Transición amable: Cómo mudarse a una casa más chica sin deshacerse de los objetos más queridos

Para poder tenerlos en un nuevo hogar de muchos menos metros, la dueña, junto con su muy creativo arquitecto, les dio a sus muebles nuevos y sorprendentes usos.

Gloria Esteves iba a pasar de una casa antigua y espaciosa a otra de poco más de 100m2, con living-comedor, un dormitorio, un garaje y un cuarto de servicio. Con sus hijos ya independizados tenía, sin embargo, un montón de cosas que miraba y amaba, como se aman los recuerdos. El plan era achicarse pero sin enfrentar más duelos ni deshacerse de todo lo que tenía. El arquitecto Iván García Laborde supo acompañar el proceso. La obra tuvo el cuidado de actualizar el conjunto con toques de color y una distribución aireada. Porque no se trataba de quedarse a vivir en el ayer, sino de contar una historia que acunara.

Ideas transformadoras

“Creo que el proyecto que mejor sale es el que plasma el deseo del cliente”, dice Iván. “Un día, por ejemplo, Gloria me mostró el ropero de su hijo Coco, que era enorme, pero le encantaba. “Acabamos desarmándolo y usando sus partes para revestir la cocina”, cuanta Gloria.

La división con la cocina se hizo con tablas de saligna que cubrían el cielo raso de la casa anterior de Gloria y su familia. El espejo está hecho con rectángulos de otros espejos que rescató de una obra, y entre los cuadros, hay alguno pintado por ella: “los colgué con mi hijo: empezamos por el central, y eso nos dio envión para clavar el resto de los tarugos”.

"Antes de mudarme acá, vivía en una casa antigua en pleno San Isidro. Iván supo conservar algo de aquel clima con los pisos de pino tea reciclada y la calidez de los detalles".

La cocina se conecta con el comedor mediante un pasaplatos que le da vista a la barra hecha con la pino tea que sobró del piso. El carpintero armó unos estantes prácticos y decorativos con unas ménsulas simples y la madera sobrante de obra.

Objetos con significado

“La mesa es de cuando recién me casé,y las lámparas las hice sobre un modelo de afuera: una amiga de mi hija, Delfina Padilla (de Muliere Padilla Deco) me dio la idea. Un herrero hizo la base y yo la tejí con hilo de yute”. Además, reunió los espejos de sus casas, los colgó juntos para armar una pared temática y pintó una flor en una puerta para convertirla en otra cosa.

Todos los detalles de esta casa cuentan una historia. Cada elección tiene un porqué. Es como refrescar la memoria a cada paso.

Reutilizar, un gesto virtuoso

En el dormitorio principal, una cortina súper original que se armó con viejos postigos que se mueven sobre un riel.

“El espejo del baño era de mi otra casa, los apliques eran de Chapadmalal y la mesada es una de las vigas del techo original de la obra”.

La casa era un chalet clásico de barrio con techo a dos aguas. El arquitecto cambió la fachada para darle un aire más moderno. Gloria compró las rejas en diferentes lugares: le mandaba la foto a Iván y él le decía si sí o si no. “La puerta de entrada fue el respaldo de mi cama matrimonial. Estaba hecho con un portón antiguo que Iván transformó para que volviera a ser puerta”.

“Las rejas de puertas y ventanas son todas de demolición. Las fuimos acomodando a la obra, pero también acomodamos la obra a las rejas”.

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