la leyenda “Carlos te quiero”. El primer título decía: “Yuyito, la mujer que según Paris Match es la amiga del presidente”. Y un segundo título aclaraba: “Menem es Gardel”.
En octubre de 1991, en una entrevista con Teleclic, decía:
-¿Y de aquella famosa relación con Menem qué podés decir?
-Sabia que me ibas a preguntar... es una historia cerrada.
-¿Entonces quiere decir que hubo una historia?
-Una historia muy antigua, no puedo decir nada.
-¿Existió o no existió?
-Mirá, con eso hice un pacto conmigo misma de no hablar.
-No lo afirmás, ni lo negás.
-No, ya te dije, el trato es no decir nada.
En noviembre de 1993, en entrevista con revista Gente, Yuyito volvió a jugar con la ambigüedad en sus respuestas:
-¿Por qué suena tanto tu nombre (junto al de Carlos Menem)?
-Será un presagio. Nos casaremos algún día. Yo nunca dije que “no” rotundamente.
-¿Pero hubo romance o no?
-Si hubiera tenido un romance... andá a saber... capaz que hoy no estaría acá.
Los mocasines de Menem, en lo de Yuyito
En rueda de prensa por el lanzamiento de su biopic, El representante, Guillermo Coppola concedió una entrevista al programa Confrontados que conducía Marina Calabró. Allí no pudo evitar hablar de Yuyito, su exesposa, y de su relación con el expresidente Carlos Saúl Menem: “¿Te acordás del jarrón? Cuando hicieron el allanamiento había un par de mocasines que no era míos… Eran chicos para mis pies. Eran del expresidente Carlos Menem. En aquél momento o se cambió o se fue descalzo de aquella casa”, contó Guillote.
Alentado por la conductora, fue un poco más allá: “Yo estaba en Napoli, trabajaba con Diego. Llego un día al departamento de Amalia, ya estábamos separados, y encuentro un gran ramo de rosas. Gigante. No solo rosas... Con una tarjeta que no te voy a decir qué decía porque es de ellos. Estaba firmada por ‘Carlos’. Y yo ignoraba, pero ignoraba hasta ahí... ¿Qué hice? Llamé a Carlos: ‘Campeón’... Ya no en calidad de presidente, claro. “Me podías haber avisado, mi viejito. Las cosas se manejan así. Es decir, no me molesta en absoluto, pero podías haber avisado...”, cerró.